Portada » Lengua y literatura » Grandes Novelistas Españoles del Siglo XIX: Galdós, Clarín y Pardo Bazán
Esta obra pertenece a la segunda época de Galdós y representa la cumbre del realismo. En ella, Galdós utiliza personajes que ya habían aparecido o que aparecerán en otras obras suyas. El ambiente es madrileño y los personajes se mueven en lugares como la Plaza Mayor… Es el retrato de un momento histórico. Aparece un gran número de personajes secundarios. La acción es lenta, pero gracias a los acontecimientos, el ritmo será muy rápido. Destaca el estudio psicológico que hace de Fortunata. Esta es la mujer fecunda, apasionada, de ideas no convencionales, de modales brutos, mujer del pueblo. Frente a esta, se nos presenta a Jacinta, la mujer de la alta burguesía, refinada, de ideas convencionales. Fortunata tiene como idea principal amar, aunque no esté casada con Juanito Santa Cruz (marido de Jacinta). Esta última tiene un hijo con su marido y al final muere desangrada como símbolo de generosidad. Galdós nos dice que era un ángel, pues con querer resolvía todo.
Misericordia pertenece a la tercera época de Galdós. Es una novela muy realista y en ella el autor presenta a la clase baja de Madrid. Benina pide limosna a la puerta de la Iglesia de San Sebastián. Mantiene a su señora Doña Paca. Es llevada a prisión por pedir limosna en compañía del ciego Almudena. Al volver con su ama, resulta que esta ha recibido la herencia de un familiar y la echa sin contemplaciones a la calle. Doña Fresquito le echa en cara a Doña Paca su ingratitud. Finalmente, la nuera de Doña Paca tiene la monomanía de que sus hijos van a morir y solo se salvarán si se lo dice a Benina. Esta le dice: “Ve a tu casa y no vuelvas a pecar”. Benina es vieja, fea, sarnosa, mentirosa, pero está llena de caridad y generosidad hacia los demás. Almudena es un moro ciego, sucio, que es capaz de elevados sentimientos de amor. Al final, nos presenta a Benina como Jesucristo, a la misma altitud espiritual. Llega a esta etapa porque tuvo misericordia.
Doña Nina no le guarda ningún rencor ni ningún odio hacia Paca a pesar de lo mal que esta se había portado con ella. Nina cree que probablemente Doña Paca estará arrepentida y que se acordará de ella, aunque lo más probable, viendo cómo Doña Paca se comportó, es que ya la habrá olvidado.
Leopoldo Alas, conocido como “Clarín”, forma con Pérez Galdós la pareja de grandes novelistas españoles del siglo XIX. De familia asturiana, nace en Zamora, donde su padre era gobernador civil. En 1863, la familia se afincó en Oviedo, ciudad con la que uniría una estrecha relación y que se convertiría en la protagonista de su obra maestra “La Regenta”. Estudió en Oviedo con brillantes calificaciones, donde cursó la carrera de Derecho y entró en contacto con los krausistas. Al mismo tiempo, colaboraba en El Solfeo, de orientación republicana, donde comenzó a utilizar el seudónimo “Clarín” para firmar sus artículos. Aunque ganó las oposiciones, no pudo tomar posesión por culpa de la injusta intervención del ministro de Fomento, que se vengó así de las sátiras que el escritor le había dirigido desde la prensa. En 1882, consiguió la cátedra de Economía Política de la Universidad de Zaragoza y el año siguiente se trasladó a la cátedra de Derecho Romano de la Universidad de Oviedo. Sus artículos literarios y satíricos alcanzaron gran popularidad, pero su mordacidad le valió numerosas enemistades e incluso algún duelo. En 1891, fue elegido concejal republicano del ayuntamiento de la capital asturiana.
Es sin duda la obra maestra de Clarín y una de las novelas más importantes de la literatura española. En ella se retrata una ciudad de provincias: Vetusta (nombre tras el que se esconde Oviedo) en la que se representa la sociedad española de la Restauración. Clarín somete a una irónica crítica a todos los estamentos de la ciudad: la aristocracia decadente, el clero corrupto… Todo ello conforma una atmósfera social asfixiante, opresiva, con la que choca la protagonista, Ana Ozores. Su temperamento sensible y soñador la lleva a refugiarse en el misticismo, pero su confesor, Fermín de Pas, la decepciona cuando intenta aprovecharse de ella. Cae entonces en brazos de Álvaro Mesía, con el que vivirá una relación amorosa que no resultará ser más que un sucedáneo de sus ideales románticos. En el enfrentamiento de Ana y Vetusta, la primera acabará siendo vencida y marginada.
