Portada » Psicología y Sociología » Conceptos Clave de la Psicología: Un Recorrido por la Mente y la Conducta Humana
La palabra psicología proviene del griego psique (alma o mente) y logos (palabra o estudio), lo que refleja una notable diversidad terminológica. Su principal objetivo es la tematización, es decir, convertir la mente humana en un tema de estudio sistemático.
Se define como la ciencia de la conducta y los procesos mentales, analizando su influencia en el estado físico y en el ambiente externo (por ejemplo, en el desarrollo de enfermedades o en la respuesta a entornos estresantes).
La psicología persigue cuatro objetivos principales:
El objetivo de la psicología es consolidarse como una ciencia reconocida, ya que cumple los requisitos para ello. La ciencia es una actividad humana, desarrollada en el contexto de una comunidad, que tuvo en Europa su cuna. Se diferencia del conocimiento espontáneo, que se aprende de manera informal a lo largo de la vida.
La ciencia es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación, la experimentación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados, de los que se deducen principios y leyes generales. La psicología es una ciencia humana que utiliza el método científico experimental de modo estricto en algunos de sus campos. No obstante, el objeto, el método y el sistema teórico varían según las distintas escuelas psicológicas.
La personalidad se compone de los rasgos que definen a una persona. Aunque todos somos personas, no todos tenemos la misma personalidad. Gordon Allport encontró 49 definiciones diferentes de este concepto. Su definición es compleja debido a la propia complejidad humana, la dificultad del término y la cotidianeidad de su uso, lo que requiere un estudio científico.
El término ‘persona’ deriva del latín persona, que a su vez proviene del griego prosopon, nombre que recibían las máscaras utilizadas en el teatro. Estas máscaras, diseñadas para tener buena sonoridad (per-sonare, ‘sonar a través de’), permitían a pocos actores representar múltiples papeles.
Definición formal: Patrón de rasgos relativamente permanentes y de características singulares que confieren coherencia e individualidad al comportamiento de una persona. Esto se relaciona con la paradoja de Teseo y su barco: aunque las piezas cambien, la esencia permanece. Tendemos a actuar de manera similar en circunstancias parecidas, pero nuestro comportamiento nunca es idéntico.
La personalidad está compuesta por:
Carl Jung fue el primero en desarrollar una teoría de tipos de personalidad basada en dos actitudes fundamentales:
Cada actitud se puede combinar con las funciones de pensar, sentir, intuir y emocionarse, dando lugar a ocho tipos de personalidad (por ejemplo, introvertido-intuitivo, extrovertido-intuitivo).
Allport describe la personalidad de una forma más abierta y precisa a través de los rasgos:
Allport estableció una jerarquía de rasgos psicológicos para entender cómo influyen en la personalidad:
Un mismo rasgo puede tener un valor diferente en cada persona. No son buenos ni malos en sí mismos; dependen de su medida, ya que todo en exceso es dañino. El proceso educativo y el entorno son clave en su desarrollo.
Una Reflexión de Jan Patocka
El filósofo Jan Patocka sostenía que toda la cultura occidental europea se desarrolló bajo la consigna del “cuidado del alma”. Argumentaba que, al dejar de lado este principio, tendemos a extraviarnos, lo que ha llevado a Europa a su situación actual. Patocka, quien murió bajo el gobierno soviético, creía que Europa había descuidado sus bases culturales.
La motivación es la razón por la que actuamos. Se puede clasificar según su origen:
Maslow criticó los modelos homeostáticos, argumentando que el ser humano no busca solo el reposo, sino que es un organismo en actividad creciente. Cuando satisface una necesidad, busca otra más elevada. Los seres humanos somos estructuralmente carentes.
Su pirámide organiza las necesidades en cinco niveles:
Maslow también habló de las experiencias cumbre, como las de tipo religioso o estético, que son transformadoras y pueden considerarse estados anómalos de conciencia.
Estas teorías se centran en cómo procesamos la información externa e interna. Se basan en dos conceptos clave:
Es importante distinguir entre plan (conjunto de conductas secuenciales para lograr un objetivo) y meta (el objetivo en sí).
La atención es el mantenimiento de la concentración durante un periodo de tiempo. Existen tres modos principales:
Las emociones son un tema complejo que debe ser gestionado con racionalidad e inteligencia. Afectan a la totalidad de nuestro ser, provocando cambios fisiológicos, juicios y percepciones.
Definición: Un proceso psicológico adaptativo cuya función es reclutar y coordinar recursos cuando una situación exige una respuesta para ajustarse a los cambios del medio ambiente. Sus elementos constituyentes son las circunstancias que la provocan, los síntomas que genera y la acción resultante.
Según Paul Ricoeur, las emociones están referidas a algo (intencionalidad) y afectan íntimamente al yo, ayudándonos a valorar la realidad. Para Aristóteles, el miedo es “un dolor debido a una imagen mental de un mal destructivo en un futuro”. La emoción es una alteración de la subjetividad que nos acerca a un bien o nos aleja de un mal.
Filósofos como Hume (“La razón es, y debe ser, la esclava de las pasiones”) y Kant (quien veía la moralidad como un empeño estrictamente racional) descuidaron el componente racional de las emociones. Sin embargo, las emociones y la ética están relacionadas.
Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, afirmaba que el hombre bueno debe sentir las emociones correctas en los momentos correctos. Las emociones tienen relevancia ética porque influyen en decisiones voluntarias. La voluntad es soberana, pero no determinante.
El sentimentalismo consiste en otorgar la dirección de la conducta a las emociones, tomarlas como criterio para la acción y buscarlas como fines en sí mismas. Esta postura no es adecuada, ya que si las emociones no se educan, no se pueden controlar, lo que puede producir patologías psíquicas, morales o de comportamiento, generando infelicidad.
Según Platón, las emociones pueden ser compañeras, pero no deben tomar el control. Es necesaria una proporción entre las emociones y la realidad, lo que exige no engañarse en el conocimiento de esta. Los errores de apreciación originan disgustos.
Una vida dependiente de los estados de ánimo es inestable, ya que las emociones son cíclicas y cambiantes. Una sociedad sentimental es una sociedad infantilizada, donde se justifica el mal comportamiento argumentando que “se seguía lo que se sentía”.
La sensación es la captación de estímulos por los órganos sensoriales, mientras que la percepción es la interpretación que el cerebro hace de esa información.
Existen umbrales de percepción: el umbral absoluto (mínima cantidad de estímulo perceptible) y el umbral terminal (máxima cantidad).
La psicología social es el “estudio científico de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la presencia real o imaginada de los otros” (Gordon Allport). Se centra en el efecto de la influencia social, la percepción social y la cognición social.
La afiliación es la necesidad que lleva a las personas a buscar la compañía de otros. Según Schachter, la ansiedad intensifica este deseo porque los demás sirven como modelo de comparación para saber cómo actuar. Kurt Lewin afirmó que todo comportamiento humano proviene de la interacción entre lo individual y lo social. Manipulando el contexto, se puede sacar lo mejor o lo peor de una persona.
El experimento de Kurt Lewin de 1939 demostró que la situación social y el tipo de liderazgo influyen en el comportamiento tanto como la personalidad. Dos procesos clave son:
La inferencia social es la operación mental en la que se va más allá de la información disponible. Este proceso se ve influido por nuestras expectativas y esquemas previos. Tipos de inferencias:
El lenguaje es fundamental en la vida y naturaleza humana. Para Aristóteles, el ser humano es un ser dotado de lenguaje. Para Wittgenstein, es el tema clave de la filosofía. Para Heidegger, es la forma a través de la cual nos referimos a las cosas. Y para Gadamer, sin lenguaje no es posible conocer.
En la década de 1950, surgieron tres enfoques del lenguaje: el sintáctico (estructura), el semántico (significado) y el pragmático (uso). Ludwig Wittgenstein destacó que lo importante no es cómo se ordenan las palabras, sino cómo se emplean.
La comunicación es la dimensión constructiva del ser humano. Nos permite expresar ideas, interactuar, compartir y construir nuestra identidad.
Definición: Proceso de interacción social entre dos interlocutores que intercambian información y comparten el mismo código y canal de transmisión. Es una actividad cognitiva y un proceso circular.
