Portada » Economía » Fundamentos y Normativa del Control Interno y la Auditoría Gubernamental
El control interno es un proceso integrado en todas las actividades de gestión, bajo responsabilidad de la dirección y ejecutivos, diseñado para limitar riesgos y garantizar el cumplimiento de objetivos operativos, financieros y legales, según el Informe COSO.
Las normas se basan en los componentes del informe COSO, incluyendo:
El control interno gubernamental forma parte de todos los procesos hacia el logro de los objetivos públicos, compuesto por los cinco componentes interrelacionados mencionados.
Debe basarse en la calidad, asegurando su ejecución y evaluación mediante estándares medibles.
Implica rendición de cuentas, transparencia y obligación ética de todo servidor público. La información debe ser útil, oportuna y confiable.
El control interno se estructura jerárquicamente:
Debe aplicarse criterio profesional y sentido común en la revisión y aplicación de regulaciones, para lograr eficiencia y efectividad institucional.
El ambiente de control influye en la conducta del personal. Factores clave:
El control interno busca reducir riesgos identificando vulnerabilidades y anticipando cambios mediante análisis y sistemas de alerta.
Nota: Aunque la numeración parece corresponder a la sección 2300, se mantiene la estructura original del documento.
Responsabilidad de la dirección superior. Los controles deben diseñarse y supervisarse para optimizar recursos y reducir riesgos, creando controles clave dentro de las actividades diarias.
La información debe ser coherente, confiable y comprensible. La comunicación debe fluir por canales claros, formales o informales, promoviendo confianza.
La supervisión es un proceso continuo que evalúa actividades de gestión y control en todos los niveles, con el fin de reducir riesgos, mejorar eficiencia y calidad.
Las entidades deben mantener excelencia y credibilidad, aplicando un sistema de gestión de calidad en todos sus procesos y productos.
El documento concluye destacando que el control interno es esencial para la transparencia, eficiencia y calidad en la administración pública.
Las Normas Generales de Auditoría Gubernamental son de aplicación obligatoria en todas las auditorías realizadas en entidades públicas por:
En caso de vacíos técnicos, se aplican las normas del Colegio de Auditores de Bolivia, NIA (IFAC), SAS (AICPA), INTOSAI y las NEPAI.
La auditoría consiste en acumular y evaluar objetivamente evidencias para determinar el grado de correspondencia entre la información examinada y los criterios establecidos.
Los auditores gubernamentales deben tener capacidad técnica, entrenamiento y experiencia profesional suficiente para alcanzar los objetivos de auditoría.
Las organizaciones deben asignar recursos humanos competentes y, si es necesario, contratar expertos en áreas especializadas. El equipo debe dominar los métodos, técnicas y herramientas de auditoría, aplicándolos con conocimiento, educación y práctica adecuada.
Los auditores deben ser imparciales y objetivos, libres de prejuicios o relaciones que comprometan su independencia. Deben mantener una actitud y apariencia de independencia, evitando los siguientes impedimentos:
El auditor debe guiarse por el Código de Ética del Auditor Gubernamental emitido por la Contraloría General del Estado, manteniendo integridad, honestidad y conducta profesional.
Implica actuar con debido cuidado y diligencia en la planificación, ejecución y comunicación de los resultados.
Cada miembro del equipo debe cumplir con las normas establecidas y someterse a una revisión crítica de la supervisión en todos los niveles, evaluando los riesgos, el alcance y los métodos aplicados. Esto garantiza la calidad de los informes y la validez de los resultados.
Las organizaciones deben implementar un sistema interno de control de calidad, sujeto a revisiones periódicas internas y externas. Este sistema asegura que:
Las políticas principales deben:
El auditor debe obtener seguridad razonable sobre el cumplimiento legal y contractual de la entidad auditada. Debe conocer las leyes, normas administrativas y obligaciones contractuales relevantes, identificando posibles incumplimientos o riesgos significativos. También debe evaluar el control interno relacionado con este cumplimiento y diseñar pruebas adecuadas para verificarlo.
Antes de ejecutar una auditoría, debe realizarse un relevamiento de información para determinar su inclusión en el plan anual o su auditabilidad.
Toda auditoría debe:
Si existen limitaciones al aplicar los procedimientos, deben documentarse y revelarse en el informe como restricciones al alcance del trabajo.
La Contraloría General del Estado y las Unidades de Auditoría Interna deben verificar el cumplimiento de las recomendaciones emitidas. También deben revisar las recomendaciones realizadas por auditores externos o firmas privadas.
El seguimiento clasifica las recomendaciones como:
La auditoría gubernamental se desarrolla en tres fases principales:
Es el proceso de definir anticipadamente los objetivos y acciones que guiarán la auditoría, asegurando el uso eficiente de los recursos. Se asemeja a un mapa de ruta que orienta qué, cómo y cuándo revisar para cumplir eficazmente con el propósito de la auditoría.
El equipo auditor debe conocer a fondo:
Aplicación de técnicas (pruebas de razonabilidad, ratios, análisis de tendencias) para:
Evalúa el nivel de error o irregularidad tolerable que no distorsione la información. Depende del criterio profesional del auditor y distingue entre aspectos materiales (importantes) e inmateriales.
Es la posibilidad de llegar a conclusiones erróneas. Incluye:
Permite comprobar si la entidad tiene un sistema de control adecuado, evaluando:
Documento guía que resume la información y decisiones clave de la planificación:
Es el producto final de la planificación. Incluye los procedimientos a aplicar en las siguientes fases para obtener evidencia suficiente y respaldar los informes:
Es la etapa donde se realiza la auditoría propiamente dicha: se aplican pruebas, entrevistas, análisis y procedimientos para obtener evidencia y evaluar la veracidad de la información financiera y la eficacia de los controles internos.
Comprende las pruebas y actividades aplicadas por el auditor:
Tipos de evidencia:
Documentos donde se registran pruebas, análisis y conclusiones del auditor. Son fundamentales para respaldar las opiniones y demostrar el cumplimiento de las normas.
Deben incluir:
Permiten organizar los documentos y conectar información entre distintos papeles de trabajo, facilitando su revisión y trazabilidad.
Símbolos usados por los auditores (Ω, ∑, √, ∫, etc.) para identificar las pruebas aplicadas y facilitar la lectura de los documentos.
Organizan la documentación de la auditoría en tres grandes grupos:
Fase final donde se presentan hallazgos, conclusiones y recomendaciones mediante informes escritos y, a veces, comunicación verbal con los funcionarios auditados.
Documento técnico que resume todo el trabajo realizado. Debe ser claro, objetivo y redactado profesionalmente, facilitando la toma de decisiones y la mejora de la gestión pública.
Son las situaciones detectadas que evidencian desviaciones o irregularidades que afectan la eficiencia, eficacia o legalidad de la gestión pública.
