Portada » Historia » España bajo los Reyes Católicos y la Casa de Austria
Fernando II heredó Aragón en 1479 e Isabel I obtuvo Castilla tras vencer en la guerra civil contra Juana la Beltraneja, consolidando así una unión dinástica. Sin embargo, ambos reinos mantuvieron sus propias instituciones, leyes, moneda y aduanas.
Durante su reinado, las Cortes perdieron poder y surgieron instituciones como los Consejos, los secretarios reales y los corregidores. La Santa Hermandad actuaba como fuerza de seguridad, mientras que la Inquisición tenía jurisdicción en ambas coronas.
La Guerra de Granada (1482-1492) permitió la conquista del último territorio musulmán en la península. Isabel I organizó un ejército profesional y se benefició de las luchas internas granadinas, logrando la rendición de Boabdil.
Otros hechos clave fueron la anexión de Canarias, la expansión en Italia, la victoria sobre los turcos, el control de plazas africanas, el descubrimiento de América (1492) y la anexión de Navarra (1512).
Tras la caída de Constantinopla (1453), Colón propuso llegar a las Indias por el oeste. Tras ser rechazado, convenció a Isabel I y firmó las Capitulaciones de Santa Fe (1492). Partió con tres naves y llegó a América el 12 de octubre.
España y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas (1494) para repartirse América.
Hubo tres etapas de exploración:
La colonización comenzó con gobernadores como Colón, luego el Consejo de Indias centralizó el poder. La Casa de Contratación controlaba el comercio con un sistema de flotas protegidas por galeones.
El trabajo indígena se organizó en repartimientos y encomiendas, luego reguladas por las Leyes de Burgos (1512) y las Leyes Nuevas (1542) tras denuncias de abusos por Bartolomé de las Casas.
Felipe III (1598-1621) gobernó a través de validos, destacando el Duque de Lerma. Firmó la paz con Francia, Inglaterra y los Países Bajos, pero se involucró en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). En política interior, ordenó la expulsión de los moriscos, afectando la economía.
Felipe IV (1621-1665) tuvo como valido al Conde-Duque de Olivares, quien impulsó la «Unión de Armas». La crisis de 1640 llevó a rebeliones en Cataluña y Portugal, que logró su independencia (1668). España sufrió derrotas en la Guerra de los Treinta Años, finalizada con la Paz de Westfalia (1648), y cedió territorios a Francia en la Paz de los Pirineos (1659), perdiendo hegemonía en Europa.
Carlos II (1665-1700), de salud frágil, gobernó con validos. España perdió el Franco-Condado en la Paz de Nimega (1678) y resistió a Francia con la Paz de Ryswick (1697). Sin descendencia, nombró heredero a Felipe de Anjou, lo que desató la Guerra de Sucesión Española (1701-1714).
La economía castellana del siglo XVI fue próspera gracias al comercio y los metales de América, aunque la competitividad de la artesanía decaía. La sociedad estaba dividida entre la nobleza y el clero, y un pueblo llano mayoritariamente campesino. Culturalmente, destacaron autores como Garcilaso, Rojas y Cervantes, y la literatura mística de Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
En el siglo XVII, la economía sufrió una crisis profunda por las guerras, epidemias y la expulsión de los moriscos. La agricultura decaía, el comercio con América perdía fuerza y aumentaban los impuestos. Socialmente, se acentuaron las desigualdades y las tensiones populares. Sin embargo, la cultura continuó con figuras como Lope de Vega, Quevedo y Calderón, mientras que la ciencia apenas innovaba debido al control eclesiástico.
La Guerra de Sucesión comenzó tras la muerte de Carlos II en 1700, quien nombró heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, lo que generó el conflicto entre las potencias europeas. Felipe fue apoyado por Francia, mientras que Austria, Gran Bretaña y otros países respaldaron al archiduque Carlos. La guerra civil dentro de España enfrentó a Castilla, que apoyaba a Felipe, con Cataluña y otros territorios que se alinearon con Carlos. Tras la victoria de Felipe en Almansa (1707), la lucha continuó hasta 1714 en Cataluña.
La Paz de Utrecht (1713) reconoció a Felipe V como rey de España, pero perdió casi todas las posesiones europeas y cedió Gibraltar a Gran Bretaña. Los Pactos de Familia fueron alianzas entre España y Francia, involucrando a España en guerras europeas, incluyendo la Guerra del Asiento y la Guerra de los Siete Años, donde se perdió Florida. Sin embargo, España recuperó Florida y Menorca, pero no Gibraltar.