Portada » Lengua y literatura » Evolución del Teatro Español Contemporáneo: De la Posguerra al Siglo XXI
La creación teatral de la época estuvo limitada por la censura, lo que llevó a los dramaturgos a crear obras acordes a los gustos de las masas burguesas.
Las características de este teatro eran el entretenimiento (siguiendo la línea del teatro cómico), la promoción de valores tradicionales, una crítica contenida y el final feliz.
En cuanto a los temas, se distinguen dos tipos de obras:
El estilo que caracteriza a este teatro se define por los ambientes burgueses, las piezas redondas con un lenguaje muy cuidado, la aparición de personajes de la burguesía o nobleza, y el empleo de técnicas cinematográficas como los saltos temporales.
Los autores más representativos son:
Otros continuadores de la comedia burguesa fueron:
Durante el franquismo, la censura afectó especialmente al teatro, lo que obligó a los autores a ser particularmente cuidadosos con los temas de sus obras. En los años 40, surgió un teatro soterrado que apenas tuvo difusión. Sin embargo, en los 50, apareció una corriente de teatro existencial, iniciada por Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo. Posteriormente, se desarrolló un teatro social que abordaba temas como la injusticia social, con obras destacadas como La mordaza de Alfonso Sastre, entre otras.
Con sus obras más conocidas, como Historia de una escalera (1949), En la ardiente oscuridad (1950) y El tragaluz (1967).
Aborda problemas existenciales a través de hechos históricos, con obras como Las meninas o El concierto de San Ovidio.
Trata temas como la tortura y la degradación humana, con obras como La fundación. Con la llegada de la democracia, sus obras adoptan un lenguaje más directo.
Otros autores relevantes:
Las influencias europeas impulsaron una evolución teatral, que comenzó a concebirse como un espectáculo total, incorporando nuevas técnicas y colaborando con otras artes como la danza o la música.
Nosferatu o Pelo de tormenta.
El baile de los ardientes o La señora Tártara.
Sombra y quimera de Larra.
Los principales cambios tras el final del franquismo incluyen:
El cerco de Leningrado o ¡Ay, Carmela! (1986).
Marsal Marsal y sus versiones Ñaque o Trilogía americana.
Otros autores:
En esta época proliferaron compañías de teatro independiente, muchas de ellas experimentales, como Els Comediants, La Fura dels Baus, Els Joglars, La Cuadra y Dagoll-Dagom. Destaca especialmente Albert Boadella, cuyas obras suelen ser satíricas, trágicas y cómicas, y a menudo polémicas por su fuerte crítica. Algunas de sus obras son La torna o M-7 Catalònia.
En cuanto a la escenografía, se observa una mayor interacción con el público, la reivindicación del teatro clásico y el empleo innovador de los medios de comunicación.