Portada » Historia » La Pepa: Constitución de 1812 y su Impacto Histórico
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los ideales liberales experimentaron un fuerte avance en España, lo que llevó al desarrollo de la primera experiencia constitucional. En este contexto, las Cortes de Cádiz, compuestas por una amplia representación de la nación, se convirtieron en un espacio de debate y reflexión sobre el futuro de España, donde se gestó la Constitución de 1812. El proceso de elaboración de este documento fue complejo y estuvo marcado por las tensiones entre los sectores liberales y absolutistas. A pesar de los desafíos, las Cortes lograron aprobar una Constitución que sentó las bases del Estado liberal en España.
Esta labor estuvo encaminada a terminar con el Antiguo Régimen y crear un nuevo Estado liberal.
La Constitución de 1812 estuvo en vigor en varios periodos: entre marzo de 1812 y mayo de 1814; entre 1820 y 1823; y de 1836 a 1837. A pesar de su breve vigencia, muchos de sus principios se desarrollaron a lo largo del siglo XIX. Además, durante años fue un texto referencial y mítico, especialmente para el liberalismo progresista. Su influencia trascendió las fronteras españolas, siendo crucial en el desarrollo del constitucionalismo hispanoamericano y alentando el espíritu revolucionario en las primeras décadas del siglo XIX.
La fotografía titulada «¡No pasarán! Madrid será la tumba del fascismo» fue tomada a finales de 1936 por Alfonso Sánchez Portela, miembro de la Sección Fotográfica de Defensa de la República. Se trata de una imagen propagandística utilizada por el Gobierno republicano durante la Batalla de Madrid, en un momento en que las tropas franquistas amenazaban con tomar la capital. El objetivo era reforzar el ánimo de la población y mostrar unidad frente al enemigo. La imagen forma parte del archivo del Museo Reina Sofía y pertenece a una campaña más amplia de propaganda visual desarrollada por la República durante la Guerra Civil.
En la imagen se observa un gran cartel colgado entre dos edificios de una calle madrileña, con las frases «¡No pasarán!» y «Madrid será la tumba del fascismo». Estas expresiones muestran la firme resistencia del pueblo madrileño frente al avance de los sublevados, apelando a la lucha y la determinación. «¡No pasarán!», popularizada por Dolores Ibárruri, se convirtió en un grito de guerra simbólico. El hecho de que el cartel esté sobre las vías del tranvía indica que la ciudad entera —incluidos los civiles— estaba implicada en la defensa. La imagen representa cómo el espacio urbano se convirtió en un lugar de resistencia simbólica y real, mezclando elementos ideológicos, emocionales y de acción colectiva.