Portada » Economía » Excelencia en la Experiencia del Cliente: Satisfacción, Gestión de Reclamaciones y Fidelización
Es el estado emocional que se genera en el cliente cuando se cumplen sus expectativas al adquirir un bien o servicio determinado. Una oferta comercial excelente es la que supera cualquier expectativa de los clientes. Cuando la experiencia de uso se ve sobrepasada por la realidad, la repercusión en la fidelización es decisiva para el éxito empresarial.
La satisfacción es una percepción subjetiva y personal basada en la comparación de dos aspectos: expectativas y experiencia de uso.
Un cliente satisfecho es aquel cuyas expectativas previas del producto se han visto cubiertas o incluso superadas por la experiencia de uso. Por el contrario, un cliente insatisfecho no ha visto cumplidas sus expectativas previas tras la experiencia de uso del producto, lo que afectará a futuras decisiones del cliente, así como a la imagen y la reputación de la empresa en el mercado.
Un cliente insatisfecho puede comunicar su grado de insatisfacción de diferentes formas:
Existen diferentes modalidades a través de las cuales un cliente puede manifestar a la empresa su insatisfacción o puntos a mejorar:
La actuación del departamento de atención al cliente, tras conocer la información proveniente de las sugerencias, quejas y reclamaciones, debe poner al alcance de forma rápida y cómoda mecanismos para expresar su opinión.
La empresa debe fomentar el desarrollo de una actitud proactiva entre sus empleados. Por eso, hay que facilitar la comunicación con la clientela a través de mecanismos útiles que sirvan para que los clientes se expresen libremente.
La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios actúa como soporte básico para garantizar una serie de derechos y obligaciones en las operaciones comerciales.
El consumidor está obligado a actuar de buena fe en el desarrollo de quejas o reclamaciones.
El consumidor tiene la obligación de cumplir los compromisos adquiridos en la compraventa (pago en tiempo y forma).
El consumidor debe seguir las instrucciones de uso del producto; si hay mal uso, pierde la garantía.
La Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios (LGDCyU) define las asociaciones de consumidores y usuarios como organizaciones sin ánimo de lucro que tienen como finalidad la información y educación de los consumidores, así como la defensa de sus derechos e intereses legítimos.
Son las únicas autorizadas por ley para representar legalmente los intereses generales de los consumidores y actúan de forma independiente frente a empresas y administraciones.
Es un documento escrito que está formado por tres copias autocopiativas mediante las cuales se puede expresar la insatisfacción con el bien adquirido o con el servicio percibido y solicitar a la empresa su restitución en las condiciones pactadas inicialmente.
En una reclamación, el cliente demanda una compensación por la pérdida o daño que la situación le ha ocasionado. Esto le diferencia de una queja.
Se presentan por escrito y los empresarios deben dar respuesta a las reclamaciones oficiales recibidas en el plazo más breve posible (máximo un mes desde su presentación).
Existen 2 vías formales para que el consumidor presente su reclamación:
Para la gestión de una reclamación se toma como punto de partida los requerimientos y expectativas de los clientes.
La Norma ISO 10002:2004 orienta a las empresas sobre cómo gestionar eficazmente las quejas, incluyendo en el comercio electrónico, con beneficios tanto para el cliente como para la empresa. Sus principios básicos son:
La norma internacional que puede ser utilizada como guía de actuaciones válida establece los siguientes pasos:
Hay que saber escuchar, tener empatía, asertividad, controlar impulsos y hacer autocrítica.
El conflicto es un enfrentamiento de posiciones entre dos o más personas generado porque sus necesidades, intereses o valores son incompatibles o son percibidos como incompatibles.
Es un proceso comunicativo entre dos o más partes por el que, partiendo de posiciones distintas, tratan de alcanzar un acuerdo sobre uno o varios temas, aproximando sus posturas a través de concesiones mutuas. Para que exista, ambas partes deben mostrar interés en alcanzar un acuerdo.
