Portada » Lengua y literatura » Literatura Barroca Española: Corrientes, Autores y Obras Clave del Siglo de Oro
La literatura barroca está marcada por la crisis del país. Los autores expresan desengaño y rebeldía, a diferencia del equilibrio del Renacimiento. Usan un lenguaje complejo y original para impresionar y emocionar.
El estilo barroco es más complicado y artificial que el renacentista, buscando impresionar. Se distinguen dos corrientes:
En el siglo XVII, los poetas buscan destacar con textos complejos. Se distinguen dos tipos de lírica:
Luis de Góngora (culteranista): Poeta inteligente y sensible, buscaba la belleza y la perfección. Era conocido por su carácter serio y por sus enfrentamientos con otros poetas, como Quevedo, defendiendo el culteranismo. Murió arruinado en Córdoba, su ciudad natal, tras perder la memoria por una apoplejía.
La producción poética de Góngora está formada por una vertiente popular y otra culta.
Máximo representante del conceptismo, estilo que destaca por el ingenio en el contenido y el uso de dobles sentidos. Valora más sugerir ideas y jugar con el significado que cuidar la belleza formal del lenguaje.
Puede clasificarse en tres grupos según su tema:
Incluye villancicos, letrillas y romances que imitan la lírica tradicional castellana. Se caracterizan por un lenguaje claro y sencillo, y están dirigidas a un público general.
Aunque es más conocido por el teatro, también escribió muchos poemas, tanto cultos como populares. En su poesía expresa su vida personal, con temas como el amor, las desgracias y las crisis religiosas. Recoge formas tradicionales populares y las recrea y enriquece, especialmente el romance, el villancico y la seguidilla, que a veces aparecen en sus obras teatrales.
Sor Juana Inés de la Cruz fue una religiosa y escritora del Siglo de Oro con una obra muy amplia y variada. Aunque escribió teatro y prosa, destacó por su poesía, donde abordó temas como el amor verdadero, la virtud y el valor, y la mitología. Usó formas poéticas como la redondilla, el villancico, el romance y el soneto. Su estilo es claramente barroco y algunos estudiosos ven en su obra una defensa de la igualdad y del derecho de la mujer a aprender, lo que se interpreta como un cierto feminismo.
El género dramático alcanzó su máximo esplendor durante la época barroca, cuando se convirtió en un espectáculo popular al que asistían personas de todas las clases sociales. Hasta finales del siglo XVI, en España no existían lugares específicos para el teatro. Sin embargo, con la creciente popularidad de las obras, surgieron los «corrales de comedias», espacios fijos en las ciudades destinados a las representaciones teatrales.
El origen de estos espacios lo encontramos en los patios traseros de las casas vecinales, cuya estructura se amoldaba a las necesidades escénicas. La distribución del público es un reflejo de la sociedad de la época, donde cada grupo tenía su espacio.
La comedia nueva es un género que rompe con las normas del teatro clásico y crea una forma teatral adaptada a los gustos del público. Se convierte en un fenómeno de interés nacional y profesionaliza el oficio teatral. Lope de Vega es considerado el precursor de esta nueva forma de teatro. En su obra Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, establece las bases de la comedia nueva, que se caracteriza por:
El lenguaje y la versificación se adaptan al contexto y destacan por su expresividad y ritmo.
Aunque al principio siguió el estilo de Lope de Vega, las obras de Calderón adquirieron un tono más culto, reflexivo y filosófico, reflejando el pesimismo y desengaño de la época. Su obra se clasifica en tres géneros principales:
Los personajes en las obras de Calderón son menos numerosos que en las de Lope y están más elaborados. Su comportamiento refleja las ideas barrocas que el autor busca transmitir.
Calderón utiliza recursos literarios como metáforas, hipérbatos, antítesis y otros elementos estilísticos para lograr la belleza formal de sus composiciones.