Portada » Ciencias sociales » La Ciudadanía en la Teoría Política: Evolución Histórica y Dimensiones Éticas
La ciudadanía es la relación entre el individuo y la comunidad política, a través de la cual es considerado miembro de la misma. Este concepto implica dos aspectos fundamentales:
Por esta razón, los inmigrantes generalmente no tienen derecho a votar ni a ser votados. Cada Estado define estos DyD en su Constitución.
El concepto de ciudadanía se remonta a la Antigua Grecia, donde significaba “participación activa en la vida pública”. En cambio, en Roma, se entendía como “sujeto de derechos legales”, alguien que actúa según la ley y espera protección de ella.
Ambos aspectos se incorporan a la idea moderna de ciudadano a partir de la consolidación de los Estados Nacionales, la expansión del liberalismo político y económico, y las tres revoluciones burguesas. Durante este periodo, la ciudadanía se definía y otorgaba en razón de la nacionalidad; el Estado solo atribuía ciudadanía a sus nacionales. En el Siglo XX, la ciudadanía evoluciona hacia una concepción más humana y menos legal, basada en ser considerado humano en cuanto ser humano.
Dentro de la filosofía política, la ciudadanía es una condición legal y un ideal democrático: los gobernados son iguales y participan en los procesos políticos. Las personas gobernadas por monarcas absolutos o dictadores son consideradas súbditos.
Los valores de igualdad, libertad y justicia se basan en el reconocimiento del valor de la igual dignidad de todos los seres humanos (SH). Estos valores están recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y se reconocen como derechos fundamentales en la mayoría de las Constituciones de Estados democráticos. Por ello, el concepto democrático de ciudadanía se justifica en los derechos de las personas, en los derechos humanos. La dignidad del ser humano es el fundamento en el que se sustentan los derechos de ciudadanía.
El ser humano (SH) necesita convivir para sobrevivir. De la convivencia dependen la supervivencia, el desarrollo personal y el desarrollo cultural. Para convivir en sociedad, son necesarias normas y una autoridad que organice políticamente a la sociedad.
El SH nace en familia, pero se desarrolla en sociedad. La familia es una forma natural de desigualdad (padre-hijos), mientras que en la sociedad todos son iguales. La sociedad permite organizar la convivencia según valores y normas en cuya construcción participamos. Vivir en sociedad implica organizar la convivencia, y así nace la política.
La política es la manera de resolver conflictos sociales a través del diálogo, la negociación y el pacto. Por oposición a la guerra, es la forma más racional de resolver la lucha por el poder. Parte del conflicto y trata de resolverlo de manera pacífica para hacer posible y mejorar la convivencia. Consiste en armonizar intereses mediante la búsqueda del bien común.
La Filosofía Política es la reflexión filosófica sobre la forma de organizar la sociedad. Tiene por objeto las instituciones de gobierno, las leyes y todo lo relacionado con la forma de descubrir las condiciones sociales que hacen posible la libertad y la justicia.
La filósofa Adela Cortina, en la elaboración de su teoría de la ciudadanía, distingue varias dimensiones:
El ex director de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, afirma que “la ciudadanía se vive y se experimenta también a escala planetaria, sobre todo en la responsabilidad que todos asumimos respecto al medio y a los derechos de generaciones futuras”.