Portada » Filosofía » Nietzsche y la Destrucción de la Metafísica Platónica: Devenir, Perspectivismo y Vitalismo
Nietzsche considera la metafísica desde la axiología. Ser y valor se identifican en él. Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de metafísica tradicional nos referimos a la metafísica platónica. La metafísica se reduce en axiología y esta lo hace en moral. Como Nietzsche toma la metafísica desde la axiología y la moral, se dice que la realidad se justifica para este filósofo en el valor.
La metafísica tradicional se asienta en un error fundamental: la creencia en la antítesis de los valores. Los valores supremos tienen un origen distinto respecto a las cosas del mundo. La crítica a la metafísica se puede desarrollar en el aspecto ontológico y en el epistemológico:
La crítica fundamental consiste en que para Nietzsche la metafísica tradicional es una ontología estática que considera el ser como algo fijo e inmutable, mientras que para él la realidad no es permanente y está regida por el devenir.
Así, la metafísica tradicional se basa en unos prejuicios que tienen los filósofos contra la vida, por lo que en el fondo de esta se encuentra una valoración negativa de la vida: el nihilismo.
Concluyendo, la ontología platónica es para Nietzsche la que ha puesto los medios adecuados para esa idea de un orden sobrenatural, quitando el carácter de inocencia que tiene el devenir de la existencia.
A Nietzsche se le califica de nominalista y subjetivista. Rompe con la teoría del conocimiento platónica, aunque coincide en cierto punto con el aristotelismo.
Para saber cómo conocemos la realidad hay que precisar que Nietzsche entiende la realidad como devenir. Para este filósofo, no sirve de nada la razón, pues es un camino erróneo al acceso de la realidad. Esto lo justifica porque interpreta la realidad como devenir, y no se puede cosificar a través de conceptos.
En función de su concepto de la realidad, el modo de acceso al conocimiento tiene que ser la intuición, pues la realidad está en continuo cambio. La intuición es la experiencia personal de cada uno, y lo comunicamos mediante palabras, que son metáforas.
Para Nietzsche el lenguaje tiene una función importante porque, según él, la culpa de esos conceptos son las estructuras gramaticales. La estructura de todas las lenguas que provienen del indoeuropeo es sujeto-verbo-predicado, y el error está en que se entiende la realidad siguiendo esta estructura gramatical. Si se utiliza otra lengua, la realidad se entiende por tanto de otra manera, falseándose la realidad con las estructuras gramaticales.
Si Platón pretende en sus diálogos definir los grandes conceptos, Nietzsche aboga por sustituir el lenguaje conceptual por el metafórico. La consecuencia de renunciar a un lenguaje que refleje objetivamente la realidad es el perspectivismo: cada uno ha de inventar las verdades que le hagan crecer, que se le parezcan.