Portada » Lengua y literatura » Panorama de la Literatura Española: Del Fin de Siglo a la Guerra Civil
A finales del siglo XIX, surgieron movimientos culturales que rechazaban el mundo que conocían, siendo el modernismo y la generación del 98 los más importantes.
El modernismo intentaba evadirse de la realidad a través del arte, creando un mundo bello y autónomo. Por otro lado, la generación del 98 compartía el rechazo de la situación, pero respondía a ello con crítica y reflexión.
El concepto de El Arte por el Arte surgió en la crisis finisecular, donde el modernismo buscaba crear belleza para olvidar la realidad, logrando el fin estético del arte. Los artistas no buscaban denunciar, sino expresar belleza y placer en sus obras. Adoptaron una postura aristocrática, soñando con ambientes lujosos o mitológicos.
El concepto de Escapar a la Torre de Marfil destaca a Rubén Darío como el iniciador del modernismo en Hispanoamérica, introducido en España con obras como La novela azul. En España, autores como Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez siguieron la influencia modernista. Con el tiempo, el modernismo dio paso al posmodernismo, que trató cuestiones más humanas, con autores como Juan José Tablada y Gabriela Mistral, esta última ganadora del Premio Nobel en 1945.
La Generación de la Reflexión se manifiesta en un grupo de escritores preocupados por la situación de España a finales del siglo XIX y principios del XX, conocidos como la generación del 98. En sus obras abordan temas filosóficos y religiosos, llevando a una reflexión sobre la existencia y el tiempo, así como la situación de España reflejada en su paisaje. El estilo es natural, elegante y con referencias a figuras clásicas como Cervantes.
Los principales autores de esta generación son Azorín, Pío Baroja y Miguel de Unamuno, junto con Valle Inclán, quien tiene un enfoque particular.
Azorín, ensayista y novelista, conocido por el seudónimo de Azorín, fue fundamental en definir la generación del 98 y sus obras tratan temas como religión, historia de España y la fugacidad de la vida desde una perspectiva autobiográfica. Su estilo se caracteriza por descripciones detalladas y un lenguaje claro.
Pío Baroja, autor escéptico que refleja pesimismo existencial en sus obras, con protagonistas inadaptados. Su estilo es directo, sin ornamentación.
Miguel de Unamuno incorpora reflexiones profundas sobre España y el conflicto entre el tiempo y la angustia existencial. Su obra se basa en abundantes diálogos que crean un contexto especial.
Antonio Machado, con influencias modernistas, expresó un yo poético en su obra, luego evolucionó hacia un tono más reflexivo sobre España. Su estilo es sobrio y con precisión en la adjetivación.
Jacinto Benavente, dramaturgo y Premio Nobel, consideraba el teatro como un medio de evasión, creando obras para la clase media con personajes de poca profundidad.
Valle-Inclán, quien comenzó como modernista, desarrolló un enfoque crítico denominado esperpento, buscando mostrar la esencia de la sociedad a través de la ironía. Su estilo es rico en imágenes.
En las dos primeras décadas del siglo XX, representó un cambio en España, destacando la generación del 14 o novecentismo, con intelectuales proponiendo una revolución desde el poder.
El pensamiento filosófico de Ortega y Gasset fue central para esta generación, considerando la vida humana en su totalidad y un arte que prescinde de la realidad y emociones.
Las etapas de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez incluyen una etapa influenciada por el modernismo, otra en busca de poesía pura y una tercera centrada en la poesía esencial, destacando su obra Platero y yo.
A principios del siglo XX, las vanguardias introdujeron nuevas tendencias artísticas con el deseo de renovación, defendiendo libertad formal y rompiendo con la sintaxis.
La Generación del 27, un grupo de autores que inició su producción en el siglo XX, destacó por su riqueza cultural y renovación poética.
La literatura durante la Guerra Civil se centró en temas relevantes de la época, buscando difundir ideas y animar a los combatientes. Autores de la generación del 27 y hispanoamericanos, como Pablo Neruda y César Vallejo, estaban vinculados a esos eventos.