Portada » Lengua y literatura » Corrientes Literarias del Siglo XX: Del Novecentismo a las Vanguardias Europeas e Hispanas
Se designa como Novecentismo, o Generación del 14, al grupo de escritores que irrumpe en el panorama literario español en torno a 1914. Todos ellos muestran una clara preocupación por el problema de la regeneración española. En cuanto al lenguaje, persiguen la pulcritud y la máxima depuración expresiva, abordando esta búsqueda desde diversos géneros:
Los integrantes de esta generación poseen una sólida formación universitaria, lo que contrasta con el autodidactismo individualista de los noventayochistas. Manifiestan un evidente interés científico, frente al subjetivismo e irracionalismo anterior, y una marcada vocación europeísta.
En el ensayo, figuras como José Ortega y Gasset abordaron temas filosóficos, estéticos, sociológicos y psicológicos. En la novela, autores como Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala son considerados continuadores del Modernismo. En la poesía, contamos con la figura central de Juan Ramón Jiménez.
Los movimientos de Vanguardias nacen en Europa al finalizar la Primera Guerra Mundial (1914-1918), como un arte furiosamente renovador que busca hacer tabla rasa con las normas morales y estéticas anteriores. Proponen una visión novedosa y moderna del arte y de la literatura. Defensores del antirrealismo, de la autonomía del arte, de lo ilógico y del mundo onírico de los sueños, los vanguardistas desean quebrar los hábitos lectores, situando sus obras en los límites de la comprensión.
Los «ismos» vanguardistas surgen y desaparecen con rapidez; sin embargo, algunos llegaron a consolidarse y a influir significativamente en la literatura posterior:
Nace en Francia y aporta los caligramas o poemas donde la distribución de los versos forma imágenes (fuentes, hélices, columpios, paisajes…). El poeta francés Guillaume Apollinaire es reconocido como el creador de los caligramas.
Originario de Italia, este movimiento pretende alejar el arte del sentimentalismo y del romanticismo, alabando la belleza de las máquinas y la emoción de la técnica. En España, Pedro Salinas crea poemas como “35 bujías” o “Unterwood Girls”, dedicados a la bombilla o a la máquina de escribir, respectivamente.
Nace en Chequia y se caracteriza por ser radical y destructivo con el arte antiguo. Propone una literatura humorística, fantasiosa y libre, muy alejada de la lógica o la razón. El manifiesto en que se da a conocer cómo se construye un poema dadaísta es el mejor ejemplo del tipo de literatura en que piensan los seguidores de este movimiento: nada tiene sentido; un poema es solo la reunión arbitraria de palabras.
Originario de Alemania, ofrece una visión pesimista y trágica de la realidad y del ser humano. Posee una ideología pacifista, contraria a las guerras y a la destrucción que provocan. La expresión de este movimiento en la literatura española se conoce en el periodo de final de la Guerra Civil Española y los primeros años de la década de los 40, al expresar el desolador estado del pueblo y del individuo.
Es el movimiento más revolucionario y el que más continuidad ha tenido en el tiempo. Nace en Francia, donde, en 1924, André Breton publica un “Manifiesto” del movimiento. Adquiere enorme importancia en el cine, en la pintura y en la poesía. El Surrealismo busca bucear más allá de la realidad y la lógica, pretendiendo liberar y manifestar los impulsos reprimidos, el fondo inconsciente del ser humano. Por este motivo, destaca el uso de imágenes oníricas. En la poesía, los escritores surrealistas pueden utilizar la técnica de la escritura automática (transcripción de lo que sugiera y dicte la mente sin que, en teoría, medie la razón lógica).
La importancia del Surrealismo en España se reflejó en los poetas de la Generación del 27, en los cuadros de Dalí o en el cine de Buñuel. Entre los poetas del 27, podemos hacer especial hincapié en libros como “Poeta en Nueva York” de Federico García Lorca o “Sobre los ángeles” de Rafael Alberti.
En castellano, además del Surrealismo y otras corrientes europeas, adquieren relevancia dos movimientos poéticos vanguardistas que nacen en español:
Vicente Huidobro, poeta chileno, fue el fundador de este movimiento, y los poetas Juan Larrea y Gerardo Diego sus más fieles seguidores. Poemas como “El columpio” o “Angelus” de Gerardo Diego dibujan con la disposición de los versos el movimiento del columpio o la campana. La forma de la poesía creacionista prescinde de los signos de puntuación y yuxtapone imágenes al azar, por asociaciones ilógicas o por afinidades arbitrarias entrevistas por el poeta. El poema es bello en sí mismo, no necesita buscar una referencia en el mundo exterior.
Se conoció a través de revistas como Ultra o Grecia. Los poetas que sobresalen son Rafael Cansinos-Asséns y Guillermo de Torre. En este movimiento desaparece la anécdota, el poema deja de tener un tema, un mensaje: es una creación libre. Esto lo consigue gracias al empleo de la metáfora, que se emplea con imágenes irracionales. El poema se compone en verso libre y recupera el caligrama. Aparecen los avances técnicos de la vida moderna (cine, electricidad, aviación, deportes), como símbolo de un nuevo mundo y también de un nuevo concepto de belleza.