Portada » Historia » Historia del Sexenio Democrático Español: De la Revolución de 1868 a la Primera República
El Sexenio Democrático comenzó en 1868 con la expulsión de Isabel II de España (quien moriría más tarde en 1904).
Tras la expulsión de Isabel, se formaría el llamado Gobierno Provisional (finales de 1868 – mediados de 1869). Este gobierno tendría como jefe a Serrano y como ministro de Guerra a Prim.
Más tarde se implantaría la Regencia (mediados de 1869 – 1871), en la que Serrano seguiría siendo jefe de Gobierno, en este caso, como Regente, y el ministro de Guerra seguiría siendo Prim.
A principios de 1871, se implantaría en España la monarquía democrática, teniendo como rey a Amadeo de Saboya. Este reinado duraría poco tiempo (1871 – 1873), ya que Amadeo renunciaría a la corona española.
Tras la partida de Amadeo de España, se proclamó la Primera República Española (1873 – 1874).
La Restauración Borbónica tendría lugar a finales de 1874, con Alfonso XII (hijo de Isabel II) como rey español.
En septiembre de 1868, estalló la denominada “Revolución Gloriosa”, que se inició con una sublevación militar en Cádiz y que contó con el apoyo popular en muchas ciudades españolas.
Los revolucionarios, apoyados por varios generales del ejército, se impusieron de forma rápida y apenas encontraron resistencia. El resultado de esta revolución fue el derrocamiento de la reina Isabel II, quien se vio sorprendida por la insurrección mientras veraneaba en Vizcaya, y su inmediata huida a Francia.
Algunos de los factores que pueden explicar el triunfo de esta revolución son:
La revolución careció de contenido social y económico y tuvo un carácter exclusivamente político. Los objetivos del frente revolucionario fueron el sufragio universal y el derrocamiento de la reina Isabel.
Las tres fuerzas políticas que participaron en la coalición revolucionaria fueron:
El cerebro de esta revolución fue Prim.
En octubre de 1868 se constituyó el Gobierno Provisional (con Serrano como jefe y Prim como ministro de Guerra). Este gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino. Vencieron los progresistas, quienes lograron dominar los debates y las votaciones en las Cortes, donde se elaboró una nueva Constitución.
Este texto constitucional fue el más radicalmente liberal de todos los promulgados en España a lo largo del siglo XIX.
Los aspectos más innovadores y fundamentales de la Constitución fueron:
Tras la aprobación de la Constitución, se creó un Consejo de Regencia. El general Serrano se convirtió en el Regente y el ministro de Guerra fue Prim.
La búsqueda de un nuevo monarca para España fue la primera y principal tarea que afrontó este Gobierno.
Los candidatos debían ser católicos y, a su vez, liberales. (Por tanto, los carlistas y Alfonso, hijo de Isabel II, quedaban excluidos).
Este reinado fracasó rápidamente como consecuencia de conflictos sociales, falta de autoridad, ineficiencia gubernamental, enfrentamientos políticos, movimientos obreros y la existencia de numerosos grupos de oposición a la monarquía democrática.
Los motivos de la abdicación de Amadeo fueron la privación de todo apoyo tras la desintegración de la coalición gubernamental.
Además, la Cuestión Artillera. El gobierno de Ruiz Zorrilla nombró capitán general de las Vascongadas al general Hidalgo. Este tuvo un enfrentamiento con los oficiales de artillería y disolvió el cuerpo de artillería, lo que provocó un enfrentamiento entre Amadeo (quien no quería permitir la disolución) e Hidalgo.
Tras la abdicación de Amadeo de Saboya, se tuvo que tomar una solución de urgencia. En lugar de convocar elecciones para unas nuevas Cortes que decidieran el destino del país, se reunieron conjuntamente el Congreso y el Senado para proclamar la República, una decisión que obtuvo una enorme mayoría de votos a favor.