Portada » Biología » Bioquímica Fundamental: Equilibrio Ácido-Base, Macromoléculas y Metabolismo Energético
La Bioquímica es la ciencia que estudia la composición química de los seres vivos, prestando especial atención a las moléculas que componen las células y tejidos. Analiza los ácidos nucleicos, proteínas, lípidos, carbohidratos y el resto de moléculas pequeñas que componen las células. También estudia las reacciones químicas que sufren esos compuestos y les permiten obtener energía y generar biomoléculas propias para comprender el metabolismo celular y procesos como la digestión, la fotosíntesis o la inmunidad. De hecho, la Bioquímica no solo estudia las biomoléculas, sino también las relaciones que se establecen entre sus componentes, sus transformaciones en los seres vivos y la regulación de esos procesos.
El equilibrio ácido-base es un proceso fundamental en la fisiología y la química, que mantiene el pH del cuerpo dentro de un rango estrecho y óptimo. Este delicado balance es crucial para el buen funcionamiento de los sistemas corporales.
El pH (potencial de hidrógeno) es una escala que mide la acidez o alcalinidad de una solución entre 0 (muy ácido) y 14 (muy básico), con 7 como punto neutro.
El pH es crucial para el funcionamiento adecuado de los procesos fisiológicos en el cuerpo humano, como la digestión, la respiración y el metabolismo.
El cuerpo mantiene un equilibrio delicado entre ácidos y bases para preservar la salud. Un desequilibrio puede causar problemas graves.
Los ácidos son sustancias que liberan iones de hidrógeno (H+) en solución acuosa, mientras que las bases son sustancias que aceptan estos iones de hidrógeno.
La acidosis metabólica ocurre cuando hay un exceso de ácidos en el cuerpo, causando un descenso del pH sanguíneo. Puede ser grave y provocar síntomas como náuseas, fatiga y confusión.
La alcalosis respiratoria se produce cuando hay una pérdida excesiva de dióxido de carbono, elevando el pH sanguíneo. Suele causar mareos, temblores y parestesias.
Los problemas renales pueden alterar el equilibrio ácido-base al no poder eliminar adecuadamente los ácidos o regular los niveles de bicarbonato, lo que lleva a desequilibrios.
El pH sanguíneo es una medida crucial de la salud, que indica el equilibrio ácido-base en el cuerpo. Mantener un pH sanguíneo estable y dentro del rango normal es esencial para el funcionamiento óptimo de los sistemas corporales.
Los riñones desempeñan un papel crucial en la regulación del pH sanguíneo. Mediante la filtración y excreción selectiva de sustancias ácidas y básicas, los riñones ayudan a mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo.
Los riñones desempeñan un papel crucial en la regulación del pH sanguíneo. Mediante la filtración y excreción selectiva de sustancias ácidas y básicas, los riñones ayudan a mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo.
El agua es el solvente biológico ideal, esencial para todas las formas de vida. Desempeña funciones vitales en los procesos celulares y fisiológicos, como la regulación de la temperatura, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos.
Los carbohidratos son las biomoléculas más abundantes de la naturaleza. Representan más de la mitad de todo el carbono orgánico y 0.3% del peso corporal en el ser humano. Además, proporcionan de 50 a 60% de la energía consumida por un individuo.
Los carbohidratos son un grupo de biomoléculas orgánicas, entre las que se incluyen los azúcares, como la sacarosa, y los polisacáridos, como el almidón, el glucógeno y la celulosa, entre otros. En esencia, están compuestos por carbono, hidrógeno y oxígeno, en una proporción 1:2:1; por tanto, su fórmula general es Cn(H2O)n.
Los carbohidratos se clasifican de acuerdo con el número de monómeros que contienen en monosacáridos (un monómero), oligosacáridos (de 2 a 10 monómeros unidos por enlace glucosídico) y polisacáridos (más de 10 monosacáridos unidos). Los monosacáridos, de acuerdo con su grupo funcional, se dividen en aldosas (polihidroxialdehídos) y cetosas (polihidroxicetonas). A su vez, de acuerdo con la cantidad de carbonos que contienen, se subdividen en triosas, tetrosas, pentosas, hexosas y heptosas (de 2 a 7 carbonos, respectivamente).
La glucólisis es una serie de reacciones que extraen energía de la glucosa al romperla en dos moléculas de tres carbonos llamadas piruvato. En los organismos que realizan respiración celular, la glucólisis es la primera etapa de este proceso. Sin embargo, la glucólisis no requiere de oxígeno, por lo que muchos organismos anaerobios —organismos que no utilizan oxígeno— también tienen esta vía.
Las funciones principales de la glucólisis son simples: la obtención de energía bioquímica necesaria para los distintos procesos celulares. Gracias al ATP obtenido de la ruptura de la glucosa, numerosas formas de vida consiguen la energía para subsistir o para disparar procesos químicos mucho más complejos. Por eso, la glucólisis suele hacer de disparador o de detonador bioquímico de otros mecanismos mayores, como el ciclo de Calvin o el ciclo de Krebs. Tanto eucariotas como procariotas son practicantes de la glucólisis.
El ATP (adenosín trifosfato) es una molécula compuesta por adenina (una base nitrogenada), ribosa (un azúcar de cinco carbonos) y tres grupos fosfato. El ATP es esencial para la transferencia y almacenamiento de energía en las células. La producción de ATP, la ‘moneda energética’ de la célula, es fundamental para el metabolismo celular. Este proceso involucra dos vías clave: la glucólisis y la fosforilación oxidativa, cada una con etapas y eficiencias energéticas distintivas.
El ciclo de Krebs, o ciclo del ácido cítrico, es una secuencia de reacciones químicas que se llevan a cabo en la mitocondria de las células eucariotas como parte de la respiración celular. También se le llama el ciclo de los ácidos tricarboxílicos, porque el ácido cítrico posee tres grupos carboxílicos en su estructura.
Cada ciclo de Krebs produce: