Portada » Psicología y Sociología » Fundamentos de la Personalidad y el Desarrollo Humano: Un Recorrido Esencial
La personalidad se define como el modo de ser de cada persona, incluyendo su iniciativa, dotes de mando y carisma. Son las pautas de conducta que se manifiestan de forma constante en el individuo. Es la organización dinámica de los aspectos cognitivos, afectivos, conativos, fisiológicos y morfológicos.
El temperamento incluye los aspectos más biológicos y hereditarios de la personalidad. Por otro lado, el carácter abarca los aspectos más ligados a lo aprendido y a la experiencia.
Ernst Kretschmer intentó relacionar la forma corporal con la mentalidad del individuo, centrándose en la idea de que a determinadas conformaciones físicas corresponden determinados rasgos psicológicos. Sus conjuntos son denominados biotipos:
William Sheldon también relacionó la forma corporal con determinados rasgos psíquicos, identificando los siguientes somatotipos:
Sigmund Freud, fundador de la escuela psicoanalítica, postuló que, junto a los procesos conscientes, las personas tienen una vida mental inconsciente que condiciona con gran intensidad lo que hacen y piensan.
El inconsciente puede explorarse a través de la interpretación de los sueños y con la técnica de la asociación libre. Freud propuso tres entidades fundamentales en la estructura de la personalidad:
En cada momento evolutivo del desarrollo, se manifiestan más unas u otras entidades. Según las vivencias desarrolladas en cada etapa, el sujeto va conformando su personalidad en función del grado con el que ha superado cada una de ellas. Esto da lugar a los siguientes tipos de personalidad:
Carl Gustav Jung propuso una clasificación de tipos psicológicos basada en la dirección de la energía psíquica:
Además, Jung identificó funciones psicológicas que pueden ser racionales o irracionales:
Raymond Cattell utilizó el método del análisis factorial para identificar una serie de factores que conforman la personalidad de los individuos. Algunos de estos factores incluyen:
Según la intensidad de la manifestación de estos rasgos en la personalidad del individuo, se puede obtener una clara idea de su perfil psicológico.
El desarrollo evolutivo es el conjunto de cambios físicos y psicológicos que experimentan los seres vivos, en nuestro caso la especie humana, desde el nacimiento hasta la muerte.
El conocimiento de dichas etapas evolutivas es muy provechoso para un animador deportivo, ya que le permitirá disponer de recursos adecuados para resolver determinados conflictos. También ayudará a planificar actividades según la maduración evolutiva de los participantes.
A lo largo de este período, el sistema nervioso se desarrolla de forma caudo-craneal. No hay evidencias electroencefalográficas de que antes de la semana 28 de vida exista actividad mental. En cuanto a los aspectos preventivos, se recomienda no realizar ejercicios físicos bruscos ni consumir alcohol.
Es un ser muy poco activo. Entre los reflejos típicos de esta etapa se encuentran:
A los tres meses, el bebé es capaz de mantener la cabeza erguida; a los ocho meses, se mantiene sentado; y a los diez meses, puede mantenerse erguido si se sujeta. El gateo aparece hacia los ocho o nueve meses.
Va distinguiendo las voces familiares de las de los extraños. A partir de los seis meses, el niño manipula objetos cogiéndolos, y entre el tercer y cuarto mes aparece el balbuceo.
Al año y medio, sube con ayuda los escalones. En sus juegos, se dedica a lo suyo y no le gusta compartir sus juguetes con otros. Aprende a pedir ayuda para sus necesidades excretoras y empieza a controlar sus esfínteres. Pasa por la fase de las palabras-frase para empezar a unir palabras y formar palabras-prefases.
Su pensamiento atraviesa la fase mágica, donde relaciona o asocia la realidad con fantasías. El juego consiste en romper objetos, hasta que a los tres o cuatro años empieza a construirlos. También comienza el juego comunitario.
Sobre los siete años, aparecen cambios físicos denominados primera desarmonización o primer estirón. Esto conlleva una cierta torpeza en los juegos para pasar en los siguientes años a una gran actividad física. Empieza a evidenciarse la elección de los juegos por niños y niñas. Sobre los siete años, empiezan las operaciones concretas, y puede verse la aparición de cierta responsabilidad ante las tareas.
Los patrones motores con respecto a las diversas habilidades básicas van mejorando. Hay estudios que indican superioridad en estos logros de los niños sobre las niñas.
La pubertad consiste en los cambios físicos que se experimentan entre los doce y los dieciséis años, mientras que la adolescencia consiste en los cambios psicológicos que experimentan los humanos entre los doce y los dieciocho años.
Se produce una segunda desarmonización, con crecimiento en estatura y alargamiento de los miembros. Se desarrollan los caracteres sexuales primarios y secundarios. El interés por el desarrollo y los cambios del propio cuerpo hacen del adolescente un sujeto continuamente atento a ellos (exploraciones ante el espejo, comparaciones, temores ante su nuevo aspecto). Las conductas sexuales autoeróticas empiezan a manifestarse, aunque las normas sociales obligan a ocultarlas, en distinto grado según las culturas. El adolescente experimenta el desarrollo intelectivo del pensamiento abstracto. Este desarrollo hace que se puedan producir crisis enojosas con respecto a la posición de los adultos.
El adolescente pasa por crisis emotivas que le pueden hacer buscar la soledad, el distanciamiento de los adultos y la búsqueda de