Portada » Filosofía » Fundamentos de la Filosofía: Pensadores Clave, Conceptos Metafísicos y Epistemología
Andrónico de Rodas: Filósofo griego del siglo I a.C., conocido principalmente por ser el responsable de la edición y organización de las obras de Aristóteles. No se sabe mucho sobre su vida personal, pero su trabajo fue crucial para la preservación y difusión del pensamiento aristotélico.
Hegel (Georg Wilhelm Friedrich Hegel): Filósofo alemán (1770-1831), una figura central del idealismo alemán. Su filosofía se centra en la dialéctica, un proceso de tesis, antítesis y síntesis, que impulsa el desarrollo de la historia y el pensamiento. Obras clave incluyen Fenomenología del Espíritu y Filosofía del Derecho.
George Berkeley: Filósofo irlandés (1685-1753), obispo de Cloyne, conocido por su idealismo subjetivo. Berkeley argumentaba que «ser es ser percibido» (esse est percipi), lo que significa que la existencia de un objeto depende de su percepción por una mente. Su obra principal es Tratado sobre los Principios del Conocimiento Humano.
Lucrecio (Titus Lucretius Carus): Poeta y filósofo romano (c. 99-55 a.C.), autor del poema épico De Rerum Natura («Sobre la Naturaleza de las Cosas»). Lucrecio expuso la filosofía atomista de Epicuro, argumentando que el universo está compuesto de átomos y vacío, y que el objetivo de la vida es alcanzar la tranquilidad mental a través de la comprensión de la naturaleza.
Jean-Paul Sartre: Filósofo, escritor y crítico francés (1905-1980), una figura clave del existencialismo. Sartre defendía que «la existencia precede a la esencia», lo que significa que los seres humanos nacen sin una naturaleza predefinida y son libres de crear su propio significado a través de sus elecciones y acciones. Obras importantes incluyen El Ser y la Nada y El Existencialismo es un Humanismo.
Gottfried Wilhelm Leibniz: Filósofo y matemático alemán (1646-1716), uno de los pensadores más importantes del siglo XVII. Leibniz desarrolló el cálculo infinitesimal (independientemente de Newton), propuso la idea de las mónadas (unidades indivisibles de sustancia) y argumentó que vivimos en «el mejor de los mundos posibles». Sus obras incluyen Discurso de Metafísica y Monadología.
Jürgen Habermas: Filósofo y sociólogo alemán (1929-), conocido por su teoría de la acción comunicativa y su defensa de la democracia deliberativa.
Idea: Representación mental de un objeto o concepto. En filosofía, las ideas pueden ser innatas (presentes desde el nacimiento) o adquiridas a través de la experiencia.
Sustancia: Aquello que existe por sí mismo y sirve de soporte a las cualidades o accidentes. En la filosofía aristotélica, la sustancia es la entidad individual y concreta.
Materia: El sustrato físico del universo, aquello que ocupa espacio y tiene masa. En la filosofía aristotélica, la materia es uno de los dos principios constitutivos de las cosas, junto con la forma.
Esencia: La naturaleza fundamental de algo, aquello que lo define y lo hace ser lo que es. La esencia es lo que permanece constante a través de los cambios accidentales.
Existencia: El hecho de ser, de tener realidad. En el existencialismo, la existencia precede a la esencia, lo que significa que los seres humanos primero existen y luego se definen a sí mismos a través de sus elecciones.
Contingente: Algo que puede ser o no ser, que no es necesario. Un evento contingente es aquel que podría haber ocurrido de otra manera.
Necesario: Algo que no puede no ser, que es inevitable. Una verdad necesaria es aquella que es verdadera en todos los mundos posibles.
Hilemorfismo: Teoría filosófica (especialmente asociada con Aristóteles) que sostiene que todas las cosas están compuestas de materia y forma. La materia es el sustrato, mientras que la forma es la estructura u organización que le da su identidad.
Noúmeno: En la filosofía de Kant, el noúmeno es la cosa en sí misma, tal como es independientemente de nuestra percepción. A diferencia del fenómeno (la cosa tal como la experimentamos), el noúmeno es incognoscible.
Nihilismo: Creencia de que la vida carece de significado, propósito o valor intrínseco. El nihilismo puede manifestarse como la negación de la moral, el conocimiento o la existencia misma.
Tecnología: Aplicación de conocimientos científicos para resolver problemas prácticos. Implica el uso de herramientas, técnicas y sistemas.
Saber artístico: Conocimiento y habilidad para crear obras de arte. Se basa en la creatividad, la estética y la expresión personal.
Certeza: Estado mental de seguridad completa en la verdad de una proposición. Implica la ausencia de duda.
