Portada » Filosofía » La Filosofía Crítica de Kant: Idealismo, Ética y los Límites del Conocimiento
En la Analítica Trascendental, Kant busca responder cómo son posibles los juicios a priori en la física. Estos juicios son posibles porque el entendimiento, al realizarlos, pone en juego una serie de elementos a priori, estructurando los fenómenos sensibles y haciendo posibles los juicios de la física.
El entendimiento concibe la experiencia mediante conceptos que permiten pensar la realidad, tratando de representar conceptualmente una realidad que puede no ser el contenido actual de la sensibilidad. El entendimiento proporciona conceptos empíricos, que poseen un contenido material y un elemento formal que procede del sujeto cognoscente. Las categorías son los modos mediante los cuales el ser humano piensa el mundo; no proceden de la experiencia, sino que son anteriores a ella, llamándose conceptos puros.
Por este motivo, Kant afirma que: «Los conceptos sin contenido son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas.»
Para entender el papel que Kant asigna a las intuiciones empíricas y a los conceptos puros, tomemos el ejemplo de la causalidad. Hume había negado la existencia de la causalidad. Kant coincide con Hume en que la causalidad no procede de la experiencia, pero afirma que la causalidad es puesta por el sujeto al pensar la experiencia y no por ello es menos real. La conexión causal no se encuentra en los fenómenos mismos, sino en el modo de pensarlos.
A pesar de que lo que se conoce mediante conceptos procede de lo que el sujeto pone a la hora de conocer, las categorías del entendimiento son trascendentales, es decir, son iguales y comunes para todos. Esto demuestra que la física es posible como ciencia porque tiene la misma validez para todos los seres humanos.
En la Dialéctica Trascendental, Kant se pregunta si son posibles los juicios a priori en la metafísica, buscando establecer si esta puede ser una ciencia auténtica. La respuesta de Kant es negativa.
Siguiendo a Wolff, la metafísica se divide en tres disciplinas fundamentales:
Consecuentemente, la metafísica trata de conocer el Yo, el Mundo y Dios. Estos tres objetos no forman parte del mundo sensible. Además, la metafísica pretende un conocimiento de estos objetos en sí mismos, al margen de cualquier relación con el sujeto cognoscente, y sin estar sometido al espacio, al tiempo o a las categorías.
Dado que todo conocimiento científico se constituye de dos grupos de elementos (formales y materiales), es imposible un conocimiento científico del Yo, del Mundo y de Dios, ya que no son objetos sensibles y la metafísica pretende conocerlos al margen del sujeto. Por ello, Kant se plantea en la Dialéctica Trascendental si la metafísica es una ciencia.
Kant denomina al Yo, al Mundo y a Dios como Ideas Trascendentales. La psicología ha incurrido en paralogismos, la cosmología en antinomias, y la teología natural ha utilizado argumentos lógicamente incorrectos para afirmar la existencia de Dios.
Aunque la metafísica no se pueda elaborar racionalmente como ciencia, la idea del Yo no es sino una síntesis de todas las vivencias del ser humano; la idea del Mundo es la síntesis de todo cuanto existe en la naturaleza; y la idea de Dios es la síntesis suprema.
Hay tres preguntas fundamentales que ocupan al ser humano:
La razón, por su esencia teórica, le dice al ser humano lo que puede saber; y la razón práctica le indica cómo debe vivir y si puede esperar otra vida después de esta.
Las dos características esenciales de la ética kantiana son la autonomía y la universalidad.
Kant responde a la pregunta «¿Qué me cabe esperar?» desde el hecho moral, hablando de postulados y no de argumentos. Los postulados son, para Kant, las condiciones indispensables para la existencia del hecho moral. Son tres:
La ley moral posee, según Kant, el carácter de Imperativo Categórico, ya que solo los mandatos de este tipo afectan y obligan a todos los seres humanos. Estos mandatos deben ser a priori, puesto que solo lo que es a priori es universal y necesario.
La moral kantiana no busca descubrir qué deber es necesario para conseguir el perfeccionamiento de la naturaleza humana. El deber proviene de la razón y consiste en cumplir la ley por respeto, es decir, cumplir el deber porque es deber.
La moral kantiana es una moral formal en la que lo importante no es tanto lo que se hace (el contenido), sino la forma (el cómo se actúa), respetando la absoluta autonomía de la voluntad.
Kant afirma que el conocimiento humano comienza con la experiencia; la experiencia es el inicio temporal del conocimiento. Sin embargo, afirma a continuación que no todo nuestro conocimiento procede de la experiencia, sino que el conocimiento es una síntesis entre lo que recibimos (materia) y lo que nosotros ponemos (forma). Kant concluye que es necesario averiguar si existe un conocimiento a priori.
Existen dos fuentes de conocimiento posibles: una a partir de la experiencia (conocimiento empírico) y otra a partir del conocimiento a priori, que no procede de la experiencia (como las matemáticas y la lógica).
Aquel que es independiente de toda experiencia. El conocimiento a priori es diferente al conocimiento empírico, que parte de la experiencia.