Portada » Psicología y Sociología » Fundamentos de la Psicología: Teorías, Personalidad y su Impacto en la Salud
El Cognitivismo se centra en el conocimiento (cognitivo = relativo al conocimiento). Postula que podemos estudiar los procesos mentales mediante el esquema: Estímulo – Proceso Mental – Respuesta. La psicoterapia busca cambiar el modo de pensar.
El Conductismo sostiene que la conducta se puede observar directamente, siguiendo el esquema: Estímulo – Respuesta (comportamiento). La psicoterapia se enfoca en cambiar la conducta.
Según el psicoanálisis, los problemas residen en el Inconsciente (o subconsciente). Se accede al inconsciente a través de la conducta observable, los pensamientos y las emociones, utilizando técnicas como la hipnosis y la interpretación de sueños.
El ser humano es diferente del resto de seres vivos. Las personas buscan la autorrealización, ser cada vez mejores.
Lo que motiva a las personas a actuar es cubrir una serie de necesidades. Estas necesidades se clasifican según su importancia en una pirámide. La persona no pasa al siguiente escalón de la pirámide hasta que ha cubierto las necesidades de los escalones inferiores.
La personalidad se compone de dos partes:
La información que recogen nuestros sentidos viaja al cerebro, donde es procesada e interpretada. Para esta interpretación, nuestro cerebro se vale de nuestros conocimientos y experiencias, dándole sentido a dicha información. Esta interpretación es diferente de unas personas a otras y es lo que denominamos PERCEPCIÓN.
El Encéfalo está constituido por el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo. Todo lo que pensamos, percibimos y decidimos de forma consciente se procesa en la corteza cerebral o córtex.
El Sistema Endocrino está compuesto por todas las glándulas endocrinas, es decir, todas las glándulas que fabrican hormonas y las vierten a la sangre.
Las hormonas implicadas en el estrés son:
La testosterona está relacionada con el éxito.
Numerosos estudios muestran cómo la ira y la hostilidad son factores importantes que contribuyen a padecer trastornos de las arterias coronarias.
Las personas que sienten ira pero son incapaces de expresarla de un modo adecuado y la reprimen, tienen una mayor probabilidad de tener trastornos coronarios. Un estudio realizado por Barefoot, Dahlstrom y Williams para medir la hostilidad mostró que las personas que puntuaban por encima de la media en la escala de hostilidad tenían un promedio de mortalidad 6,4 veces más alto que los que puntuaron por debajo de la media. Es decir, tanto la ira reprimida como la hostilidad abierta afectan negativamente a la salud, produciendo un mayor riesgo de enfermedad coronaria e hipertensión.
Las personas hostiles tienen episodios de ira con más frecuencia y se encuentran más a menudo en estado de vigilancia ante un medio que consideran amenazante u hostil. Esto da lugar a una serie de respuestas cardiovasculares y neuroendocrinas que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.
Se puede decir que la personalidad Tipo B es la opuesta a la Tipo A.
Mientras que las personas Tipo A andan corriendo de un lado a otro, como si su reloj fuera más deprisa que el resto de los humanos, la personalidad Tipo B es todo lo contrario. Son personas que muy rara vez veremos con prisa, impacientes o tensos por tener que realizar algún tipo de tarea. No les interesa realizar en poco tiempo numerosas tareas o tener que asistir a múltiples acontecimientos que les suponga estar corriendo de un sitio a otro.
Así como los del Tipo A están siempre angustiados por todo lo que tienen que hacer en poco tiempo, los del Tipo B no se lo toman así, ni tampoco tienen esa necesidad de sentirse superiores a los demás. Las personas del Tipo B son esas que vemos disfrutar plenamente de sus ratos libres, esas que parece que sus días tienen más horas que los nuestros, esas que proyectan una calma abrumadora.
Aunque aparentemente nos pueda parecer más productiva una persona con personalidad Tipo A, no es así del todo, ya que con su constante prisa puede cometer muchos errores y casi no tiene tiempo para analizar problemas y buscar soluciones. Por el contrario, el Tipo B consigue puestos más altos y reconocimientos, ya que aunque sean más lentos, su calidad es más óptima, además de llegar a ser bastante creativos.
Como se puede imaginar, las personas Tipo B están bastante alejadas de mantener estrés y problemas cardiovasculares derivados de él.
