Portada » Historia » Procesos Históricos Clave: De los Pueblos Prerromanos a la Conquista de América
Durante el primer milenio a.C., la Península Ibérica fue un crisol cultural donde convivieron diversos pueblos prerromanos y colonizadores procedentes del Mediterráneo oriental. Este periodo, conocido como protohistoria, marca la transición hacia la historia en la región.
Ubicado en el valle del Guadalquivir, Tartessos destacó por su monarquía hereditaria, su intenso comercio con los fenicios y su refinada orfebrería. A pesar de su esplendor, desapareció misteriosamente alrededor del siglo VI a.C.
Asentados en las costas mediterráneas y el valle del Ebro, los iberos tenían una economía agraria y una organización política variada (ciudades-estado). Sus aportaciones culturales más significativas incluyen la escultura, como las famosas Damas de Baza y Elche.
Los Fenicios, Griegos y Cartagineses influyeron profundamente en la península, estableciendo colonias comerciales y culturales. Fundaron ciudades clave como Gadir (Cádiz) y Emporion (Ampurias).
El enfrentamiento de los Cartagineses con Roma en las Guerras Púnicas marcó el inicio de la romanización en la región, introduciendo nuevos cultivos, tecnologías y sistemas de escritura, e integrando a la Península Ibérica en la Historia.
En 1492, Cristóbal Colón, en busca de una nueva ruta hacia las Indias, descubrió América al llegar a una isla del Caribe. Tras recibir el apoyo de los Reyes Católicos, firmó las Capitulaciones de Santa Fe y partió con tres embarcaciones.
Este hallazgo puso en peligro el preexistente Tratado de Alcáçovas, pero la situación se resolvió mediante la Bula Inter Caetera y el Tratado de Tordesillas (1494), que dividieron el mundo entre Castilla y Portugal. Esto marcó el inicio de la expansión colonial europea, con flotas que exploraron y conquistaron territorios como las Antillas, el Río de la Plata y el Pacífico.
Las grandes conquistas ocurrieron durante el reinado de Carlos V:
Los conquistadores, impulsados por la búsqueda de oro y riquezas, firmaron capitulaciones con la Corona, colonizando y evangelizando a los indígenas, muchas veces con violencia.
El Imperio español se expandió con la creación de grandes Virreinatos, como el de Nueva España y el de Perú. Destacan exploraciones como las de Álvar Núñez Cabeza de Vaca y la expedición de Magallanes y Elcano, cuya travesía completó la primera vuelta al mundo (1519-1522).
La administración territorial se organizó en virreinatos, con gobernaciones, capitanías generales y audiencias. La sociedad colonial era profundamente desigual, jerarquizada en un sistema de castas:
La colonización trajo consigo una catástrofe demográfica para los pueblos indígenas, quienes sufrieron guerras, explotación laboral y enfermedades europeas. También fueron sometidos a un proceso de aculturación.
Las denuncias de abusos, como las realizadas por Fray Bartolomé de las Casas, alertaron sobre el trato a los nativos, aunque la aplicación de las leyes protectoras fue a menudo ineficaz.