El éxito es lograr los objetivos propios y que la otra parte sienta que también ha ganado, para construir relaciones duraderas y beneficiosas.
Una táctica de negociación es una actuación deliberada cuyo objetivo es influir en el proceso negociador, persuadiendo a la parte contraria para que ceda ante nuestras exigencias.
Para establecer la capacidad que una oferta comercial tiene de satisfacer necesidades y expectativas en los clientes, es necesario definir el valor total o percibido que estos asocian al producto.
El valor total de un producto se compone de tres dimensiones:
El servicio posventa engloba todas aquellas actuaciones comerciales desarrolladas con posterioridad a la venta de un producto, como el tratamiento de quejas, formación del cliente para el uso del producto recibido, instalación y puesta en marcha, mantenimiento y reparación.
Para que el servicio posventa sea efectivo, se requiere una colaboración entre departamentos:
Medida subjetiva de un conjunto de especificaciones presentes en un determinado bien o servicio, que logra satisfacer expectativas, necesidades y requerimientos en los consumidores o usuarios.
Un servicio posventa de calidad es aquel capaz de satisfacer las necesidades y los requerimientos en los consumidores o usuarios del producto una vez que han sido adquirido.
Una vez se ejecuten las acciones del servicio posventa, se evalúa para comprobar si cumplen con los objetivos de desempeño fijados.
Anomalía: Cualquier resultado en la prestación del servicio posventa que no se adecúe al objetivo fijado (demoras telefónicas).
Establecer procedimientos para tratar y corregir errores y anomalías supone costes de gestión, pero invertir en ellos reduce costes de disconformidad (derivados de la insatisfacción del cliente con el producto o servicio). Resulta más rentable prevenir errores y anomalías (costes de disconformidad) que gestionarlas (costes de gestión de anomalías).
El CRM es una herramienta clave para gestionar las relaciones con los clientes, utilizando las nuevas tecnologías para personalizar y optimizar los contactos comerciales, logrando así un incremento de la eficiencia en los contactos comerciales y de los beneficios. Permite capturar, gestionar y resolver cualquier solicitud de atención y soporte comercial, fomentando el desarrollo comercial y la venta cruzada. Facilita una gestión empresarial más eficaz del servicio posventa, mejorando la calidad del servicio y los resultados comerciales.
Los sistemas CRM están formados por diferentes módulos que permiten gestionar eficazmente el servicio posventa. Estos módulos son adaptables a cada empresa y sector, y ayudan a mejorar la atención al cliente y la eficiencia operativa.
La fidelización tiene como objetivo establecer relaciones comerciales a largo plazo, duraderas y sostenibles en el tiempo. Busca la satisfacción plena de las necesidades del cliente.
Las empresas suelen recurrir a encuestas para recopilar información relativa al grado de satisfacción de sus clientes.
Estas encuestas permiten identificar qué comportamientos han de seguir manteniendo y qué margen de mejora tienen. En su realización solicitan a una muestra representativa de su clientela que contesten a cuestiones diseñadas. A través de técnicas estadísticas se analizan los resultados obtenidos en los cuestionarios, a fin de extrapolarlos al conjunto de la clientela y tomar decisiones al respecto.
Se pueden llevar a cabo: presencial, telefónica, vía web o por correo electrónico.
Cuestionario estándar para evaluar la calidad del servicio. Mide la diferencia entre expectativas del cliente y su percepción tras recibir el servicio. Permite obtener un índice de calidad mediante análisis estadístico de las respuestas. Es una herramienta útil para detectar áreas de mejora en la atención posventa.
Objetivo: Mejorar la calidad y accesibilidad del servicio de atención al cliente y proteger al consumidor.
Las administraciones públicas están obligadas a establecer un conjunto de normas que desarrollen los principios, derechos y obligaciones de los consumidores y usuarios.
