Portada » Medicina y Salud » Salud y Bienestar Infantil: Sueño, Higiene y Patologías Frecuentes
El sueño es tranquilo y, de manera progresiva, se va haciendo más profundo; la respiración es regular y los ojos están inmóviles bajo los párpados.
Es una fase de sueño ligero, caracterizada por el relajamiento muscular y por ritmos respiratorios y cardíacos lentos. Se pierde la conciencia exterior, y es fácil que la persona adulta se despierte si hay ruido o movimiento a su alrededor.
El sueño aún es más ligero, pero más profundo que en la fase anterior, y con un grado de conciencia más reducido. La reacción ante los estímulos es baja, pero aún es posible despertarse con facilidad.
El sueño ya es profundo. Las funciones corporales se ralentizan, los músculos están relajados y hay una disminución de la temperatura corporal y de la presión sanguínea. La persona está muy ausente y solo se despierta con un estímulo fuerte.
Máxima profundidad y el estadio es de inconsciencia total, siendo más difícil despertarse. La glándula pituitaria, situada en la base del cerebro, aumenta la producción de la hormona del crecimiento, que tiene un papel importante en la revitalización de los tejidos.
Se denomina fase de sueño agitado. La respiración y el pulso son irregulares, el ritmo cardíaco está acelerado, los ojos se mueven y a menudo se entreabren los párpados, los dedos se contraen, se hacen muecas y se gime. También puede haber una pérdida del tono muscular. Se recuerdan los sueños. Es el lugar de las pesadillas, los terrores nocturnos y otras alteraciones del sueño. Dura entre quince y veinte minutos.
En la escuela infantil se deben satisfacer escrupulosamente las exigencias referentes a las normas y a la higiene del aula, sin olvidar la perspectiva educativa, ya que los niños deben aprender que esta higiene es necesaria y que todos deben colaborar para mantenerla. La limpieza en el centro debe comprender todos los ámbitos: aula, mobiliario, lavabos, juguetes, materiales, etc. Las operaciones de limpieza están a cargo del equipo de limpieza del centro. Sin embargo, algunas acciones, como recoger materiales usados, tirar la basura en los contenedores adecuados, no ensuciar más de la cuenta, o dejar las toallas o la ropa sucia en el lugar asignado, son hábitos cuya adquisición también es importante fomentar. Las tareas de limpieza deben estar perfectamente planificadas y para realizarlas se usarán los productos adecuados que no deben dejar residuos ni olores penetrantes.
El ser humano es la única especie capaz de transformar el medio que lo ha creado. La transformación que provoca en este medio no es del todo idónea para garantizar unas buenas condiciones de vida para las generaciones futuras. Problemas ambientales recientes como el crecimiento del agujero de la capa de ozono, el calentamiento global, la sobreexplotación de los recursos y la contaminación, resaltan la importancia de la educación ambiental como elemento formador de esta sensibilidad. La educación infantil, como primer eslabón hacia la asimilación de valores, se presenta como una buena oportunidad para iniciar esta tarea. Dicha educación se puede abordar trabajando sobre los contenidos correspondientes, que deben estar previstos en el programa, así como proponiendo formas de acción para preservar el mundo natural e imbuyendo las normas y valores que lo permiten. La educación medioambiental debe ser considerada un contenido transversal y general que se desarrolla a través de todas las actividades del centro.
El eritema es una inflamación con lesiones visibles en la piel, preferentemente en los glúteos, la región anal, los genitales externos y la cara anterior de los muslos, donde la humedad es casi permanente.
En los casos leves, la piel se enrojece un poco; en los más graves, se pueden llegar a desarrollar úlceras, pequeñas pero de una profundidad considerable, que producen intranquilidad a los niños.
Las causas fundamentales incluyen: piel empapada de orina, deposiciones ácidas en estados de diarrea y el uso permanente de pañales de plástico, que impiden la aireación necesaria, entre otros.
El muguet es causado por el hongo Candida albicans, que puede aparecer en la boca o en la zona genital.
Cuando afecta a la boca, el muguet produce la aparición de varias placas blanquecinas cuya base es roja; estas lesiones dan lugar a una reacción de rechazo a la ingesta de alimentos. En la zona genital, se aprecia un enrojecimiento brillante similar al del eritema del pañal.
Si bien no es una infección grave, no se puede curar con medios caseros y es necesario aplicar tratamiento médico, con el que la infección desaparece rápidamente.
La pediculosis es una infestación de piojos, unos insectos diminutos de color grisáceo o rojizo que infestan los cabellos. Los piojos se alimentan de sangre humana, causando un picor intenso que lleva a la víctima a rascarse la zona afectada, lo cual puede llegar a producir lesiones como erosiones y costras en el cuero cabelludo.
El síntoma más claro es que la persona se rasque la cabeza. Si se detecta a alguien haciéndolo, hay que evaluar si es una pediculosis observando si tiene piojos o huevos (liendres) en el pelo. El piojo tiene un periodo de incubación de entre ocho y diez días, y pone huevos que se adhieren a los cabellos con una secreción dura.
Se transmite con mucha facilidad, ya sea por contacto directo entre una persona infectada y una sana, o por contacto indirecto a través de objetos contaminados como peines, cepillos, gomas, etc. Para eliminarlos, se deben aplicar champús y lociones específicas.
La helmintiasis es la parasitación de helmintos o lombrices en el intestino. Las lombrices son unos gusanos blancos minúsculos que se introducen en el organismo a través de sustancias contaminadas y viven en los intestinos. Ponen huevos alrededor del ano, lo que produce un picor intenso.
Se contrae por transmisión fecal-oral, y está relacionada con una higiene insuficiente de manos y uñas. Las helmintiasis son muy frecuentes y se transmiten fácilmente entre los más pequeños. Si bien son inofensivas, pueden resultar muy molestas, sobre todo por la noche, debido básicamente a la picazón intensa en la zona anal.
La onicofagia, o roer las uñas, es un hábito muy extendido en la infancia que influye de manera negativa en la estética y la salud. Puede provocar heridas en los dedos, los labios y las encías, así como diversas infecciones. Además, unas uñas cortas y mordidas no favorecen en absoluto el aspecto de las manos.