Portada » Historia » La Constitución de 1876: Fundamentos y Contexto Político en España
El documento es un texto jurídico-legislativo y corresponde a la Constitución de 1876, promulgada por Alfonso XII, Rey de España, el 30 de junio de ese mismo año. Fue elaborada por las Cortes y está dirigida al conjunto de la ciudadanía española. La publicación de este texto oficial establece las bases del funcionamiento político y administrativo de España durante gran parte del período de la Restauración. Esta Constitución está compuesta por un total de 89 artículos, que serán analizados a través de los 8 más relevantes que se destacan a continuación.
Tras la caída de la República en 1874, Isabel II abdica en su hijo, Alfonso XII, para convertirse en rey. El general Martínez Campos proclamó rey de España a Alfonso XII en el pronunciamiento de Sagunto, siendo reconocido por la mayoría de los altos cargos del ejército. Así mismo, Alfonso de Borbón, en el manifiesto de Sandhurst, promete actuar como buen español y católico si reinaba, y tuvo buena acogida entre los moderados y conservadores. Se organizó un sistema, un conjunto de mecanismos, organizado por Antonio Cánovas. Ese conjunto de mecanismos deriva de la mala experiencia vivida anteriormente, donde la sociedad civil tuvo un gran protagonismo.
En la Constitución, el derecho al voto estaba reducido a una minoría de la población; solo podían votar los varones mayores de 25 años y aquellos que pagaban impuestos. Desaparecieron los partidos políticos de la etapa anterior (progresistas, moderados, unionistas…). Cánovas admiraba el sistema político de Inglaterra (dos cámaras, dos partidos) y en la época de la Restauración surgieron dos partidos: el Partido Conservador de Cánovas, que atraía sobre todo a los latifundistas y a la jerarquía eclesiástica, y el Partido Liberal de Sagasta, que englobaba a la burguesía industrial y de negocios y a los republicanos de derecha. Ambos eran partidos minoritarios que solo se preocupaban de «manejar» las elecciones. El sistema parlamentario era, pues, solo aparente, carecía de la mínima seriedad.
El caciquismo era un sistema de fraudes electorales organizados. Gobiernos y caciques manipulaban las elecciones mediante pucherazos, como pagar votos, contar votos de muertos o cambiar las actas, asegurando la victoria del candidato del gobierno.
La Constitución de 1876 marcó un momento clave en la historia política de España, estableciendo una monarquía constitucional con una fuerte influencia del Rey y limitaciones al pluralismo político. Aunque introdujo derechos individuales, estos estaban sujetos a restricciones prácticas. Su carácter centralista y confesional evidenció la intención de Cánovas de consolidar un sistema político estable, basado en el equilibrio entre tradición y modernidad.
Este texto es representativo del modelo político de la Restauración, que buscó evitar las convulsiones del pasado reciente a costa de limitar la participación política real de la población, consolidando el poder en manos de las élites políticas y económicas.