Portada » Arte » Claves del Arte Islámico: Arquitectura, Decoración y Conceptos Fundamentales
La civilización islámica tiene su origen en una religión monoteísta predicada por Mahoma, cuyo único Dios es Alá. El estado teocrático se extendió rápidamente por toda Arabia, Siria, Persia, Egipto, el Norte de África y la Península Ibérica. Los musulmanes adoptaron las manifestaciones artísticas y culturales de las zonas conquistadas. En el 711 se produce la invasión musulmana de la Península Ibérica. El territorio peninsular pasó a denominarse Al-Andalus, iniciándose una etapa de dominio religioso y cultural islámico que, con el tiempo, irá reduciendo su área de influencia con el avance de la Reconquista cristiana, culminada por los Reyes Católicos en 1492.
El arte islámico es una elaboración realizada a partir de múltiples influencias, sobre todo bizantinas, persas e indias. Se basa en la arquitectura y la ornamentación. No es un arte estrictamente anicónico, pues son relativamente abundantes las representaciones figurativas, como en el arte de las miniaturas. Sin embargo, el islam no considera al hombre como la medida de todas las cosas, ni a Dios encarnado en hombre, por ello las representaciones humanas no se encuentran en las mezquitas, ya que no conciben la representación de Dios.
Se emplean materiales más bien pobres, como el ladrillo y la mampostería, pues no interesará tanto su durabilidad sino su inmediata utilización. Por ello, no solían recurrir a materiales nobles, y los muros se cubrían con yeso, madera o azulejos para ennoblecerlos.
Existe un gran contraste entre la austeridad exterior y la profusa decoración interior. Esta decoración, abundante y lujosa, se expande en yeserías, estucos, mármoles, azulejos, mosaicos y pinturas. Los motivos preferidos son:
Es el edificio más importante de la arquitectura islámica. Su estructura tomó como base la residencia de Mahoma en Medina. Serán estructuras arquitrabadas y, por lo general, de una sola planta cuadrada, estructuradas en varias zonas: un patio (sahn), con una fuente en su centro; y la sala de oración (haram), con naves perpendiculares al muro de la quibla, a fin de que los fieles orienten sus rezos hacia el mihrab. Otros elementos son el mimbar y la maqsura.
Existen varios tipos de mezquita: hipóstila (de columnas), de planta central con cúpula y mezquita de patio con cuatro iwanes (salas abovedadas abiertas al patio).
Tendrá como modelo las antiguas villas clásicas que copiaron los Omeyas. Solían tener una estructura cuadrangular amurallada y un patio central que articula tres zonas claramente delimitadas: mexuar (zona pública y de justicia), diwan (zona de recepción semipública) y harén (zona privada). Cercanos al palacio se sitúan los baños (hammam), que también fueron públicos y tuvieron un gran desarrollo.
Otras construcciones relevantes serán las madrasas (escuelas coránicas), el caravasar (hospedería para caravanas), los baños, el ribat (fortaleza-monasterio), los mausoleos y diversas construcciones defensivas.
La parte principal era la medina, cercada por murallas. Dentro de la medina se encontraba la mezquita mayor y, próxima a ella, la alcaicería (mercado de productos de lujo). Su trazado era irregular y de calles estrechas. Próximo a la mezquita había un zoco (mercado). El número de zocos era variable y algunos estaban en los arrabales o fuera de las murallas. También existían las alhóndigas (almacenes y posadas). Entre los edificios públicos eran frecuentes los baños. Fuera de las murallas se empezaron a construir los arrabales, que se dividían en barrios de muy diferente extensión. El trazado de las calles era de extrema irregularidad, con calles principales y calles ciegas o sin salida.