La obra se divide en dos partes. Cada una consta de 15 capítulos, pero la distribución temporal entre ambas es irregular: mientras la primera abarca los acontecimientos que ocurren en tres días, la segunda comprende tres años. Cada capítulo goza de unidad y de autonomía dentro de un conjunto perfectamente ensamblado, el cual es fruto de una rápida escritura en la que el escritor se olvidaba a veces hasta de los nombres de los personajes.
Clarín comparte el punto de vista objetivo, distante, con el del autor omnisciente, es decir, interviene de vez en cuando en la obra, dando sus opiniones. Aporta una aguda visión irónica que pone al servicio de una demoledora crítica de la sociedad de la Restauración, hipócrita y mediocre.
La Regenta causó escándalo en su momento, en especial por las críticas anticlericales que contenía. Este hecho contribuyó a que la novela no tuviera mucho éxito de público y de crítica en su época. Hubo que esperar a las últimas décadas del siglo XIX para que la crítica reconociera que se trataba de una auténtica obra maestra.
Está considerada la mejor novelista española del siglo XIX y una de las escritoras más destacadas de nuestra historia literaria. Además de novelas y cuentos, escribió libros de viajes, obras dramáticas, composiciones poéticas y numerosísimas colaboraciones periodísticas, a través de las cuales su presencia fue constante en la España de su tiempo. Con su obra y vida puso de manifiesto la capacidad de la mujer para ocupar en la sociedad los mismos puestos que el varón, sin renunciar a lo específicamente femenino.
Nació en La Coruña (ciudad que aparece en sus novelas bajo el nombre de Marineda) el año 1852, hija de una familia aristocrática. Desde muy niña demostró interés por la lectura y empezó a escribir con gran precocidad. Se casó con 16 años y fue a vivir a Madrid. Viajó mucho por Europa y dio conferencias en París. Siempre se mantuvo atenta a las novedades literarias europeas, y en 1881 fue la primera que divulgó y defendió el Naturalismo francés en España en una serie de artículos recogidos después en libro con el título de “La cuestión palpitante”. Unos años más tarde fue también una de las primeras en señalar el declive del Naturalismo y su sustitución por nuevas corrientes espirituales. Sostuvo una relación amorosa con Galdós. Fue una mujer independiente, excepcional en la España de su época y precursora de las ideas feministas actuales. Siempre encontró obstáculos para lograr el reconocimiento de los ambientes intelectuales por el hecho de ser mujer. Tuvo que esperar hasta 1916 para ser nombrada catedrática de Literatura, aunque no logró ser admitida en la Real Academia Española.
En 1881, Emilia publica Un viaje de novios, en la que aparecen ya las descripciones minuciosas y las observaciones fisiológicas típicas del Naturalismo. La tribuna (1882) también está escrita siguiendo la técnica naturalista y es una obra de tema político-social. Está situada en el periodo revolucionario 1868-1868, está enfocada desde un punto de vista crítico, ya que la autora manifiesta en el prólogo de la obra su desacuerdo con los ideales republicanos que defiende la protagonista.
Es también de corte naturalista (1886), la novela más importante de Emilia. La obra está ambientada en una de las zonas rurales más atrasadas de Galicia y se centra en el choque de unos personajes sensibles, educados en la ciudad: Pedro, el marqués de Ulloa, es un personaje de 30 años de edad cuya única vocación parece ser la caza; vive amancebado con una criada, Sabel, de la que tiene un hijito. Un capellán va a administrar la hacienda y convence al marqués de que se busque esposa legítima para evitar sus desórdenes. Pedro elige a Nucha, una prima suya, devota y enamorada de él, pero lo hace por las virtudes de la muchacha y no por atracción personal, por lo que vuelve a las andadas con la sensual y atractiva Sabel, como se lo hubiera figurado cualquiera que no tuviese la inocencia del capellán. Nucha da a luz a una niña y acaba muriendo después de sufrir con paciencia los malos tratos del marido; el capellán se escapa y deja abandonada a la niña.