Portada » Español » La Filosofía de Antonio Machado en Proverbios y Cantares: Otredad, Tiempo y Verdad
El autor de este conjunto de poemas cortos es Antonio Machado, el representante más joven de la Generación del 98. Su poesía se caracteriza por ser íntima y personal, otorgando gran importancia a los símbolos y a los verbos. Su etapa poética se divide en tres ciclos principales: Soledades, Campos de Castilla y Nuevas Canciones (que incluye sus últimos poemas y obras en prosa).
Los poemas titulados “Proverbios y Cantares” pertenecen principalmente al tercer ciclo de Antonio Machado, Nuevas Canciones (1924), aunque el autor ya había comenzado a incluir algunos de estos proverbios en su segundo libro, Campos de Castilla (1912). El extenso periodo entre ambas publicaciones marca la transición entre su segunda y tercera etapa, donde su enfoque evoluciona de una visión crítica a una más reflexiva y filosófica, buscando transmitir breves enseñanzas.
Estos son poemas muy breves, de carácter lírico y filosófico, que condensan preocupaciones universales en pequeñas formas populares (un «proverbio» es una sentencia o refrán). Los temas más frecuentes incluidos en Nuevas Canciones son: la vida, el tiempo, el concepto del “yo y el tú” (la otredad), la amistad, la soledad y la búsqueda de la verdad.
La diferencia entre la interpretación de uno mismo y la realidad. Se enfatiza la Otredad: la necesidad del “tú”.
Solo podemos conocernos a través del otro. La realidad no depende únicamente del sujeto que observa, sino también del objeto observado. Ver implica ser visto. Se aborda la “nueva objetividad”, los límites y dudas acerca del saber. Es un reconocimiento de la realidad autónoma del otro frente al solipsismo (doctrina que defiende que solo se puede tener certeza del propio yo). El “yo” debe superar el individualismo.
El poema está formado por tres versos de arte menor, concretamente octosílabos (ocho sílabas métricas cada uno). Su esquema métrico es 8a, 8-, 8a. Los versos primero y tercero riman en asonante, mientras que el segundo queda suelto. Esta composición recibe el nombre de soleá, una estrofa tradicional de Andalucía que se caracteriza por expresar sentimientos profundos, especialmente relacionados con el dolor, la soledad o el desengaño amoroso.
Respecto a las figuras literarias, podemos identificar un encabalgamiento entre los dos primeros versos (“no es – ojo”), la repetición (anáfora) del término “ojo”, mostrando su gran presencia, y una metáfora presente en todos los versos que relaciona el ojo con la realidad, pues a través de ellos percibimos lo que consideramos realidad. También se observa la deixis de segunda persona, refiriéndose a ese “otro”.
La importancia de un amor ideal, leal y eterno. Se reitera la Otredad: la necesidad del “tú”.
Aparece de nuevo el tema de la Otredad: en lo más hondo del “yo” late un “otro”. El “yo” debe superar el individualismo. Machado sugiere que el complementario no está fuera, sino dentro de cada uno, y nos habla de la necesaria solidaridad.
El poema está formado por tres versos octosílabos (arte menor). Su esquema métrico es 8a, 8-, 8a. Los versos primero y tercero riman en asonante, mientras que el segundo verso queda suelto. Esta estructura recibe el nombre de tercilla, una breve estrofa de la poesía tradicional española, caracterizada por su sencillez y musicalidad, empleada para expresar pensamientos breves o reflexiones íntimas.
En cuanto a las figuras literarias, únicamente se menciona el símbolo del camino.
La necesidad de tener paciencia y constancia para conseguir resultados visibles.
Los conceptos centrales son el paso del tiempo, la constancia y la temporalidad. El poeta quiere transmitir que, antes de actuar, el pueblo debe prepararse, y esa preparación pasa por la cultura. Este proverbio trata sobre la posible falta de paciencia. En el primer verso, se intenta transmitir calma, explicando que la impaciencia no lleva a ningún lado. En los siguientes dos versos, se manifiesta la importancia de la perseverancia, ya que los buenos resultados requieren una gran cantidad de tiempo.
