Portada » Otras materias » Gestión Efectiva del Tiempo: Métodos y Enfoques para Maximizar tu Productividad
Seis elementos de un programa integrador de motivación.
Cada semana, todos contamos con 168 horas. Pero depende de cada quien aprovecharlas al máximo. Tanto en el trabajo como en el hogar, todos podemos beneficiarnos de hacer uso del tiempo, el recurso más preciado, de forma eficiente.
La administración del tiempo se refiere a analizar nuestro uso de este recurso de forma regular, para comprender la manera más adecuada de utilizarlo de forma efectiva.
Eficiencia: La eficiencia consiste en «hacer más en menos tiempo».
Control: Propone la idea de que planificar y programar es indispensable para controlar las acciones de los demás.
Chronos: La administración tradicional del tiempo se ocupa del tiempo chronos, vocablo griego que define al tiempo cronológico, lineal y secuencial. Ningún segundo vale más que otro y el reloj maneja nuestra vida.
Valores: Los valores son subjetivos e internos; los principios parecen ser objetivos y externos. Existe una creencia universal en principios tales como la justicia, la honestidad, la bondad, la dignidad, la integridad, el servicio, la calidad, la paciencia, etc. Contrariamente a lo que muchas veces creemos, estos principios funcionan independientemente de nuestra voluntad y nos gobiernan.
Administración: El modelo tradicional se ocupa de la administración, no del liderazgo. La administración es útil cuando no debemos salirnos del camino trazado.
Lo más efectivo hoy no es el dinero, es el tiempo. Un tiempo objetivamente utilizado significa ganancia. Un tiempo derrochado es sinónimo de pérdida. Lo bien o mal utilizado del tiempo depende de lo que usted quiera hacer o cuán lejos pretenda llegar. Recuerde que algunos tienen todo el tiempo del mundo porque no quieren llegar a ninguna parte.
A otros no les alcanza el tiempo porque quieren llegar a todas. La pregunta aquí realmente importante es: ¿en qué se le va su tiempo?
Esta matriz se divide en cuadrantes que consideran dos criterios fundamentales: lo importante y lo urgente. A partir de ello, se subdividen en otros factores clave.
El criterio a considerar aquí es la crisis o lo inmediato. Se toman en cuenta las tareas que se han vuelto críticas a consecuencia del plazo que se tiene para desarrollarlas.
Son aquellas tareas que, si bien son importantes, se desarrollan a largo plazo y no poseen una fecha crítica para cumplirlas.
Aquí se establecen aquellas actividades rutinarias que son urgentes, pero que no tienen un nivel de trascendencia mayor a través del tiempo.
Los únicos criterios a evaluar aquí están relacionados con el ocio y el entretiempo.