Portada » Geografía » Geografía Económica de España: Paisajes Agrarios, Fuentes de Energía y Estructuras Urbanas
Comprende el norte y el noroeste de la península. La estructura agraria se caracteriza por:
La agricultura ocupa una escasa superficie. Anteriormente se practicaba el policultivo porque los campesinos vivían aislados y necesitaban autoabastecerse (maíz, patata, frutales, vid, cebada). Actualmente, la agricultura tiende a especializarse.
La ganadería es la actividad agraria más importante, favorecida por el clima, permitiendo la obtención de leche y carne, y requiriendo menor mano de obra. La explotación forestal es otra actividad relevante.
Comprende ambas mesetas y la Depresión del Ebro. Se caracteriza por un relieve llano y clima mediterráneo continentalizado.
Existen áreas de secano (agricultura extensiva en campos abiertos) y de regadío (agricultura más intensiva). La ganadería tiene importancia en los secanos (de Castilla y del Ebro) y en las dehesas (Extremadura, Salamanca). La explotación forestal es típica en algunas zonas.
Comprende el litoral y prelitoral mediterráneo, el Valle del Guadalquivir y las Islas Baleares. Clima mediterráneo marítimo.
Se practica la agricultura de secano (cereales, vid y olivo) y de regadío (cítricos, aguacates). La ganadería bovina y porcina se concentra en Cataluña, mientras que la ovina y de reses bravas es característica del Guadalquivir. La explotación forestal es escasa.
Extensión urbana que rodea a una gran ciudad, en la que se encuentran diferentes municipios independientes pero con importantes relaciones económicas con la urbe principal.
Las condiciones para que una zona se denomine área metropolitana son:
La estructura interna del área metropolitana suele dividirse en tres sectores: el centro urbano, el área submetropolitana y el área suburbana.
Es una franja de límites imprecisos, en la que se mezclan usos del suelo y formas de vida propias del campo y de la ciudad (espacios dedicados a la agricultura mezclados con industria, transportes, abastecimientos urbanos, residencias, etc.).
Es el área donde se concentra la actividad comercial, negocios, medios recreativos y, en general, servicios. El CBD se caracteriza por la accesibilidad, la concentración de tráfico, la concentración comercial y de edificios generalmente altos debido al alto precio del suelo.
Las fuentes de energía son recursos naturales a partir de los cuales, mediante un proceso de transformación, es posible obtener alguna forma de energía necesaria para el funcionamiento de las industrias, los transportes y para el uso doméstico. El consumo energético en España se incrementó desde el inicio de la industrialización a mediados del siglo XIX. La producción interior de energía es principalmente de energía nuclear y carbón. El autoabastecimiento energético fue del 18,6% en 2007.
Es un mineral combustible fósil que se origina a partir de la descomposición de vegetales acumulados y sepultados durante millones de años. El carbón fue la fuente de energía más importante desde la Revolución Industrial.
Es un líquido oleoso, espeso y oscuro que procede de la descomposición de restos vegetales y animales sepultados durante millones de años. El petróleo es la fuente de energía más utilizada globalmente, pero su producción en España es insignificante.
Tiene un origen y formación parecidos al petróleo, por lo que suelen encontrarse juntos en los yacimientos. El gas natural se emplea como combustible o como materia prima en la industria química. Su consumo es cada vez mayor, ya que es menos contaminante que el petróleo o el carbón.
Es la energía del agua acumulada en los embalses, que se utiliza para obtener electricidad. La electricidad se produce en las centrales hidroeléctricas, que deben estar situadas en zonas con un relieve determinado por donde discurren ríos con un caudal abundante y regular durante todo el año. La energía hidráulica no contamina.
Los combustibles nucleares, como el uranio, son una fuente de energía. En las centrales nucleares, un reactor genera el calor necesario para obtener electricidad. El mayor problema que plantea la utilización de combustibles nucleares es el de los residuos radiactivos.
Proceden de recursos inagotables, son limpias y muestran una elevada disponibilidad. España tiene condiciones favorables para su desarrollo (energía de biomasa, energía eólica, energía solar, etc.).
