Portada » Historia » España en Crisis: De la Invasión Napoleónica al Fin del Absolutismo (1808-1833)
La monarquía de Carlos IV estaba muy desprestigiada debido a la crisis del sistema. Otro motivo fue la sumisión de España a Francia, evidenciada por la derrota en Trafalgar. Se firmó el Tratado de Fontainebleau, que permitió a Napoleón entrar en España para atacar Portugal. El Motín de Aranjuez provocó la destitución de Godoy y el traspaso del poder de Carlos IV a su hijo, Fernando VII. El ejército francés reprimió el levantamiento popular con un saldo de cientos de muertos. En Bayona, Napoleón obligó a renunciar a Carlos IV y a Fernando VII a favor de José Bonaparte.
Los franceses intentaron instaurar en España un sistema de gobierno basado en principios de liberalismo. El Estatuto de Bayona declaraba que España era un país católico, los poderes residían en el rey y existían tres órganos: el Senado, las Cortes y el Consejo de Estado. José I llegó a Madrid para poner en práctica este proyecto.
La ocupación de España no fue tan rápida como se esperaba. La victoria española en Bailén obligó a José I a abandonar Madrid y a las tropas francesas a retirarse temporalmente. Sin embargo, las posteriores victorias francesas permitieron a Napoleón ocupar casi toda España. Las victorias aliadas en batallas como las de Ciudad Rodrigo y Los Arapiles derrotaron a los franceses y obligaron a José I y a las tropas francesas a abandonar España. La derrota francesa en Vitoria hizo que José I abandonara definitivamente España, y le siguió la batalla de San Marcial. Napoleón se vio obligado a firmar el Tratado de Valençay con Fernando VII, quien volvió al trono, finalizando así la Guerra de Independencia.
La evolución política de España durante este periodo fue un proceso revolucionario y de enfrentamientos entre dos grandes grupos: los patriotas y los afrancesados. Los patriotas eran defensores de la monarquía borbónica, mientras que los afrancesados se comprometieron con la dinastía de José I.
Entre los diputados de las Cortes de Cádiz existían varias sensibilidades:
La composición social de los diputados reflejaba la compleja situación de la sociedad española de la época.
El 19 de marzo de 1812 se promulgó la Constitución, conocida popularmente como «La Pepa». Sus principios clave fueron:
Esta Constitución fue abolida en 1814.
Cuando, por el Tratado de Valençay, Napoleón devolvió la corona española a Fernando VII, lo reconoció como monarca legítimo y retiró las tropas francesas. Las Cortes españolas prepararon la vuelta del monarca, y según sus directrices, Fernando VII debería dirigirse a Madrid para jurar la Constitución de 1812 y comprometerse a respetar el nuevo marco político surgido en Cádiz, pero se negó.
Los primeros movimientos del monarca dejaron ver claras sus intenciones políticas: se dirigió a Valencia, donde recibió el apoyo de la nobleza y del clero, y se le presentó el Manifiesto de los Persas. El 4 de mayo dictó un Real Decreto por el que suprimía las Cortes y abolía la Constitución. Derogó toda la legislación de las Cortes de Cádiz y restauró el Antiguo Régimen.
Los gobiernos absolutistas fracasaron en el intento de sacar al país de su crisis económica y de la situación caótica. Las causas fueron múltiples:
El Coronel Riego, con su ejército alojado en Cabezas de San Juan para ser enviado a las colonias, se sublevó y recorrió Andalucía proclamando la Constitución de 1812. La pasividad del ejército, la actuación de la oposición liberal y la irritación campesina hicieron que el monarca se viera obligado a jurar la Constitución de 1812.
Durante el Trienio Liberal, se produjo una división de los liberales en Moderados y Exaltados (estos últimos, precursores de los progresistas). Entró en vigor la Constitución de 1812 y se implementaron importantes medidas legislativas:
El fracaso y el fin del Trienio Liberal se aceleraron por diversas causas:
La Década Ominosa es una etapa marcada por la vuelta al absolutismo, la represión de los liberales, la crisis económica y la presión de los grupos realistas. Las primeras medidas que tomó el rey parecían indicar una vuelta al absolutismo puro y duro.
La necesidad de mantener el Antiguo Régimen obligó al rey a introducir ciertos cambios. Buscó apoyos en la burguesía industrial y financiera, e inició una cierta política reformista y aperturista. Este cambio fue mal visto por los ultraconservadores, que protagonizaron levantamientos realistas y reivindicaban el trono para Carlos María Isidro. Uno de los levantamientos más importantes fue en Cataluña: la Guerra de los Agraviados.
Fernando VII no tuvo descendencia con sus tres primeros matrimonios. En 1830 nace su única descendiente, Isabel, lo que dio lugar a un grave conflicto. La Ley Sálica, creada por Felipe V, impedía el acceso al trono a las mujeres. Sin embargo, la Pragmática Sanción derogaba la Ley Sálica y abría el camino al trono para su hija y heredera, Isabel II. Los partidarios de Don Carlos (hermano del rey) se negaron a aceptar esta decisión.
Se producen los Sucesos de La Granja: ante el lecho del rey agonizante, consiguen que el rey firme la derogación de la Pragmática Sanción. Pero el rey se restablece y vuelve a ponerla en vigor. Fernando VII muere reafirmando en su testamento a su hija como heredera del trono. Con la muerte del monarca muere también el absolutismo. Don Carlos se proclama rey, iniciando un levantamiento absolutista que produce una guerra civil: el inicio de la Primera Guerra Carlista.
El Imperio español en América se mantuvo durante siglos. A comienzos del siglo XIX, una serie de factores dio lugar al movimiento independentista:
La obsesión intervencionista y recaudatoria de la monarquía en América aumentó el malestar con la metrópoli. Hubo dos fases principales:
La intención de Bolívar fue crear una gran federación de estados americanos (la Gran Colombia). Sin embargo, el territorio se dividió en tres repúblicas: Colombia, Venezuela y Ecuador. El poder político y económico quedó en manos de la minoría criolla.