Portada » Educación Artística » Impresionismo y Expresionismo: Movimientos Artísticos Fundamentales del Siglo XIX y XX
El Impresionismo se originó en Francia en el siglo XIX. Como consecuencia de la Revolución Industrial, Francia experimentó una profunda transformación: hubo cambios urbanísticos (anchos bulevares), demográficos, sociales, económicos y políticos. En este contexto surgió el movimiento impresionista. El término ‘impresionista’ fue impuesto de manera peyorativa por el crítico Louis Leroy al ver la obra de Monet, Impresión, sol naciente. El Impresionismo respondió a una época de prisa y fugacidad marcada por la Revolución Industrial y rompió con el sentido clásico de un arte desarrollado desde el Renacimiento. Además, también marcó el inicio del arte contemporáneo.
Los artistas impresionistas estuvieron unidos por un sentimiento de amistad y lucharon juntos por sus ideales estéticos. No existió la escuela impresionista como tal, ya que los artistas se reunían en el Café Guerbois para discutir sobre cuestiones pictóricas. En 1874 se realizó la primera exposición colectiva, conocida como el Salón de los Rechazados, y la última fue en 1886, marcando el final del movimiento. Las figuras principales fueron Manet, Monet, Degas, Renoir, Morisot, Pissarro y Sisley.
Los antecedentes más cercanos fueron Constable y Turner por su captación atmosférica, pero artistas como Goya, Velázquez, Delacroix y Rousseau también influyeron.
La temática era muy variada: escenas cotidianas que reflejaban la vida moderna, estaciones de ferrocarril, bulevares, escenas en interiores de cafés y locales… Como se preocupaban por lo fugaz, solían repetir la misma escena a diferentes horas del día o estaciones del año.
En cuanto al color, salvo Renoir, no solían usar el negro, ya que las sombras las conseguían con el color complementario. Hacían uso de colores saturados y puros, y fue muy importante el estudio teórico de los colores. En 1839, Eugène Chevreul describió la Ley de Contraste Simultáneo de Colores. Esto lo estudiaron los impresionistas, aunque el primero en utilizarla fue Delacroix. Según esta teoría, los colores se perciben de manera diferente dependiendo de cómo se yuxtaponen.
Los impresionistas estudiaron una nueva manera de pintar y buscaron captar la impresión fugaz que constituiría el tema del cuadro. La perspectiva ya no obedece a las reglas de la geometría, sino que resulta de la disociación cromática que define el espacio. Las formas y los volúmenes se consiguen por las pinceladas más que por el dibujo.
Manet: Precursor y padre del Impresionismo. Estuvo en contacto con la pintura realista. Eliminó la perspectiva clásica, influenciado por la fotografía y la pintura española y japonesa, y tomaba modelos de la pintura clásica. Obra destacada: Desayuno en la hierba.
Monet: Máximo representante del grupo y su pintura se convirtió en ejemplo para los demás. Durante toda su vida permaneció fiel a los principios del Impresionismo. Sus paisajes están cerca de una abstracción de luz y color, e hizo series sobre un mismo motivo para capturar los cambios de luz. Se inició en la pintura gracias a su amigo Boudin. Obra destacada: Impresión, sol naciente.
Pissarro: Participó en todas las exposiciones impresionistas y admiraba a Delacroix, Corot y Monet. Fue un destacado pintor paisajista.
Renoir: Interés por la luz y el color como creadores de la forma, pincelada larga y suelta, retratos y escenas urbanas, interés por el desnudo femenino y los niños. En sus pinturas muestra la ‘alegría de la vida’. Evolucionó del Impresionismo a una pintura más clásica. Obra destacada: Baile en el Moulin de la Galette.
Degas: Tuvo preocupaciones diferentes a las del Impresionismo. No le interesaba la pintura a plein air y optó por escenas urbanas y del espectáculo (ballet, hipódromo…). Su dibujo era más acabado. Fue discípulo directo de Ingres y el más impactado por la fotografía (encuadres).
El Expresionismo fue un movimiento vanguardista surgido en Alemania a principios del siglo XX, coincidiendo con la aparición del Fauvismo en Francia. Nació como protesta y crítica al positivismo, que intentaba ocultar la crisis de la Primera Guerra Mundial. Es un movimiento difícil de definir, pero se puede afirmar que se trata de un arte de oposición.
Su antipositivismo era también antinaturalismo y antiimpresionismo, aunque los expresionistas tomaron elementos de esas corrientes. Los antecedentes directos fueron Van Gogh, Ensor, Munch y Gauguin. Para los expresionistas, había que sumergirse en la realidad y vivirla, no verla desde el exterior. El Expresionismo es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva.
Revela el lado pesimista de la vida, generado por las circunstancias históricas del momento: la cara oculta de la modernización, la alienación, el aislamiento, la masificación… La angustia existencial es el principal motor del movimiento. Por ello, exageran los temas, representando las emociones de la naturaleza interna. Las expresiones se plasman a través de colores fuertes y puros, formas retorcidas y composiciones agresivas. La luz y la perspectiva no tienen importancia. La obra de arte expresionista presenta una escena dramática, donde los personajes reproducen tipos. El primitivismo de las esculturas y máscaras de África y Oceanía fue una fuente de inspiración para los artistas.
En las Pinturas Negras de Goya se encuentran características del Expresionismo. Aun así, los referentes inmediatos son los postimpresionistas Van Gogh y Gauguin; tomaron influencias de su pintura, cargada de sentimientos y conceptos en la utilización expresiva del color y la gestualidad del trazo, tanto por la técnica como por la profundidad psicológica.
Otro grupo de gran influencia es el Simbolismo, ya que el artista busca los sentimientos, los estados del alma, los miedos, las fantasías y los sueños.
En el Expresionismo Alemán se distinguieron dos grupos:
El nombre aludía a su vocación vanguardista de ‘saltar’ hacia el futuro. Sus componentes compartían un gusto por los colores fríos y ácidos (azules, verdes y amarillos), ásperos contornos de las figuras, y un afán de enérgica liberación del color y del gesto. Las figuras más destacadas fueron Kirchner, Nolde, Heckel, Bleyl, Schmidt-Rottluff, Pechstein y Müller. En 1906 realizaron su primera exposición pública. El grupo se creó en 1905, coetáneamente al movimiento fauvista francés, y se disolvió en 1913.
Fundado en Múnich a finales de 1911 en torno a Kandinsky, considerado como la segunda corriente expresionista, y al mismo tiempo como reacción contra el Cubismo por su excesivo racionalismo. Los artistas realizaban obras de contenido espiritual que tendían a la abstracción. No tenía un programa común ni pretendían criticar la sociedad o la política.
La primera exposición del grupo fue en 1912, formado por los alemanes Franz Marc, August Macke y Kandinsky. Más tarde se les unió Paul Klee. Tras la muerte de Marc y Macke en la Primera Guerra Mundial, Kandinsky y Klee se convirtieron en referentes de la pintura de vanguardia.
El arte del Jinete Azul es más exquisito, subjetivo y espiritual que el de Die Brücke. Es más importante el ‘cómo’ de la representación que el ‘qué’. Los artistas creían que el significado y el sentido de las obras están en manos del espectador. El artista dota de emotividad al cuadro y, a su vez, este causa determinados sentimientos a quien lo observa.
Sus componentes evolucionaron rápidamente hacia corrientes abstractas, como en el caso de Kandinsky. Para él, la belleza residía en la riqueza cromática y en la simplificación formal.