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Entre los romanos, la enseñanza superior, a la que
Sólo accedían los jóvenes pertenecientes a familias acomodadas y con
Pretensiones políticas, se impartía en las escuelas de Retórica.En ellas, el rhetor
Enseñaba a sus discípulos la técnica oratoria, que ya habían puesto en práctica
Los antiguos sofistas griegos. Los alumnos compónían, memorizaban y recitaban
Discursos sobre temas ficticios. El maestro corregía la pronunciación, el tono
De voz, los gestos y cuantos defectos observase.Estos ejercicios escolares
Recibían el nombre de suasoriae y controversiae.
Las suasoriae, eran consultas imaginarias hechas a personajes famosos,
Históricos o legendarios, que deben explicar las razones que les inducen a
Tomar una decisión en un momento determinado. Las controversiae, en
Cambio, eran prácticas oratorias destinadas a alumnos de nivel más avanzado y
Tenían generalmente un contenido jurídico.Eran el entrenamiento del futuro
Abogado o político, que pronto tendría que enfrentarse con los problemas de la
Vida real. Su información se completaba en el Foro. Con la instauración del
Régimen imperial cesaron las rivalidades electorales, con la consiguiente
Disminución de la actividad oratoria. La retórica se refugia en las escuelas,
En las que se va convirtiendo en puro artificio.
Marco Tulio Cicerón (-106, -43) nacíó en Arpino, de una
Familia de clase media; recibíó su formación en Roma y la completó en Grecia.
Vive en el medio siglo final de la República, época de grandes convulsiones
Internas. Todos estos sucesos los vive muy de cerca, interviniendo decisivamente
En algunos de ellos. Fue protagonista directo de la conjuración de Catilina,
Que hizo fracasar. Asimismo, atacó a Marco Antonio en sus Filípicas. También se
Alió con Pompeyo contra César.Cicerón, ardiente republicano, desarrolló una
Actividad intelectual incesante y, a la vez, una actividd política intensa. La incesante actividad intelectual de
Cicerón dio de sí una extensa producción literaria que podemos encuadrar,
Atendiendo a su contenido temático, en cuatro grupos: discursos, obras
Retóricas, obras filosóficas y cartas.Cicerón es el más grande representante de
Los oradores romanos. En él culmina una larga tradición oratoria, desarrollada
Y perfeccionada durante la República, en condiciones de libertad política. Sus maestros
Fueron Antonio y Craso. En el siglo I a.C dos corrientes oratorias se disputan
La primacía en esa época: El Asianismo y Aticismo, Pues bien, Cicerón no es
Encasillable. En realidad, aúna lo mejor de ambas escuelas. Su expresión es
Ornamental o desnuda, adaptándose siempre a lo que exijan las circunstancias.
Sus discursos pueden dividirse en judiciales, y políticos.
In C. Verres
(-70). Cicerón defiende a los sicilianos de su gobernador C. Verres, In
L. Catilinam (Catilinarias -63). Catilina, candidato al
Consulado junto con Cicerón, no es elegido. Trama una conjuración para hacerse
Con el poder. Cicerón, al tanto de las maquinaciones, pronuncia 4 discursos
Contra Catilina en el Senado, el primero de ellos en presencia del propio
Catilina. La actuación de Cicerón le acarreó una gloria apoteósica y el
Apelativo de «padre de la patria».
Pro Archia poeta (-62). Toma como pretexto
La defensa del poeta griego Arquías, al que se acusaba de usurpar el derecho de
Ciudadanía, para hacer elogio de las letras, en general, y de la poesía, en
Particular. )
Pro Marcello y Pro Ligario (-46).
Cicerón defiende a estos personajes ante César. Ambos habían sido enemigos del
Dictador. )
In M. Antonium Orationes Philippicae (Filípicas
-44,-43). Pronunciadas, como ya dijimos, contra Marco Antonio. Son 14
Discursos. Fueron su canto de cisne como orador y, para muchos, sus mejores
Piezas oratorias.
Nacíó en Calagurris (Calahorra 30?- 95?), en la
Hispania Tarraconense; llegó en Roma a ser abogado famoso y abríó allí una
Escuela de retórica, que alcanzó pronto tan gran prestigio que Vespasiano le
Nombró maestro oficial de este arte, con una asignación anual a cargo del
Estado. El emperador Domiciano le confió la educación de sus sobrinos y Trajano
Le honró con su amistad.Luchó por implantar de nuevo los preceptos oratorios
Ciceronianos, por lo que tuvo que atacar a Séneca. Se caracterizó siempre por
Su honradez profesional, manifestada en el fiel cumplimiento de sus deberes y
En una entrega entusiasta a la formación de la juventud.Su obra De
Institutione oratoria, tratado en doce libros acerca de la formación
Del orador, fue escrita al final de toda una vida consagrada plenamente a la
Práctica judicial y al profesorado. Constituye un prodigio de claridad y
Solidez, como reflejo que es de su gran experiencia personal. Es una exaltación
Del clasicismo, en su forma más pura.En este tratado aborda un programa
Completo y detallado de la formación del orador, desde que nace hasta que llega
Al cénit de su carrera. Une la moral a la elocuencia, ya que según Quintiliano
Un orador es un «vir bonus dicendi peritus’’ y la decadencia de la
Oratoria es una simple consecuencia de la corrupción de costumbres. Su
Entusiasmo de profesor de retórica le impidió ver que la decadencia de la
Oratoria obedecía a causas sociales y políticas, contra las que era inútil
Luchar.Destacamos de él su preocupación constante por su salud moral. A pesar
De su admiración por Cicerón, no copia servilmente su estilo, sino que escribe
En la lengua complicada de su época, llena de metáforas, de rasgos ingeniosos y
De imágenes brillantes, en un intento de hacer más expresivo su pensamiento.
Hereda, pues, la influencia de los autores postclásicos y, sobre todo, de
Séneca en la prosa latina.