Portada » Español » El Siglo de las Luces y el Romanticismo: Evolución Estética y Estilos Artísticos
El siglo XVIII es conocido como el Siglo de las Luces o la Ilustración. Este periodo se caracterizó por un profundo cambio en la conciencia estética, impulsado por la confianza en el pensamiento racionalista. Tras las intensas luchas religiosas y la estabilización del panorama político europeo, emergió una nueva sensibilidad.
Las normas estéticas de este siglo estuvieron marcadas por dos corrientes principales:
Esta normativización tuvo importantes consecuencias para la creación artística, modificando la percepción en comparación con el Barroco y el Renacimiento. La racionalidad imitativa exigía al artista priorizar la razón sobre la imaginación, o al menos, moderar sus excesos.
El normativismo estético dio lugar a dos estilos antagónicos:
El Romanticismo supuso un movimiento de crítica radical a la primacía de la razón y la autosatisfacción de la Ilustración. En términos estéticos, invirtió los postulados del racionalismo, otorgando a la subjetividad, la emoción, el sentimiento y la imaginación un papel central en la creación estética.
Para el artista romántico, la creación estética ya no dependía únicamente de la razón, sino de la experiencia individual. Se valoraba la fuerza desbordante del ansia creativa y la inspiración por encima del trabajo meramente objetivo y consciente.
Los temas propios de los pintores románticos abarcan:
Los componentes de la pintura romántica incluyen el expresionismo, el surrealismo y la abstracción.
Otros representantes del paisajismo romántico inglés mencionados son Carus y Oehme.
La etimología del término «romanticismo» se relaciona con la vuelta a los orígenes clásicos de Grecia y Roma, donde la belleza estaba ligada a la serenidad y la tensión. El movimiento supuso una crítica radical a la primacía de la razón, invirtiendo los postulados racionalistas y priorizando la subjetividad, la emoción y la imaginación en la creación estética.