Portada » Historia » Historia de España: De la Regencia de María Cristina al Estallido de la Guerra Civil (1885-1936)
En 1885 falleció el rey Alfonso XII. Varios meses después nació su hijo Alfonso XIII, por lo que su madre, la reina María Cristina, ejerció la Regencia hasta la mayoría de edad del monarca. Los partidos Conservador y Liberal se comprometieron a mantener el turno de partidos para garantizar la estabilidad de España. Hasta finales del siglo XIX, Cánovas y Sagasta se sucedieron en gobiernos conservadores y liberales.
El movimiento independentista cubano resurgió en 1879, 1885 y 1895. En 1895, José Martí inició una insurrección en la isla. A pesar de las tropas enviadas desde la península, el ejército español vio diezmadas sus filas por los continuos ataques de los insurrectos y las epidemias. En 1896 estalló también el movimiento independentista en Filipinas.
La explosión del acorazado estadounidense Maine en 1898 en La Habana sirvió de pretexto a Estados Unidos para declarar la guerra a España. Tras la guerra, se firmó el Tratado de París por el que España renunció a Cuba, declarada independiente, pero bajo administración de Estados Unidos, mientras que Filipinas y Puerto Rico se convirtieron en colonias estadounidenses.
La derrota provocó una fuerte crisis en la opinión pública. Una de sus consecuencias fue el Regeneracionismo, un movimiento intelectual cuya máxima figura fue Joaquín Costa.
En 1902, Alfonso XIII fue declarado mayor de edad. La Constitución de 1876 siguió vigente y se mantuvo el turnismo. En el Partido Conservador destacó Antonio Maura y en el Partido Liberal, José Canalejas (impulsor de la Ley del Candado).
El periodo estuvo marcado por la inestabilidad social y política:
Tras la pérdida en Marruecos de más de 10.000 españoles, se acusó de negligencia a varios mandos militares. Antes de confirmarse estas acusaciones, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado con el apoyo del rey. Se implantó una dictadura militar.
La dictadura se mantuvo hasta 1930 gracias a la prosperidad económica de los primeros años. Se realizaron obras públicas y se potenciaron las industrias. Se crearon monopolios, especialmente en las telecomunicaciones y el suministro de petróleo.
La oposición al rey era muy fuerte por considerarlo cómplice de la dictadura. Políticos republicanos y catalanes firmaron el Pacto de San Sebastián en 1930 con el objetivo de derrotar a la monarquía.
El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales que dieron el triunfo a las candidaturas republicanas en casi todas las capitales de provincia. Alfonso XIII se exilió y se formó un Gobierno Provisional que proclamó la Segunda República Española el 14 de abril de 1931. El nuevo gobierno fue presidido por Niceto Alcalá Zamora.
Las Cortes elaboraron la Constitución de 1931 que implantó un régimen plenamente democrático, caracterizado por:
La Constitución no logró el consenso de toda la población, por lo que el ambiente político se crispó. En diciembre de 1931, los republicanos más moderados dejaron el gobierno, descontentos por los artículos de la Constitución relativos a la religión. Durante este periodo se impulsaron importantes reformas:
Manuel Azaña dimitió y se convocaron nuevas elecciones. Los partidos de centro y de derecha lograron un gran éxito. El centro-derecha ganó las elecciones y, apoyado por la CEDA, el Partido Radical se hizo cargo del gobierno. Los gobiernos del bienio modificaron o suspendieron reformas del periodo anterior.
La revolución triunfó en Asturias, pero fue duramente reprimida por el ejército. En Cataluña, el gobierno autónomo se sumó a la insurrección y proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española.
Los grupos de izquierda se presentaron a las elecciones de 1936 unidos en el Frente Popular, integrado por socialistas, comunistas, republicanos de izquierda y algunas fuerzas nacionalistas. El Frente Popular ganó las elecciones con un número de votos muy ajustado, aunque logró suficientes escaños para formar gobierno.
La conflictividad social aumentó: se produjeron huelgas, incendios de iglesias y enfrentamientos entre falangistas y militantes de las organizaciones obreras. El 12 de julio de 1936, pistoleros de la derecha asesinaron al Teniente Castillo, conocido militar de izquierdas. Un día después, los compañeros del Teniente Castillo asesinaron a Calvo Sotelo, líder de la derecha. Este acontecimiento precipitó la sublevación de las tropas españolas del Norte de África el 17 de julio de 1936, dirigidas por el General Franco.
