Portada » Español » La Unidad Fundamental de la Morfología: Definición y Clasificación de Morfemas
Lo primero que hay que determinar en morfología es la unidad fundamental que da sentido a nivel mismo y será el punto de partida para todas las explicaciones. El morfema se define como la unidad fundamental del análisis morfológico de las lenguas, consistente en la unidad menor identificable en la palabra como elemento constituyente y que, además, sea portadora de un contenido semántico. Tras diversas vacilaciones y controversias teóricas, hay un amplio grado de acuerdo en torno a esta definición de morfema.
El morfema se considera como unidad fundamental del análisis de las lenguas. Siguiendo el manual de Moreno, podemos establecer las siguientes características definitorias de los morfemas:
Este conjunto de características puede ayudarnos a profundizar en algunos de los conceptos medulares de la teoría morfológica.
El concepto de morfema como unidad mínima plantea una serie de cuestiones previas: lo de mínimo ha de entenderse en un sentido formal, pues es claro que en cuanto al contenido semántico el morfema puede tener un alto grado de complejidad. Y más aún, el procedimiento de segmentación de la palabra en las unidades mínimas significativas ofrece múltiples escollos al cruzarse los criterios formales y semánticos (recurrencia y motivación). El concepto de morfema como unidad de contenido semántico se muestra, pues, muy insuficiente para identificar y definir adecuadamente los morfemas de una lengua.
Desde el descriptivismo norteamericano serían morfemas aquellos segmentos de la palabra con valor recurrente; es decir, que pueden aparecer en la misma posición en palabras diferentes. Sin embargo, el solo criterio formal lleva a algunas aberraciones inaceptables, pues nadie estaría dispuesto a identificar como morfema el segmento re- de remitir o repetir, por más que el mismo segmento sí sea un morfema en otros casos.
El criterio de la motivación parece más adecuado, pues nos lleva a identificar un morfema cuando sincrónicamente sea posible establecer una relación entre la base y el morfema que se apoya en ella, lo que llevaría a no identificar morfemas en conducir, admitir o representar. El morfema se nos presenta como unidad abstracta, identificable como tal, siempre que haya motivación semántica y sea un segmento de la palabra.
En la lingüística estructural norteamericana se desarrolló el concepto de morfo como concepto teórico previo al de morfema. Por morfo se entiende cualquier segmento de la palabra identificado formalmente, de manera que la segmentación de la palabra ofrece en primer lugar morfos y, posteriormente, se comprueba que algunos morfos son en realidad variantes de un morfema o alomorfos.
Las relaciones entre morfos y morfemas son complejas y podemos identificar al menos los siguientes fenómenos importantes:
-o de canto presenta persona, número, tiempo, modo, aspecto y voz.El concepto de morfo es un fundamento previo muy conveniente para el análisis morfológico de las lenguas.
La clasificación de los morfemas se realiza según varios criterios:
Los morfemas se clasifican en prefijos, sufijos e infijos. Este criterio no dice nada de la naturaleza interna del morfema. También hay que incluir los llamados morfemas discontinuos dentro de este criterio, pues se refiere a la posición en torno al lexema.
Se habla de morfemas libres o trabados. Algunos pueden aparecer libres o trabados (ej. sal, salero); otros pueden ser libres (ej. muy, las, luego); otros siempre aparecen ligados (ej. -ura en blancura, -es en salones).
Se puede hablar de morfema cero: morfema sin morfo (ej. señor-ø / señor-a).
Se distinguen por su función:
Además:
