Portada » Lengua y literatura » Panorama de la Literatura Española e Hispanoamericana: Teatro, Poesía y Vanguardias del Siglo XX
Sus primeros dramas están emparentados con el teatro modernista (El maleficio de la mariposa y Mariana Pineda).
Sus cuatro farsas desarrollan el conflicto derivado del matrimonio entre el viejo y la joven. Lorca las divide en dos categorías:
Es lo más conocido de su teatro. Expresan el dolor y el sufrimiento humanos ante las convenciones sociales, y el sentido del destino trágico. En estas obras el protagonismo lo tienen las mujeres y se inscriben, excepto Doña Rosita la soltera, en el medio rural. Esto sucede en la trilogía formada por:
En las dos primeras se combinan la prosa y el verso, utiliza coros como en la tragedia griega y están presentes elementos simbólicos. La tercera es toda en prosa y se busca una sobriedad expresiva que acentúa la dureza de la situación. Los temas del amor, la muerte, el fracaso y la soledad se plantean con una técnica muy elaborada, con un estilo en el que se combina una aparente sencillez con una estructura muy cuidada.
Obras como El público, Comedia sin título y Así que pasen cinco años han sido denominadas teatro imposible y buscan romper con todo lo anterior.
Apareció en 1909 promovido por Marinetti. Tiene una profunda admiración por el progreso y por todo aquello que lo caracterice: las máquinas, la velocidad, las fábricas… Los futuristas rompen con la sintaxis tradicional. Su postura rompedora hace que lleguen a sustituir los signos de puntuación por símbolos matemáticos.
Es un movimiento fundamentalmente pictórico iniciado por Picasso (Las señoritas de Avignon) que Apollinaire adaptó a la literatura en los caligramas, poemas cuya disposición tipográfica también tiene valor expresivo. Destaca también el collage en el que se mezclan materiales diversos.
[El texto original no desarrolla este movimiento.]
Crea un arte político que recoge el malestar de ciertos sectores en torno a la Primera Guerra Mundial. Es antirrealista, de ahí que deforme la realidad, exagerándola y caricaturizándola, para mostrar lo más desagradable de ella.
Es el movimiento de vanguardia que mayor relevancia tuvo. Apareció en 1916 en París gracias a André Breton. Los surrealistas muestran especial interés por el subconsciente, por los sueños y por los aspectos del pensamiento humano no sometidos a la lógica ni a la razón. La obra debe ser donde aflore lo que reprimimos en el subconsciente (según Freud). Esto se consigue a través de la escritura automática. Todo ello tiene como consecuencia una renovación estilística de la forma al dar entrada a las asociaciones insólitas de palabras, metáforas sorprendentes y, en definitiva, a relaciones antes inadvertidas entre las cosas, los seres y las palabras. Por otro lado, se recupera la emoción y se vuelve un arte humanizado. Este movimiento influyó en autores de la Generación del 27 como Lorca.
Es el «ismo» que quiere ir más allá de todos. Pretendía dar una mayor importancia a la imagen y a la metáfora, suprimiendo la anécdota, lo narrativo, lo humano y el exceso retórico. En la temática, frente a los motivos sentimentales y eróticos, se incorporaron aspectos del mundo moderno, como el cine, la técnica o la ciencia. Destaca, dentro de este movimiento, Hélices de Guillermo de la Torre.
Se desarrolló con la llegada a España en 1918 de Vicente Huidobro, poeta chileno. Buscaba que su obra se alejara lo más posible de la realidad. Para él la poesía es creación, lo que hizo que el poema fuera autónomo y libre. Consideró que las palabras son producto del azar. En este sentido la metáfora adquirió un valor muy importante. Gerardo Diego aportó importantes reflexiones a la estética creacionista. Entre 1918 y 1922 escribió Manual de espumas y Poemas adrede.
Esta poesía queda opuesta a la anterior (Poesía Pura). Hay una revista clave, Espadaña, que recoge a los poetas de esta tendencia. Estamos ante una poesía de profundo tono agrio, una poesía desazonada que se enfrenta a un mundo deshecho y caótico por el sufrimiento y la angustia. Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, respondió a esta desazón dramática.
La religiosidad también está presente en esta poesía, pero adopta en ellos el tono de la desesperanza y, a veces, de la duda; o se manifiesta en desamparadas invocaciones a Dios sobre el misterio del dolor humano. Este humanismo dramático tiene un evidente entronque con el existencialismo. En cuanto al estilo de esta poesía, podemos decir que es sencillo y menos preocupado por lo estético.
Es la figura más destacable de toda la narrativa hispanoamericana. Su obra fundamental es Cien años de soledad, que tiene un lugar destacado en la literatura española y universal. A la manera de un cuento de cuentos, los variadísimos episodios de la novela, perfectamente hilvanados, cuentan la historia de la familia Buendía y del mundo que la rodea, hasta componer una gran saga americana.
Es una síntesis de todos los elementos de la narrativa hispanoamericana: la naturaleza, los problemas sociales y políticos, la humanidad cercana que es traspasada por una línea de imaginación, sueño, deseos, fuerzas sobrenaturales, magia… y donde se mezclan humor y tragedia, vitalidad y lirismo. El imaginario pueblo de Macondo, que alcanza un carácter mítico, es el escenario-eje donde ya antes había situado algunas novelas, como El coronel no tiene quien le escriba. Otras de sus obras son El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, […].