Portada » Lengua y literatura » Romanticismo, Realismo y Naturalismo: Contexto Histórico y Características Literarias del Siglo XIX
A finales del siglo XVIII, la Declaración de Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa pusieron en práctica los principios del liberalismo, es decir, la libertad individual, la igualdad ante la ley y la soberanía nacional.
La sociedad liberal, que sucedió al Antiguo Régimen, se caracterizó por una estructura social de clases y por un sistema político parlamentario. La aristocracia tuvo que ceder el poder a la burguesía.
En España, el ascenso del liberalismo llegó tras la muerte de Fernando VII, cuando la regente María Cristina buscó el apoyo de los liberales para gobernar.
En una sociedad eminentemente rural, la burguesía fue abriéndose paso gracias a una legislación que favorecía sus intereses.
La irrupción del liberalismo trajo consigo la aparición del nacionalismo, entendido como un sentimiento de pertenencia a una comunidad y convertido en ideología que reivindicaba el derecho de los pueblos a constituirse como Naciones. En el siglo XIX, el nacionalismo mostró dos vertientes:
La expresión cultural del nacionalismo fue el Romanticismo, que rechazó el racionalismo ilustrado al que contrapuso el sentimiento, la libertad individual y la naturaleza como escenario para la evasión.
El Romanticismo es el movimiento cultural dominante de la primera mitad del siglo XIX.
El movimiento romántico presenta una visión del mundo que se caracteriza por los siguientes rasgos:
Los principales temas en la literatura romántica son los sentimientos apasionados y absolutos, como:
Otros temas recurrentes son la rebeldía y la crítica política.
A mediados del siglo XIX, la consolidación de la burguesía como clase social dominante era una realidad, lo que provocó su cambio hacia un conservadurismo que protegiera sus intereses contra las clases populares.
Fueron las revoluciones de 1848, que se extendieron por buena parte de Europa, las que mejor ejemplificaron la ruptura entre la burguesía y el proletariado.
En este año aparece el Manifiesto Comunista, que inaugura el marxismo como ideología política.
En España, el triunfo de la burguesía se dio a mediados del siglo XIX.
La burguesía se estableció en las ciudades, que crecieron como fiel reflejo de la dualidad entre las clases acomodadas y los sectores desfavorecidos.
Ambas realidades inspiraron los movimientos del Realismo y del Naturalismo: por un lado, la burguesía demandaba historias que reflejaran su sociedad; por otro, muchos autores ironizaron sobre la superficialidad de esta nueva sociedad, y las condiciones de la clase trabajadora inspiraron obras de profunda crítica social.
La sociedad burguesa derivó en una visión optimista del mundo que confiaba en el progreso.
Las ideas positivistas influyeron de forma notable en el Realismo y el Naturalismo, ya que la creación artística se convirtió en un hecho científico basado en la observación exhaustiva y en la recopilación sistemática de información.
