Portada » Historia » Imperialismo, Paz Armada y el Modelo Agroexportador: Claves de la Historia Contemporánea
La Revolución Industrial generó una consecuencia directa: el Imperialismo. El crecimiento industrial constante demandaba nuevos territorios, mercados, materias primas y mano de obra. Los avances tecnológicos permitieron a las potencias europeas expandirse rápidamente en África y Asia.
Este congreso estableció las reglas para la colonización de África:
La Paz Armada (1871-1914) fue un periodo de gran tensión entre las potencias europeas, donde la expectativa de un conflicto inminente era generalizada. Esto impulsó una carrera armamentista: el aumento constante de tropas, armas modernas y sofisticadas, y flotas navales. Alemania tomó la iniciativa en este rearme.
Ante la posibilidad de guerra, las potencias buscaron aliados, lo que resultó en la formación de dos grandes bloques:
Estos tratados de defensa mutua aseguraron que, si alguna nación entraba en guerra, las demás intervendrían, escalando cualquier conflicto local a una guerra de grandes dimensiones.
El Estado Conservador implementó leyes de corte liberal que favorecían la libertad de mercado y la libre empresa. Sin embargo, su carácter era conservador debido a un sistema político restrictivo, donde el voto no era secreto ni obligatorio, y el fraude electoral era habitual. En Argentina, este sistema fue consolidado por un grupo dirigente (terratenientes, financistas y banqueros) que estableció un régimen oligárquico.
La burguesía local eligió este modelo porque les garantizaba grandes ganancias con bajo riesgo. Esto consolidó la dependencia de los países periféricos, que se dedicaban a proveer materia prima a los países centrales.
La antigua sumisión a España fue reemplazada por una nueva dependencia, principalmente hacia Inglaterra.
El Modelo Agroexportador (MAE) obedecía a la lógica económica imperante de la época, que ubicaba a los países centrales como consumidores y a los países periféricos como productores. El MAE asumió el rol de proveer a la metrópoli de los alimentos y materias primas que necesitaba, en un rol similar al que ocupaba la América Hispana durante la Colonia.
El 10 de febrero de 1912 se sancionó la Ley Nacional de Elecciones N° 8.871, conocida como “Ley Sáenz Peña”. Esta ley fue crucial porque: