Portada » Lengua y literatura » Evolución Poética: Del Modernismo de Rubén Darío a las Vanguardias Españolas
A finales de siglo, tras la Primera República, perduró el clientelismo, la corrupción, el caciquismo y la injusticia social. Los intelectuales del 98 y del Modernismo reaccionan contra esta situación política y social plasmando su crítica en sus obras. Se rebelan contra la burguesía, solidarizándose con la vida marginal. También rechazan el pensamiento y la literatura de su entorno y buscan modelos en escritores como Larra y en filósofos como Schopenhauer.
Los modernistas traspasan las fronteras y buscan nuevas fuentes de inspiración y belleza para los temas de sus poemas. En ellos se refleja una poesía cosmopolita, la cual desea huir de la fealdad cotidiana y busca lo exótico, pero a su vez imagina la belleza de tiempos lejanos como la cultura clásica grecolatina, la Edad Media, o la europea. Así, estos poemas se pueblan de personajes mitológicos como ninfas, faunos, etc., pero también de princesas y vizcondes que viven en palacios con jardines florecidos. Todo esto crea un ambiente sensual, envolvente y excitante, sin olvidar la sensualidad erótica que aparece en los poemas de Rubén Darío. Sin embargo, los poemas también pueden ser íntimos y profundos, reflejados propiamente en los poemas de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.
Los modernistas llevan a cabo una renovación del lenguaje poético, pretendiendo formar una creación bella, única y sorprendente. Para esto, enriquecen el vocabulario con cultismos, arcaísmos, extranjerismos y con nombres mitológicos, históricos y geográficos. En cuanto al estilo, será sensorial, colorista y sonoro, intentando reproducir los aromas, el color y la luz utilizando adjetivos descriptivos, metáforas, aliteraciones, onomatopeyas y comparaciones. Las innovaciones métricas que proponen son la recuperación de versos y estrofas antiguas y clásicas, así como la adaptación de formas métricas francesas.
El poeta Rubén Darío introdujo en España el Modernismo, revolucionando el panorama poético español. Este poeta nació en Nicaragua en 1867 y fue maestro de Machado, Azorín, Villaespesa, entre otros. Asimiló las corrientes parnasianas, las cuales creen en la belleza formal en sus poemas sin que aparezcan los sentimientos ni la intimidad del autor. La obra de R.D. se divide en:
Los temas que R.D. elabora en su poesía reflejan una intimidad atormentada. El poeta se siente marginal en una sociedad donde la poesía no tiene cabida. Esto le lleva a un sentimiento de cosmopolitismo, deseando ser un ciudadano del mundo. Este poeta amplía su léxico con cultismos, arcaísmos, neologismos, tecnicismos, y utiliza figuras como la aliteración y la sinestesia. También destacan en su métrica los versos alejandrinos y los juegos rítmicos.
Otro poeta de la época es Antonio Machado, nacido en Sevilla en 1875. Escribió poesía modernista, pero tras la muerte de su mujer Leonor, radicalizó sus ideas políticas y simpatizó con el movimiento obrero. Muere el 22 de febrero en penosas circunstancias, pero con fidelidad a la República. A.M. se convierte en un símbolo político y literario.
La poesía de A.M. tiene una doble raíz: el Romanticismo tardío y el Simbolismo francés. Sus primeros poemas expresan una honda palpitación del espíritu, pero más adelante presta más atención a la esencia del hombre y el mundo. Su estilo se va transformando poco a poco en un estilo más sobrio, caracterizándose por su calidad humana y su hondura.
Su primer libro fue Soledades, caracterizado por un modernismo intimista, con versos llenos de melancolía, soledad y angustia, reflejados en símbolos como la tarde, la noria, las galerías. El dolor por la muerte de su mujer aparece en muchos de los poemas del libro. Por ello, la última época viene señalada por Nuevas canciones, en donde predominan las preocupaciones filosóficas del autor. Con el comienzo de la guerra, su poesía defiende a la España republicana en Poesías de guerra.
La poesía de esta generación está dominada por el poeta J.R.G. A partir de 1914 se pasa de una exquisitez sensorial de la poesía modernista a una lírica más reflexiva. El progresivo cansancio del modernismo lleva a los poetas hacia una depuración estilística acorde con la estética del Novecentismo.
