Portada » Filosofía » Evolución Histórica de las Concepciones del Ser Humano y lo Absoluto
La comprensión del ser humano ha evolucionado significativamente a lo largo de la historia, desde la visión del héroe homérico y la imagen divina en la Grecia arcaica, hasta la emancipación del ser humano en épocas posteriores.
En la época arcaica, la concepción del cuerpo no se entendía como una unidad. Se refería principalmente al cadáver, y no existía una distinción clara entre lo físico y lo psíquico. La identidad se percibía como algo externo, otorgado por los demás.
Las diferentes escuelas filosóficas ofrecieron visiones variadas sobre el alma:
Mientras que en el politeísmo grecorromano los dioses poseían características y comportamientos humanos, el cristianismo introdujo la creencia en un Dios espiritual, todopoderoso y perfecto, creador del hombre a su imagen y semejanza, dotándolo de un alma inmortal.
Las corrientes orientales, como el hinduismo y el budismo, tendieron a restar importancia al individuo, considerándolo una manifestación de un todo universal. El hinduismo, a partir del siglo VII a. C., enfatizó la liberación del alma inmortal de la vida terrenal mediante la meditación y la renuncia a los placeres materiales. El budismo, en el siglo VI a. C., compartió este anhelo de liberar el alma de su atadura corpórea.
Entre los siglos XIV y XVI, el Renacimiento, originado en Italia, marcó un resurgimiento del interés por la antigüedad grecorromana. El movimiento intelectual destacado fue el Humanismo, que supuso un cambio de una visión teocéntrica a una antropocéntrica. Los humanistas exaltaron la autonomía intelectual y moral del individuo, reivindicando la dignidad esencial de cada ser humano y el valor intrínseco de la existencia y la conciencia subjetiva.
La Ilustración promovió la idea de que el ser humano estaba alcanzando su mayoría de edad. Los ilustrados defendieron que todo saber debía ser sometido a la crítica de la razón, que se convirtió en el tribunal para validar creencias y valores. Su lema, sapere aude, invita a atreverse a saber.
Tres teorías principales desafiaron la visión tradicional del ser humano:
El movimiento esencialista del siglo XX postula que al nacer somos seres con una gran indeterminación. La conciencia y la libertad nos permiten construir nuestra propia personalidad e identidad a través de nuestras decisiones y acciones.
La escuela existencialista, por su parte, sostiene que la vida carece de sentido intrínseco o misión predeterminada. Consideran la vida absurda precisamente porque no tiene un sentido inherente, lo que nos da la libertad de crearle uno.
El anhelo de trascendencia surge como una respuesta al problema del sentido de la existencia, representando una apertura o relación con Lo Absoluto.
Lo Absoluto se caracteriza por los siguientes rasgos:
Existen diversas concepciones sobre Lo Absoluto, comúnmente asociadas a la idea de Dios:
A pesar de sus diferencias, el Panteísmo, Teísmo y Deísmo aceptan la existencia de Lo Absoluto como explicación del mundo y del ser humano.
A lo largo de la historia de la filosofía, se han adoptado distintas posturas: