Portada » Historia » La Crisis de la Democracia y el Ascenso de los Totalitarismos en el Periodo de Entreguerras (1919-1939)
Entre 1919 y 1939, la democracia quedó confinada en Europa. El retroceso democrático se debió a cuatro causas principales:
El triunfo en la guerra confirmó la democracia como sistema político. Esto otorgó el derecho al voto a todos los varones mayores de 21 años y a las mujeres mayores de 30 años. La Cámara de los Comunes amplió sus funciones en detrimento de la Cámara de los Lores. Un gobierno de coalición se propuso atajar los graves problemas que tenía el país en la posguerra, entre ellos la difícil recuperación económica y la resolución del conflicto irlandés, que dio origen a la creación del Estado Libre de Irlanda.
Existían dos opciones políticas principales: el Partido Laborista, de corte socialdemócrata, que consiguió formar breves gobiernos antes de caer víctima de la Gran Depresión, liderado por Ramsay MacDonald; y el Partido Conservador, que fue logrando sólidas mayorías electorales y superó una dura huelga apoyada por los sindicatos. Líderes conservadores como S. Baldwin, N. Chamberlain y W. Churchill asumieron la tarea de hacer frente a la depresión con un programa socioeconómico y proteccionista.
La Tercera República acabó con el Segundo Imperio de Napoleón III y sobrevivió a la Gran Guerra. Sin embargo, la República era incapaz de solucionar los problemas de la población. El sistema electoral era proporcional, lo que favoreció el pluripartidismo y la debilidad de los gobiernos, que tenían que ser de coalición. La trayectoria política se caracterizó por una constante inestabilidad y por la difícil recuperación económica. En el plano político, las derechas dominaron en los años veinte.
La situación alemana tras la Primera Guerra Mundial fue el problema central del inicio de los años veinte. Se vivió un intento de instauración de un régimen democrático, la llamada República de Weimar, que fue rechazado tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda. La República Alemana fue proclamada el 9 de noviembre de 1918 y tuvo que hacer frente a una doble oposición:
El régimen democrático alemán recibió el nombre de República de Weimar porque fue donde se redactó la nueva Constitución. Su base política era reducida y tuvo problemas muy graves, como la impopularidad del Tratado de Versalles, la hiperinflación y la crisis económica de 1929, que provocó el paro. A la crisis política se unió la crisis económica. En las elecciones de 1930, los partidos radicales (nazis y comunistas) recibieron un tercio de los votos, y en las de 1932 solo contaron con la mitad del electorado. Al año siguiente, Adolf Hitler fue nombrado canciller con el apoyo de las derechas y el centro. Los conservadores se percataron demasiado tarde de que los nazis no iban a abandonar ya el poder.
Unos convenios internacionales firmados en los años veinte fueron la base de una paz temporal, y las tensiones se apaciguaron. Sin embargo, había una cuestión que dificultaba las relaciones entre los estados: las reparaciones que Alemania tenía que pagar, contratadas en el Tratado de Versalles. Esta carga económica tuvo consecuencias catastróficas; el caso más grave fue la ocupación del Ruhr por los franceses para obligar a Alemania a pagar las deudas. La ruina era total, lo que hacía imposible el cumplimiento de los plazos establecidos para el pago.
Esta situación obligó a una revisión de las reparaciones. Con dos planes, el Plan Dawes y el Plan Young, se redujeron las cantidades que Alemania tenía que pagar. El ambiente de distensión facilitó la firma de acuerdos importantes como el Tratado de Rapallo entre Alemania y Rusia y el Pacto de Locarno. Después, Alemania fue admitida en la Sociedad de Naciones. Posteriormente, se firmó el Pacto Briand-Kellogg por sesenta estados.
El fascismo surgió en Italia tras la Primera Guerra Mundial y fue la más destacada ideología antiparlamentaria del periodo de entreguerras. Este periodo se caracterizó por tres manifestaciones políticas clave: la crisis de la democracia, el auge de los fascismos y la consolidación de la revolución soviética. El fascismo tuvo su origen con Benito Mussolini. Durante los años treinta, el fascismo se convirtió en un factor fundamental en el panorama político. La opción fascismo-antifascismo llegó a ser la principal línea de división entre los partidos políticos, los estados y los propios ciudadanos.
Los principales rasgos doctrinales que caracterizaron el fascismo fueron:
Italia salió defraudada de la Gran Guerra, a pesar de haber sido miembro de la alianza vencedora. Sus esperanzas de expansión territorial no fueron satisfechas, a pesar de las promesas. La población pensaba que las pérdidas humanas y materiales sufridas no habían recibido la compensación merecida. A esta crisis moral se unió una grave situación política, económica y social que provocó la crisis del sistema democrático.
Los gobiernos se mostraron incapaces de solucionar las dificultades que afectaban al país. La situación económica era negativa, y la pérdida del valor adquisitivo de los salarios, junto con el aumento del paro, propiciaron la protesta de los trabajadores y de los sindicatos. Mussolini creó las Camisas Negras. Sus manifestaciones eran una mezcla de progresismo social, expansionismo territorial y militarismo. Eran activos en los enfrentamientos y atacaban violentamente a huelguistas y manifestantes.
La fuerza del partido fascista y los apoyos de los grupos sociales impulsaron a Mussolini al poder. A finales de octubre, amenazó con una Marcha sobre Roma, justificándola con la acusación de que el gobierno era incapaz de asegurar el orden y por la necesidad de regenerar Italia con políticas nuevas. El gobierno intentó oponerse, pero fue desautorizado por el rey Víctor Manuel III. Ante esto, el gobierno dimitió, y el monarca nombró a Mussolini primer ministro, contando así con el apoyo de la corona y del ejército en su ascenso.
Hasta 1924, Mussolini mantuvo la legalidad democrática mientras transformaba gradualmente el Estado en una dictadura. Obtuvo plenos poderes del parlamento. Las protestas de la izquierda hicieron que Mussolini se tambaleara, pero contó con el apoyo del rey. Mussolini contraatacó reforzando su autoridad e imponiendo una dictadura: los partidos políticos fueron abolidos, la prensa fue sometida a una dura censura y los enemigos políticos, perseguidos. Mussolini construyó la estructura del Estado fascista, que definió como Estado totalitario, siendo él mismo “Il Duce”. Las organizaciones fascistas se convirtieron en organismos estatales que controlaban toda la administración.
El fascismo buscó la aceptación social, ya que Mussolini pretendía legitimarse ante el pueblo italiano mediante una gestión eficaz que repercutiese en una amplia mejora económica. Aplicó una política de grandes obras, como la construcción de autopistas. Además, fomentó la industria, aunque no obstante, el nivel de vida medio descendió y el paro aumentó. En el terreno social, el fascismo se definió por el corporativismo: el Estado actuaba de árbitro en las disputas, pero en la práctica fue un instrumento que privaba a la clase obrera de las acciones sindicalistas.
Uno de los primeros éxitos del fascismo fue la firma del Tratado de Letrán con la Santa Sede, que reconocía la soberanía del Papa en el Vaticano. Este acuerdo benefició enormemente a Mussolini. En los años 30, la dictadura estaba asentada y la política internacional de Mussolini era aceptada por muchos países.
El nazismo está intrínsecamente ligado a Adolf Hitler y al Partido Nacionalista de los Trabajadores Alemanes, más conocido como Partido Nazi, que formaba parte de la extrema derecha nacionalista. En los primeros años fue un pequeño partido con escaso eco en la sociedad alemana, aunque contó con el apoyo de grandes industriales y militares. Adolf Hitler se convirtió en su principal dirigente. Los nazis, junto con un pequeño grupo de militares, intentaron un golpe de fuerza contra el gobierno de Baviera que terminó en fracaso. Este evento, conocido como el Putsch de Múnich, hizo que Hitler fuese condenado a cinco años de cárcel, de los cuales solo cumplió nueve meses.
Durante los años 20, Hitler eliminó cualquier disidencia interna en el partido y consolidó su autoridad ilimitada. Además, el partido nazi era conocido por la violencia de sus secciones de asalto.
En menos de dos años, Hitler convirtió el régimen democrático en una dictadura, siendo nombrado canciller por el presidente de la República. En el primer gobierno de Hitler había una mayoría de ministros conservadores y los nazis ocuparon solo dos carteras, pero una de ellas de gran importancia. El nuevo gobierno convocó elecciones generales, que estuvieron plagadas de agresiones nazis. El Reichstag (Parlamento) fue incendiado; esto se le responsabilizó a un comunista holandés, pero fue la excusa para lanzar una violenta campaña contra la oposición. Hoy en día se sabe que el incendio lo provocaron los nazis.
Para modificar la Constitución, necesitaban el apoyo de los centristas, que lo consiguieron aprobando el Acta de Habilitación, dándole a Hitler plenos poderes durante cuatro años. Esta fue la segunda base legal de la dictadura. A la muerte del presidente, Hitler acumuló las funciones de canciller y de presidente.
Las administraciones fueron controladas y Hitler se convirtió en el jefe del ejército, haciendo que los oficiales le prestaran un juramento de fidelidad. La oposición fue eliminada y sus dirigentes fueron detenidos o exiliados. Se construyeron los primeros campos de concentración y la Gestapo y la SS actuaban con entera libertad.
El antisemitismo fue una base de la ideología nazi. Una de las principales funciones del régimen era garantizar la pureza racial, excluyendo a las demás etnias, en especial a los judíos, ya que se les acusó de los males que había padecido Alemania e inmediatamente fueron perseguidos. Con las Leyes de Núremberg se prohibieron los matrimonios entre alemanes y judíos. El asesinato de un diplomático alemán por un judío fue el pretexto para la persecución de todos los judíos conocida como la Noche de los Cristales Rotos, en la que ardieron muchas sinagogas y propiedades judías. Muchos huyeron, pero los que se quedaron fueron víctimas del Holocausto.
