Portada » Filosofía » Escepticismo y Dogmatismo: La Búsqueda de la Verdad y el Método de la Duda en Filosofía
El escepticismo es una postura filosófica que duda de que podamos conocer la verdad con seguridad. Los escépticos piensan que nuestros sentidos y nuestra razón pueden engañarnos, por lo que no podemos estar completamente seguros de nada.
La hipótesis del “cerebro en una cubeta” plantea que podríamos ser cerebros conectados a una máquina que nos hace creer que vivimos una realidad que en realidad no existe. Este experimento mental sirve para reflexionar sobre lo difícil que es distinguir entre lo real y lo ilusorio.
El filósofo Sexto Empírico sostiene que no conocemos las cosas como son realmente, sino solo cómo se nos aparecen. Como cada persona percibe el mundo de manera diferente, no existe una verdad absoluta. Por eso, el escéptico debe suspender el juicio, es decir, no afirmar ni negar nada, para mantener la tranquilidad y evitar el error. Según él, debemos guiarnos solo por lo que parece más razonable o probable, sin asegurar que sea verdad.
René Descartes quiso superar el escepticismo usando la duda como método para encontrar una verdad completamente segura. Su objetivo era establecer un fundamento indudable para el conocimiento.
Descartes estableció tres niveles progresivos de duda:
Después de dudar de todo, Descartes descubrió una verdad imposible de negar: “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum). Aunque todo lo demás sea falso, el hecho de estar dudando o pensando demuestra que el sujeto pensante existe. Esa es la primera verdad segura desde la que puede reconstruir el conocimiento.
Se critica que Descartes no dudó de todo realmente, dejando fuera dos elementos cruciales:
Esto es considerado una trampa, ya que si también hubiera dudado de la memoria y de la razón, no podría haber seguido razonando ni recordando sus propios argumentos. Por eso, su método no es del todo coherente y no vence completamente al escepticismo.
No se puede vencer completamente al escepticismo, porque el escéptico siempre encontrará razones para dudar. Aun así, esta postura tiene tres grandes contradicciones:
El dogmatismo es la actitud que cree en verdades absolutas e indiscutibles. Se opone al escepticismo porque el dogmático cree demasiado y confía sin crítica, mientras que el escéptico duda de todo y desconfía sin límite.
Ambos son cerrados e inflexibles. El dogmático no cambia de opinión, y el escéptico no acepta ninguna verdad. Aunque parecen opuestos, se comportan igual: ninguno escucha ni razona con apertura, lo que los paraliza de formas distintas.
La postura más sensata es una posición intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo. Esta actitud implica ser consciente, manteniendo la coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace, evitando dudar solo cuando conviene.
El filósofo debe tomar lo mejor de cada extremo:
El camino del filósofo es buscar la verdad con razón y coherencia, usando la duda como una herramienta, no como un obstáculo. Debe mantener el equilibrio entre creer y dudar, pensar de forma crítica y actuar según lo que considera verdadero. La filosofía no consiste solo en dudar, sino en razonar, comprender y amar la verdad.
“La duda no es enemiga de la verdad, sino su mejor herramienta.”
“El escepticismo nos enseña a pensar, pero llevado al extremo nos deja sin respuestas.”
“Descartes demuestra que el pensamiento es la prueba más clara de nuestra existencia.”
“El filósofo busca la verdad con mente abierta, sin caer en extremos.”
