Portada » Lengua y literatura » Legado Literario Español del Siglo XX: Autores, Obras y Movimientos Fundamentales
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) es una de las figuras más relevantes y complejas de la literatura española del siglo XX.
La Generación del 98 es un grupo de escritores españoles que, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, reaccionaron frente a la crisis moral, política y social que vivió España tras el Desastre del 98.
La madurez de Valle-Inclán se plasma en la creación del «esperpento», un género literario que deforma la realidad para mostrar su lado más grotesco y absurdo.
Luces de Bohemia es la obra teatral cumbre del «esperpento» y está considerada la primera tragedia del género. Narra el último día de la vida de Max Estrella, un poeta ciego.
La Generación del 27 es un grupo literario formado por autores españoles nacidos en las primeras décadas del siglo XX, cuya actividad literaria alcanzó su auge en los años 20 y 30. Estos escritores buscaron una síntesis entre la tradición y la modernidad, desarrollando una de las épocas más brillantes de la literatura española.
Federico García Lorca tuvo una trayectoria teatral marcada por distintas etapas que reflejan su evolución como dramaturgo y su compromiso tanto estético como social.
Yerma es una tragedia en tres actos que narra el drama de una mujer casada que ansía tener hijos, pero no puede concebirlos, enfrentándose a la presión social y a su propio deseo.
La narrativa social española surgió en el contexto de posguerra como una reacción al contexto histórico de la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista. Refleja una profunda preocupación por las desigualdades, la opresión y los conflictos sociales que marcaron la España de la época.
El tremendismo es un movimiento literario surgido en España durante la década de los 40, con el escritor Camilo José Cela como su máximo representante. Se caracteriza por ofrecer una visión descarnada y cruda de la realidad, poniendo especial énfasis en la violencia, el sufrimiento y los aspectos más oscuros de la condición humana.
La familia de Pascual Duarte es una de las obras más representativas del tremendismo.
Miguel Delibes Setién (1920-2010) fue un escritor, periodista y académico español cuya obra literaria abarcó más de seis décadas. Nació en Valladolid en una familia de clase media y estudió Comercio y Derecho en la Universidad de Valladolid. Su primera etapa (1947-1955) mostró una clara influencia del realismo social y el existencialismo.
La novela social de los años 50 en España se inscribe dentro del realismo social y surge como una respuesta a la necesidad de reflejar las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas en el contexto de la posguerra española. El Camino es un claro ejemplo de esta corriente.
Emilia Pardo Bazán (1851-1921) fue una escritora, ensayista y periodista gallega, considerada una de las figuras más importantes del Realismo y Naturalismo en España. Su segunda etapa literaria se caracterizó por el Naturalismo y la madurez de su estilo.
La obra de Pardo Bazán se inscribe dentro del Realismo y Naturalismo, aunque con una visión personal que incorpora elementos del Simbolismo y del Costumbrismo.
El Naturalismo, que ella misma introdujo y defendió en España, se observa en:
Los Pazos de Ulloa es una de las novelas más representativas de Emilia Pardo Bazán y un claro ejemplo del Naturalismo en España. Está narrada por un narrador omnisciente.
Los Pazos de Ulloa es una obra maestra del Naturalismo en España, que a través de una narración minuciosa y personajes complejos, explora las pasiones humanas y la influencia del entorno.
Aunque ya se ha mencionado, es importante recordar que Miguel de Unamuno es una figura central de la Generación del 98, un movimiento que buscó la renovación de España a través de la reflexión intelectual y literaria.
Unamuno concibe la literatura como una herramienta para explorar las grandes cuestiones existenciales que afectan al ser humano: el sentido de la vida, la muerte, la libertad, la inmortalidad y la lucha entre fe y razón.
Unamuno definió Niebla como una «nivola», un término que inventó para distinguir esta obra de las novelas tradicionales, enfatizando su carácter experimental y reflexivo.