El encuadre de los diversos grupos sociales se llevó a cabo rápidamente. El partido y sus organizaciones fueron los instrumentos de control y sometimiento. Las Juventudes Hitlerianas, divididas por sexo y edad, se encargaban del adoctrinamiento de los chicos y las chicas y del deporte. Las acciones paramilitares se convirtieron en las manifestaciones de una supuesta superioridad de la raza aria.
En el terreno económico, el nazismo consiguió algunos éxitos que facilitaron su aceptación social, como la recuperación de la economía encaminada hacia la autarquía y la realización de grandes obras públicas, junto con el crecimiento de la industria armamentística. El efecto inmediato fue la reducción del paro, pero los grandes beneficiarios fueron las grandes industrias y la banca, y los obreros se vieron privados de los derechos de libre sindicación y de huelga.
Una de las grandes innovaciones fue el uso de la propaganda, ya que se usaba la prensa para lanzar constantes mensajes. La vida cultural y artística pasó a ser supervisada y censurada. Lo mismo pasó con la educación: en las universidades fueron depurados todos los judíos y de las bibliotecas se eliminaron todos los libros considerados peligrosos, pasando Alemania a convertirse en un régimen de sumisión y de persecución.
Solo veinte años separan la Primera Guerra Mundial de la Segunda Guerra Mundial. Algunos hechos destacados que ayudan a entender el porqué de esto son la humillación de Alemania en el Tratado de Versalles y la frustración de Italia al no haber sido satisfecha tras las promesas realizadas por los aliados. Esto explica el ambiente que había en ambos países en los años 30. Parecía que iba a haber una paz duradera, como se mostró con la Paz de Locarno, pero los efectos de la Crisis de 1929 y el acceso de Hitler al poder, así como la política imperialista de Japón en Asia, cambiaron drásticamente el panorama, haciendo débil a la Sociedad de Naciones e incapaz de oponerse a esto, facilitando el debilitamiento de la paz.
El primer acontecimiento fue la invasión de China por Japón, ocupando Manchuria. Japón fue condenado por la Sociedad de Naciones y abandonó este organismo. La política exterior nazi tuvo como primer objetivo la revisión del Tratado de Versalles. Hitler llevó a cabo una hábil política que le permitió vulnerar todos los acuerdos.
Paso a paso, Hitler fue incumpliendo todas las cláusulas del Tratado de Versalles: abandonó la Sociedad de Naciones y anunció el restablecimiento del servicio militar obligatorio. Francia se planteó emprender acciones militares contra Alemania, pero Reino Unido no lo apoyaba.
Italia practicaba una política semejante. Mussolini se había hecho con Etiopía, y la condena de la Sociedad de Naciones provocó el acercamiento de Italia a Alemania. La Guerra Civil Española fue una nueva ocasión para la actuación de los fascistas, siendo el bando nacional apoyado con armamento y soldados. La solidaridad llegó con la amistad del Eje Roma-Berlín, firmado entre Alemania e Italia, y del Pacto Antikomintern, que iba en contra de la URSS.
El año del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Alemania llevó a cabo la ampliación de sus fronteras por la fuerza, lo que provocó el estallido. Hitler incorporó a su territorio Austria y la región de los Sudetes en Checoslovaquia. Checoslovaquia se opuso a esa incorporación, por lo que la guerra parecía inminente, pero se convocó una Conferencia de Múnich en la que se llegó al acuerdo de la incorporación de los Sudetes al Reich.
La verdadera intención de Hitler se manifestó tiempo después, invadiendo Checoslovaquia y dividiendo el país en dos. Con esto comenzó la conquista del espacio vital. Con la destrucción de Checoslovaquia se puso fin al pacifismo, y Francia y Reino Unido comprendieron que solo el uso de la fuerza podría parar a Hitler. Garantizaron la seguridad de Polonia, amenazada por Alemania. Solo una alianza con la URSS podría ser decisiva para frenar a los nazis, pero ni británicos ni franceses se mostraban entusiasmados por alcanzar un acuerdo con los soviéticos.
Mientras tanto, en Alemania no perdían tiempo: se firmó el Pacto de Acero con Italia, que era una alianza ofensiva y defensiva, pero la sorpresa fue el Pacto de No Agresión Germano-Soviético firmado con la URSS. Stalin no dudó en aceptar este pacto, ya que en sus cláusulas secretas se le ofreció una parte de Polonia. Esto fue una catástrofe para Francia y Reino Unido, ya que Polonia quedaba indefensa ante Hitler. Poco después, el ejército alemán invadió Polonia, y esta vez Francia y Reino Unido sí cumplieron sus promesas y le declararon la guerra a Alemania, empezando así la Segunda Guerra Mundial.
Dos sistemas de alianzas acabaron enfrentándose en esta guerra: