Portada » Psicología y Sociología » Trastornos del Habla en la Infancia: Dislalia, Tartamudez y Estrategias de Intervención
Cuando el proceso de adquisición de habilidades de pronunciación del lenguaje no se realiza con normalidad, hablamos de Dislalias. El Trastorno Fonológico o Dislalia consiste en la incapacidad del niño para pronunciar correctamente los sonidos del habla que son esperables según su edad y desarrollo. Este trastorno se va a manifestar en errores en la producción de sonidos como la sustitución de una letra por otra (el niño dice “tasa” en vez de “casa”) o la omisión de consonantes (“lapi” en vez de “lápiz”).
Existen varias causas en los trastornos relacionados con la producción de los sonidos del habla:
En este caso, se entiende que los problemas con la producción del habla vienen derivados de un retraso en el desarrollo del habla, de modo que el niño mantiene las simplificaciones de los sonidos porque no ha aprendido la producción de sonidos más complejos de su lengua.
La alteración en las dislalias viene causada porque el niño no ha adquirido de forma correcta los patrones de movimiento que son necesarios para la producción de algunos sonidos del habla. Es decir, el niño con este problema no mueve de forma correcta los músculos que se encargan del habla y por ello comete omisiones, sustituciones y distorsiones de algunos sonidos de la lengua.
En ocasiones, malformaciones físicas en los órganos que intervienen en el habla pueden ser la causa de las dificultades para pronunciar sonidos. Las lesiones en el sistema nervioso pueden ocasionar alteraciones en el movimiento y en la coordinación de los músculos implicados en el habla, lo que se denomina Disartria. Otras alteraciones como la mala oclusión dental, el frenillo lingual o malformaciones en el labio podrían ocasionar Disglosia.
Cuando estas dificultades en la fluidez no desaparecen y se hacen cada vez más frecuentes, hablamos de Tartamudez. El tartamudeo consiste en una interrupción en el ritmo o fluidez del habla con una frecuencia mayor de lo que se considera normal en relación a la edad y desarrollo del niño. Estas alteraciones en el habla pueden ser:
Este tipo de tartamudeo consiste en la repetición persistente y frecuente de sonidos, sílabas o palabras, como por ejemplo: “t-t-t-t-tiene”, “mi-mi-mi-mi papá”.
Este tipo de tartamudeo se caracteriza porque el niño se traba con las palabras, es decir, parece como si le costara “sacar” el sonido de las palabras. Esto suele ir acompañado de una intensa gesticulación. En español, los bloqueos aparecen con mayor frecuencia en palabras que empiezan con las siguientes consonantes: “b”, “c”, “d”, “g”, “m”, “n”, “p” y “t”.
Exceso de duración de los sonidos de algunas palabras. Las consonantes en las que es más frecuente prolongar el sonido en español son: “f”, ”y”, ”l” y ”s”.
La tartamudez se relaciona con dificultades en la adquisición de las habilidades del lenguaje. Existen factores biológicos o genéticos que podrían influir en el inicio del trastorno. Entre los factores biológicos que se han relacionado con este problema encontramos:
El mantenimiento de la falta de fluidez en el habla a largo plazo se relaciona con factores sociales o del entorno.
La intervención en el tartamudeo va a ser más eficaz cuanto antes se intervenga en el tratamiento. El tratamiento de la tartamudez irá precedido de una evaluación completa del niño y de las características de su tartamudez. Con esta información se estructurará un programa individualizado y adaptado al caso concreto en el que aparecerán los siguientes aspectos:
