Portada » Lengua y literatura » De la Comedia Burguesa al Esperpento de Valle-Inclán
Debemos tener en cuenta que el género teatral está destinado a ser un espectáculo representado, por lo que se encuentra sometido a condiciones comerciales muy grandes. Esto implica que, en lo ideológico, no se admiten grandes críticas y, en lo estético, hay resistencias a lo más innovador. En el siglo XVI fue cuando empezó a desarrollarse, y su mayor éxito fue durante el siglo XVII.
Hablamos de dos tipos de teatros en los inicios del siglo XX:
En gran parte, este modelo triunfó a finales del siglo XIX. Se siguen tres tendencias en esta línea:
Ya sea aportando nuevas técnicas o adoptando nuevos enfoques ideológicos. En esta línea se encuentran:
Jacinto Benavente fue el gran modernizador del teatro español. Es la figura que mejor representa las limitaciones del momento. En su primera obra, El nido ajeno, aceptó los límites impuestos por el público del momento y alcanzó el éxito económico. En sus obras se retrata a la burguesía, que era su público habitual, pero sin traspasar los límites de una crítica dulzona.
Su lugar en la historia del teatro se debe al contraste que supuso con las corrientes que tenían éxito cuando él llegó a la escena; acabó con los restos del drama romántico. Destaca su habilidad escénica y la fluidez de sus diálogos. Para él, el teatro debía ser un medio o instrumento de evasión y de ilusión. Su obra tiene dos etapas:
¿Cómo consigue Jacinto Benavente modernizar el teatro español? Lo hace escribiendo en prosa, con diálogos ágiles y adaptando el registro a la condición de cada personaje. Los temas están tomados de la sociedad de su época, centrándose en la burguesía, y son tratados combinando el humor con los sentimientos. Entre sus obras encontramos también La malquerida.
El radical rechazo de los empresarios comerciales por todo intento de experimentación, sumado al escaso interés de este teatro en el público, hizo que la mayoría de las obras de este periodo no subieran al escenario en su momento. Tal es el caso de lo ocurrido con el teatro de Unamuno y Azorín, quienes no hicieron nada por conseguir el favor del público.
En las obras de Unamuno se produce una especie de monodiálogo; las ideas se exponen pero no cuajan en la acción dramática. Azorín se inició en el teatro en un momento en el que el grupo del 27 se preparaba para darse a conocer como tal. Su intento de renovar la escena coincidió con el auge del surrealismo. Sus intentos renovadores no resultaron, aunque en sus piezas teatrales destacan los grandes decorados y la estética.
El teatro de las primeras décadas del siglo XX solo alcanzó la cima con la obra de Valle-Inclán y de Federico García Lorca.
El teatro de Valle-Inclán es una de las más extraordinarias aventuras del teatro europeo contemporáneo y el de más absoluta originalidad en el teatro español del siglo XX. Es el gran innovador de nuestra escena. Su obra tiene dos etapas: una primera más cercana al Modernismo y una segunda etapa de conciencia social.
Sus escritos se caracterizan por la originalidad y la teatralidad; son opuestos a la estética realista burguesa y rompen con los movimientos anteriores. A Valle todo le servía para convertirlo en literatura:
En Divinas palabras representa un drama violento, reconstruye la Galicia mítica y los personajes se ven rodeados de miserias y supersticiones. Realiza una crítica a la Iglesia como institución. La deformación esperpéntica del mundo ya está presente en ella, pero es Luces de bohemia la primera obra a la que Valle da el nombre de esperpento.
Con esta palabra, el autor designa una nueva forma de ver el mundo, ya que deforma y distorsiona la realidad para presentarnos la imagen real que hay tras ella. El esperpento sería un género literario propio del siglo XX, surgido cuando todos los mitos clásicos han caído: la religión, la patria, la política y la fe en la bondad del ser humano. Los personajes del esperpento no evolucionan; son una especie de prototipo. Para Valle, la tragedia moderna es el esperpento.
Luces de bohemia es un epitafio al modernismo; la obra es una dura crítica contra el sistema político, económico, social y cultural del momento. En los años siguientes escribe tres esperpentos bajo el título de Martes de Carnaval. Estas tres obras sirven a Valle para burlarse de un tema tan arraigado en ese momento: lo militar.
Su teatro se asocia con las corrientes europeas del momento y podemos verlo, sobre todo, en tres características esenciales:
