Portada » Tecnología » Geosintéticos en Ingeniería Civil: Tipos, Funciones y Aplicaciones Clave
Los geosintéticos son materiales sintéticos innovadores utilizados ampliamente en diversas aplicaciones de la geotecnia y la ingeniería civil. Su versatilidad y propiedades específicas los hacen indispensables para mejorar el rendimiento y la durabilidad de las estructuras de suelo.
Los geotextiles son materiales permeables fabricados a partir de fibras o filamentos sintéticos, disponibles en configuraciones tejidas, no tejidas y compuestas. Son permeables al agua y al aire, y poseen una apreciable deformabilidad. Los geotextiles tejidos y no tejidos se definen como estructuras o mantas compuestas por fibras, filamentos o láminas, dispuestas de manera ordenada o aleatoria, con un espesor reducido en relación con su superficie.
Se obtienen por el entrelazamiento de dos o más series de hilos en un telar.
Los geotextiles tejidos suelen tener un título entre 200 y 14.000 dtex.
Se caracterizan por la aglomeración sin un orden preconcebido de filamentos, dispuestos con o sin dirección preferente.
Se diferencian por el procedimiento de unión en:
Combinan dos o más capas de geotextiles (tejidos y/o no tejidos) unidos entre sí en toda su superficie, aprovechando las ventajas de cada tipo.
Se utilizan exclusivamente fibras sintéticas, ya que las naturales no ofrecen la resistencia necesaria a la degradación y penetración.
Los geotextiles no tejidos deben someterse a un sistema de compactación para consolidar sus fibras.
Los geotextiles no tejidos son los más utilizados debido a sus significativas ventajas sobre los tejidos:
Las geomembranas son láminas de material plástico diseñadas específicamente para funciones de impermeabilización en proyectos geotécnicos y de ingeniería ambiental.
Las georedes son redes de material polimérico de alta resistencia, utilizadas en geotecnia para diversas funciones, incluyendo:
Se producen a partir de láminas de polietileno o polipropileno que son extrusionadas y agujereadas. Posteriormente, la lámina se estira con calor, lo que provoca la orientación de las moléculas del polímero, aumentando significativamente su resistencia a la tracción y su rigidez.