Portada » Biología » Nutrición y Digestión: Un Viaje por los Alimentos y el Sistema Digestivo Humano
Los alimentos son productos, naturales o elaborados, que proporcionan las sustancias que nuestras células necesitan para vivir.
Las sustancias alimenticias se clasifican en:
Es el compuesto más abundante en los seres vivos y el medio en el que se desarrolla la vida de las células.
Como los cloruros, carbonatos y fosfatos de sodio, potasio y calcio, se encuentran en huesos y dientes, a los que dan consistencia.
Los más sencillos, como la glucosa y la maltosa, tienen sabor dulce; por eso se conocen como azúcares. La glucosa es un azúcar que no puede descomponerse en otros más sencillos. La maltosa está formada por la unión de dos moléculas de glucosa. El almidón y la celulosa son glúcidos complejos que no tienen sabor dulce. Sus moléculas son muy grandes. La celulosa es el componente principal de la fibra alimentaria.
Como las grasas o el colesterol, son sustancias que se disuelven poco o nada en agua. Las grasas insaturadas son líquidas a temperatura ambiente y se denominan aceites. En cambio, las de origen animal o grasas saturadas, como la mantequilla, son sólidas y se conocen como sebos. Una molécula de grasa puede descomponerse en sustancias más sencillas: el glicerol y los ácidos grasos.
Como la hemoglobina o el gluten, son macromoléculas formadas por la unión de centenares o miles de moléculas más simples, los aminoácidos. Hay 20 aminoácidos distintos. Una proteína se diferencia de las demás en el número, tipo y disposición de los aminoácidos que la forman.
Son sustancias orgánicas que necesitamos en cantidades muy pequeñas, pero que son imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo. Las obtenemos a través de los alimentos.
El sistema digestivo está formado por el tubo digestivo y las glándulas digestivas.
Es una abertura que contiene los dientes y la lengua. Los dientes se hallan encajados en las mandíbulas. La dentina está recubierta por el esmalte. Por su parte interna, la pulpa dentaria o nervio del diente, contiene las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos que nutren las encías. La lengua está formada por potentes músculos y abundantes receptores del sentido del gusto.
Es una cavidad común al sistema digestivo y al respiratorio. Por ella pasa el alimento desde la boca hacia el esófago y el aire desde la nariz o la boca hacia la laringe.
Es el conducto por el que el alimento avanza desde la faringe hasta el estómago. Mide aproximadamente 25 cm y el tránsito del alimento tarda entre 10 y 15 segundos.
Es un ensanchamiento del tubo digestivo, con forma de bolsa en «J». Sus paredes poseen músculos muy potentes y tienen numerosos pliegues cuando está vacío, los cuales desaparecen al llenarse. La entrada del alimento desde el esófago se realiza a través de una válvula, el cardias. Otra válvula, el píloro, da paso al intestino delgado. Tiene una capacidad de hasta 2,5 L y el proceso digestivo en él tarda de 2 a 8 horas.
Es un tubo largo, plegado repetidas veces, que comunica el estómago con el intestino grueso. La parte del intestino delgado que se encuentra a continuación del estómago se denomina duodeno, debido a que en los seres humanos tiene una longitud de unos «doce dedos». Mide entre 7 y 8 metros y el proceso digestivo en él tarda de 7 a 8 horas.
Es un conducto más grueso que el intestino delgado, al que rodea. La parte fundamental del tubo tiene forma de «U» invertida y se denomina colon. En la unión del colon con el intestino delgado está el ciego, una bolsa cuyo extremo cerrado lleva una fina prolongación llamada apéndice. La comunicación del colon con el exterior se hace a través de otro tubo, el recto, que termina en el ano. Mide aproximadamente 1,5 metros y el proceso de tránsito puede tardar hasta 15 horas.
Las glándulas digestivas son los órganos encargados de producir los jugos digestivos y verterlos al interior del tubo digestivo.
Son un tipo de proteínas que aceleran la descomposición de las sustancias complejas de los alimentos en sus componentes más sencillos, los nutrientes.
Las glándulas digestivas se presentan de dos formas:
Comprenden tres pares de glándulas cuyos conductos desembocan en el interior de la boca. Producen saliva, fundamental para el inicio de la digestión.
Es una glándula en forma de punta de flecha que se encuentra en la parte izquierda del cuerpo, debajo del estómago. Produce el jugo pancreático y lo vierte al duodeno.
Es la glándula más grande del cuerpo, pesando alrededor de 1,5 kg. Se localiza a la derecha del cuerpo, al lado del estómago. Produce bilis, que se almacena en la vesícula biliar y se vierte al duodeno cuando por él circulan alimentos ricos en grasas.