Portada » Lengua y literatura » La Evolución de la Poesía Española desde 1939: Movimientos y Autores Clave de la Posguerra
La situación de nuestro país en la inmediata posguerra es de desolación. Se percibe una total falta de libertad poética y la sociedad está cercada por la miseria y el hambre. En la literatura y en la poesía surgen dos caminos principales: aprobar la nueva situación o reflejar la desesperanza. Estas posturas son definidas por la literatura arraigada y la literatura desarraigada.
Cultivada por los autores de la Generación del 36, adopta una forma clasicista. Se alejan de toda innovación formal y ofrecen una visión épica de la realidad y un optimismo que contrasta con la pobreza y la desilusión diarias que vive la mayoría. Utiliza un tono retórico. Es una poesía intimista que canta al amor, al paisaje, a la belleza de la tierra y al sentimiento religioso.
Refleja el ser humano en tiempos de angustia y dolor, y de falta de fe en el futuro. Abordan temas que son verdaderas preocupaciones existenciales, como la muerte, la tristeza, la soledad, la desesperación y la búsqueda de la fe o del amor. La influencia de Miguel Hernández fue decisiva. Rechazan el formalismo con un tono apasionado y desgarrador.
La obra Hijos de la ira (Dámaso Alonso) representa una visión angustiada de la realidad, un mundo dominado por el odio y la injusticia en el que Dios está ausente.
Los escritores salen de su angustia interior y contemplan lo que sucede en la calle. Su punto de vista cambia e intentan presentar poco a poco un tono enérgico de testimonio, protesta o denuncia de la situación social. Exigen un cambio en la sociedad y creen que la literatura puede ser el motor de esa transformación.
El concepto de poesía se plasma en tres características fundamentales:
Los temas tratados son la denuncia de la marginación, el paro o la falta de libertad. En cuanto al estilo, emplean un lenguaje transparente, a veces coloquial. Tienen predilección por el verso libre y las construcciones sintácticas simples o yuxtapuestas.
Esta generación marca el camino de la renovación poética de la década siguiente. Algo más jóvenes que los poetas sociales, comparten con ellos una visión crítica de la realidad y una similar atención a los problemas de la colectividad. Les define una actitud humanista y la preocupación por los problemas del ser humano, tanto morales y sociales como existenciales e históricos.
Son presentados como un movimiento de ruptura vanguardista con la poesía social e indagador de un nuevo lenguaje que llega al experimento formal.
En los contenidos utilizan referencias al cine, la música o el cómic. En lo formal recogen aspectos de las vanguardias del siglo XX, en especial del surrealismo. Algunos de sus textos son auténticos caligramas o collages.
El panorama poético de las últimas décadas del siglo XX es de una gran complejidad debido a la convivencia literaria de poetas procedentes de distintas generaciones. Por un lado, continúan su obra muchos poetas ya consagrados de generaciones anteriores y empiezan a publicar en revistas y antologías otros más jóvenes. Cabe destacar la irrupción de las mujeres en la poesía a finales del siglo XX.
De todas las teorías se imponen dos corrientes principales:
A partir de los 90 resulta difícil sistematizar la gran diversidad de corrientes poéticas de los últimos años: unas vuelven a la tradición, otras continúan con la experimentación vanguardista y algunas se reafirman en su propia individualidad.