El poema está formado por tres versos de arte menor, combinando un verso hexasílabo (seis sílabas) y dos versos octosílabos (ocho sílabas). Su esquema métrico es 6a, 8-, 8a. Los versos primero y tercero riman en asonante, mientras que el segundo verso queda libre. Esta composición se conoce como soleá irregular, ya que el primer verso no mantiene la medida habitual de ocho sílabas.
Se identifica una metáfora: cuando Antonio Machado se refiere al vaso y a llenarlo, lo lleva a la vida cotidiana para hacernos pensar que todo esfuerzo tarda un tiempo en alcanzar sus resultados y, por lo tanto, no debemos precipitarnos. Se observa un encabalgamiento entre el segundo y tercer verso.
La necesidad de sentir amor para poder ser feliz (Otredad: la necesidad del “tú”).
Se aborda la Otredad y la armonización con el “tú” esencial. Se exploran la soledad y angustia vital. El poeta, un ser solitario y atormentado, nos habla del amor y de la persona que nos complementa, destacando la necesidad de tener a alguien para evitar la soledad y alcanzar la felicidad. Para Machado, el ser debe ir más allá de su propia subjetividad, buscando al “otro”.
El poema está formado por tres versos de arte menor, que combinan un verso hexasílabo (seis sílabas) y dos versos octosílabos (ocho sílabas). Su esquema métrico es 6a, 8-, 8a. Los versos primero y tercero riman en consonante, mientras que el segundo verso queda suelto. Esta composición se denomina tercilla irregular, ya que rompe la medida tradicional de ocho sílabas en todos los versos.
En cuanto a las figuras literarias, podemos identificar la repetición del término “corazón” (versos 2 y 3). Con este elemento, Antonio Machado sugiere que sin esa persona estaríamos solos, sin vida, como si no tuviéramos corazón. Otra figura presente es el encabalgamiento (entre el verso 2 y 3). Se añade también la presencia de la paradoja entre los versos 2 y 3.
Crítica a la hipocresía del ser humano.
Temas: Soledad, defectos y miserias del hombre, lo ético-metafísico. Es una reivindicación de la autenticidad. El poeta denuncia y critica la tendencia del ser humano a acomodarse y perder su identidad, es decir, la hipocresía.
El poeta describe cómo actúan ciertas personas en dos situaciones diferentes. En la primera (“entre las brevas soy blando”), destaca que en entornos suaves y amables se adecúa a ellos, mostrando una actitud serena. Cuando el entorno cambia a uno diferente (“entre las rocas”), también se adecúa (“de piedra”), sin mostrar su verdadera personalidad, lo que lo convierte en un hipócrita.
El poema está compuesto por tres versos de arte menor, que combinan dos versos octosílabos y un verso bisílabo (dos sílabas). Su esquema métrico es 8a, 8-, 2a. Los versos primero y tercero riman en asonante, mientras que el segundo verso queda libre. Esta composición se conoce como soleá irregular, debido a la inclusión de un verso muy breve.
El proverbio en conjunto podría considerarse una antítesis, pues contrapone dos ideas (ser blando y ser de piedra). Además, en el segundo verso se observa una elipsis verbal.
La necesidad de conocer la verdadera realidad (Otredad: la necesidad del “tú”).
Se ofrecen sugerencias éticas de conducta y se busca transmitir ideas al “tú” esencial. Se plantea la necesidad de un conocimiento objetivo (la Verdad absoluta, por eso se escribe con mayúscula) que supere al subjetivismo. El autor informa que nuestra “verdad” o razón puede no ser correcta, ya que existe una sola Verdad. Incita al lector a buscar este punto de vista y a dejar de ser tan cerrados para conocer la verdadera realidad.
El poema está formado por tres versos de arte menor, que combinan dos versos octosílabos y un verso heptasílabo (siete sílabas). Su esquema métrico es 8a, 8-, 7a. Los versos primero y tercero riman en asonante, mientras que el segundo verso queda libre. Esta composición se denomina soleá irregular.
Se puede considerar como paradoja el primer verso y antítesis entre el segundo verso y el tercero (“ven conmigo a buscarla” y “guárdatela”). Por último, se señala el encabalgamiento entre los versos 1 y 2.