Lógica: Ciencia que estudia los principios del razonamiento válido. Se ocupa de la estructura y la forma de los argumentos.
Ciencia: Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y la experimentación, organizados sistemáticamente. Busca explicar y predecir fenómenos naturales y sociales.
Ontología: Rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser, la existencia y la realidad. Se pregunta qué cosas existen y cuáles son sus categorías fundamentales.
Verificación: Proceso de confirmar la verdad de una hipótesis o teoría mediante la evidencia empírica.
Falsación: Proceso de refutar una hipótesis o teoría mediante la evidencia empírica. Karl Popper propuso que la falsabilidad es un criterio clave para distinguir la ciencia de la pseudociencia.
Modelo (Paradigma): Marco conceptual o patrón que proporciona una visión del mundo compartida por una comunidad científica. Incluye teorías, métodos y valores.
Premisa: Proposición que sirve de base para un argumento. Las premisas se utilizan para llegar a una conclusión.
Positivismo: Corriente filosófica que sostiene que el conocimiento válido es el que se basa en la experiencia y la observación. Rechaza la metafísica y la especulación.
Racional: La palabra scientia (en griego, episteme, ‘conocimiento verdadero’) define un saber más preciso que el de la experiencia cotidiana, que, según Platón, conduce a una realidad «más verdadera», a un conocimiento universal.
Sistemático: La ciencia se basa en principios que orientan la investigación, utiliza un método que describe los pasos para obtener un conocimiento adecuado y obtiene resultados (hipótesis, leyes, teorías) que son modelos explicativos.
Objetivo: Describe de forma exacta la realidad, no depende de nuestros deseos. La ciencia es predictiva, es decir, adelanta y controla los hechos que estudia. Mide los fenómenos que aborda y los expresa de forma matemática.
Contrastable: Tiene carácter experimental, se apoya en hechos y sus conclusiones son comprobables (verificables) y repetibles en nuevos experimentos.
Mejorable: La ciencia se perfecciona para ajustarse a los hechos. Necesita institucionalizarse, producir resultados públicos, aceptados por la comunidad científica y divulgados a la sociedad. Las conclusiones pueden ser cuestionadas y revisadas o desechadas en el caso de que resulten incorrectas.
Idealismo objetivo: Representada por Platón, esta corriente establece la existencia de las ideas (la verdadera realidad) de manera independiente de lo material.
Idealismo subjetivo: Afirma que solo existen las mentes y los contenidos mentales. Ser es ser percibido. Destaca como representante de esta corriente George Berkeley.
Idealismo trascendental: Es una propuesta de Immanuel Kant. Las ideas son condiciones para el conocimiento; su existencia «real» no puede ser comprobada.
Idealismo absoluto: Propuesto por G. W. F. Hegel, asume que la realidad tiene detrás un «plan», una gran idea, que debe realizarse y que denomina «espíritu absoluto».
La realidad está compuesta por un único principio.
La realidad se reduce a dos principios.
La realidad se compone de múltiples sustancias o principios.
Las ideas son realidades independientes del mundo físico. Para Platón, son las únicas realidades posibles, ya que de ellas deriva el mundo físico. Las ideas son los modelos de las cosas del mundo. Es lo real, lo verdadero, el ser.
Es un mundo de apariencias (de sombras). Es el lugar donde se da el cambio y el movimiento y, por tanto, no puede darse verdadero conocimiento. Las cosas son tan solo copias del otro mundo: participan de las ideas, de los objetos reales (sin ellos no podrían ser sombra de nada).
Los universales existen: las ideas son «reales» y, además, son la esencia de las cosas particulares, que no podrían existir sin ellas. Existen en una realidad aparte del mundo sensible y son independientes de las cosas. Esta concepción platónica fue adaptada al cristianismo por Agustín de Hipona, con su teoría del ejemplarismo: las esencias o ideas ejemplares existen en la mente de Dios, quien crea a partir de ellas la realidad, dotando a los seres de existencia.
Las ideas existen, pero no de manera independiente o separada de las cosas, sino formando parte de las sustancias. Son las «formas» de las cosas, según Aristóteles. Esta teoría fue defendida por Tomás de Aquino, para quien los universales están en las cosas «en potencia». Cuando el entendimiento descubre esa forma o idea mediante el proceso de abstracción, la actualiza, por lo que las ideas alcanzan su plenitud al ser pensadas.
Los universales son meras palabras, «sonido y vibración del aire»: para el nominalismo solo existen las cosas individuales. El representante más destacado de estos postulados fue Guillermo de Ockham, para quien los conceptos universales solo están en la mente, permitiéndonos conocer las cosas y hablar de ellas; esto es el conceptualismo. Podemos conocer lo particular porque las palabras tienen significado, es decir, capacidad para nombrar muchos individuos.
