Portada » Filosofía » La Ética de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino: Felicidad, Virtud y Teología
La relación entre Aristóteles y Santo Tomás de Aquino se basa en la integración de la ética aristotélica con la teología cristiana, destacando el papel del telos (fin último) en el razonamiento moral.
La ética de Aristóteles y la teleología de Santo Tomás de Aquino se complementan, uniendo la búsqueda de la felicidad humana con la orientación hacia el bien divino, enriqueciendo así el diálogo entre filosofía y teología.
Vida contemplativa: Dedicada a la contemplación de verdades eternas mediante la sabiduría.
Vida práctica: Basada en la prudencia (Phrónesis) para desarrollar virtudes necesarias para una vida buena.
Los bienes exteriores (riqueza, honores) son medios para alcanzar la felicidad, pero no son la felicidad en sí. Un exceso de estos bienes puede ser perjudicial o inútil, ya que la felicidad depende de la virtud y no de los bienes materiales.
Como el ser humano es un ser social, la ciudad debe fomentar el desarrollo de las virtudes (especialmente la prudencia) para lograr una vida buena. Una ciudad próspera y feliz es aquella que permite a sus ciudadanos alcanzar la excelencia moral.
La felicidad (eudaimonía) es un fin último que se alcanza mediante la práctica de virtudes, que son hábitos adquiridos mediante la repetición y el equilibrio entre excesos y defectos. Cuantas más virtudes desarrolle un individuo, más feliz será.
La suerte es un bien exterior y aleatorio, fuera del control del individuo. La felicidad depende de las virtudes, que se adquieren mediante el hábito y el esfuerzo personal, no de factores externos como la suerte.
Aristóteles fue discípulo de Platón en la Academia durante 20 años. Tras la muerte de Platón, abandonó el platonismo y fundó su propia escuela, el Liceo. Fue tutor de Alejandro Magno y desarrolló estudios en física, astronomía, biología y filosofía.
Obras principales: Ética a Nicómaco, Política, Metafísica, Física y Poética.
Aristóteles propone que todas las acciones humanas tienen un fin último (telos): la felicidad (eudaimonía).
Crítica a Tres Concepciones de la Vida Feliz:
Ergon: Función propia del ser humano, que es la razón.
El ser humano es un ser social por naturaleza. La polis es donde se alcanza la vida buena.
Formas de gobierno:
Aristóteles propone una ética teleológica centrada en la felicidad, alcanzable mediante la práctica de virtudes éticas y dianoéticas. La vida plena se desarrolla en comunidad, ya que el ser humano es un zoon politikón. En política, defiende la República como el mejor sistema, basado en la ley y la estabilidad de la clase media.