Los autores del Novecentismo reaccionan contra las secuelas decimonónicas. Conducen a posiciones antirrománticas, de modo que los autores huyen del sentimentalismo, refrenando la exaltación pasional en favor de lo sereno. De ahí que los textos sean más equilibrados y pulcros, creando un imperativo de selección, el cual lleva a una literatura para una minoría. También es característico el intelectualismo. Todo esto conduce al ideal de un arte puro, cuya finalidad es el placer estético. El lenguaje del escritor es difícil, huye de lo fácil y desmañado. Los poetas del Novecentismo refrenan lo sentimental o lo someten al intelecto, oponiendo el trabajo clásico a cualquier forma de romanticismo. Algunos de los poetas más destacados son Ramón de Basterra, Fernando Villalón, Leon Felipe, entre otros.
J.R.G. nació en Moguer en 1881. Comienza con la poesía temprano, dejando sus estudios universitarios, y años después se va a Madrid a luchar por el modernismo con R.D. y Villaespesa. A lo largo de su vida escribe libros como La colina de los chopos o Platero y yo. En 1958, muere en Puerto Rico.
J.R. destaca su poesía por una lírica minoritaria, de dificultad y selección, con crecientes y decrecientes hermetismos. Su idea de poesía está presidida por la sed de belleza, conocimiento y eternidad. Para él, la poesía es belleza y una forma de conocimiento, entendimiento, un camino hacia las últimas verdades. Su poesía es expresión de un ansia de eternidad. En su obra hay una búsqueda poética que explica su evolución, desde el modernismo hasta las nuevas formas. La poesía de J.R. se divide en:
En sus primeros libros (Arias tristes, Pastorales…), el acento becqueriano es claro y sus temas son los sentimientos de soledad, melancolía, el paso del tiempo, la muerte, con un tono íntimo simbolista. Entre 1908 y 1915 escribe poemas recogidos en Elegías, en ellos destacan elementos sensoriales como la adjetivación sonora, ritmos amplios propios de los versos alejandrinos. A esta época corresponden los poemas en prosa de Platero y yo.
En 1916 se rompe con el modernismo eliminando lo anecdótico y dando paso a una concentración conceptual y emotiva. Los poemas son densos y breves. La dificultad de la poesía es creciente, ya que sus poemas apuntan a la realidad profunda o escondida de las cosas, a la esencia de su alma y del mundo. Esta etapa finaliza con el libro La estación total. Durante su exilio escribe Dios deseado y deseante con un lenguaje profundo y un verso libre que da muestra de la tensión que nunca abandonó.
Las Vanguardias en España suponen una ruptura con lo realizado anteriormente en las artes y las letras. Son movimientos de oposición a la estética anterior, proponiendo concepciones nuevas de la literatura y el arte. Se suceden por toda Europa a un ritmo muy rápido: expresionismo, futurismo, cubismo, dadaísmo, surrealismo.
Los creadores españoles estaban atentos a los movimientos de vanguardia europeos. Sobre 1914 se percibe en España una nueva sensibilidad y unas nuevas orientaciones estéticas, las cuales se acentúan en los años 20, observándose un alejamiento de la realidad aparente y la deshumanización que Ortega refleja en La deshumanización del arte.
El principal impulsor de las vanguardias fue Ramón Gómez de la Serna. Este poeta cultiva lo extravagante y lo provocativo. En su libro Ismos defiende las corrientes vanguardistas. Su obra tiene como eje la greguería, que defiende como metáfora el humor. Como novelista rompe con los moldes del género. Entre sus obras más conocidas se encuentran El rastro, El circo, El torero Caracho…
El desarrollo del vanguardismo en España puede distinguirse en 4 etapas:
F.G.L. nació en Fuentevaqueros en 1898. Años después viaja a Nueva York y su experiencia allí lo marca profundamente. Ya en 1932 en España crea La Barraca, un grupo teatral con el que recorre los pueblos de España representando obras clásicas. A la par, trabaja también como poeta, dramaturgo, director escénico y conferenciante. Debido al acercamiento al pueblo y a su mentalidad progresista, lo asesinan en agosto de 1936. La personalidad de Lorca era, por un lado, todo simpatía, pero por otro lado, era todo dolor profundo de la vida.
En cuanto a la poética de Lorca, su frustración se plasma en toda su obra. El destino trágico y la imposibilidad de realización personal son temas que dan unidad profunda a su producción poética y teatral. Su actitud ante la poética es rigurosa y surge una de las poesías más asombrosas de la literatura, una poesía en la cual la pasión y la perfección, lo humano y lo puro conviven perfectamente. A todo ello contribuyen sus raíces populares.
En cuanto a la trayectoria poética:
En conclusión, Lorca es el poeta que mejor ha plasmado el paso del yo al nosotros y su desbordamiento de humanidad, ganándose una fama universal merecida.
