Portada » Tecnología » Fundamentos Esenciales de Termodinámica, Refrigeración y Tecnología VRF
El calor o transferencia de calor es un movimiento de energía ocasionado por una diferencia de temperatura.
La Termodinámica comenzó en el siglo XIX por la necesidad de describir el funcionamiento de las máquinas de vapor.
Para estudiar los procesos de aire acondicionado (AC) y refrigeración, es necesario conocer la temperatura y la presión, lo que permitirá obtener otras propiedades como: densidad, energía interna y entalpía. Estas se necesitan para calcular el calor (Q) y el trabajo (W).
La temperatura es la medida de la energía térmica del movimiento aleatorio de las moléculas de una sustancia en equilibrio térmico.
Sabemos que si dos cuerpos M1 y M2 que están a temperaturas diferentes entran en contacto, fluirá calor desde el cuerpo más caliente al cuerpo más frío. Luego de un tiempo, ambos estarán en equilibrio térmico (T1=T2).
«Cuando un cuerpo A está en equilibrio térmico con otros dos cuerpos B y C, estos estarán igualmente en equilibrio térmico entre sí». Este principio permite establecer escalas de temperatura.
0 °C (Celsius) es el punto de congelación del agua y 100 °C es el de ebullición. Las escalas absolutas son Kelvin (para Celsius) y Rankine (para Fahrenheit).
Utilizan diferentes fenómenos:
Consta, por ejemplo, de mercurio que al calentarse se expande y sube en el tubo capilar. El tubo permite amplificar la dilatación del líquido.
Se basa en las diferencias de coeficientes de dilatación de dos metales diferentes.
Semiconductores electrónicos con un coeficiente de temperatura de resistencia negativo de valor elevado, que presenta una curva característica lineal tensión-corriente.
Se basan en el efecto Seebeck (1821) de la circulación de corriente en un circuito formado por dos metales diferentes cuyas uniones se mantienen a distintas temperaturas.
Se necesitan una serie de puntos de referencia fácilmente replicables para poder calibrar diferentes tipos de termómetros en diferentes intervalos de temperatura.
La presión es la fuerza ejercida por unidad de superficie.
Masa por unidad de volumen.
Número de centímetros cúbicos por un kilo de esta sustancia.
Es una forma de energía en tránsito, porque nunca se mantiene estático; siempre va de cuerpos de mayor energía a menor.
Cantidad de calor requerida para elevar la temperatura de un gramo de agua desde 14,5 °C hasta 15,5 °C.
Es cualquier cuerpo o sustancia que actúa como agente de enfriamiento, absorbiendo calor de otro cuerpo.
Un fluido puro no cambia su composición cuando evapora o cuando condensa (ej. CFC-11, CFC-12). Las mezclas están compuestas por más de un tipo de moléculas (ej. R400, R500).
Ejemplo: R-134a (C2H2F4)
Importante: La variación en la composición de la mezcla puede alterar las propiedades de la misma en circunstancias imprevistas, tales como una fuga.
El componente de mayor presión de vapor tendrá una concentración mayor en la fase de vapor, por encima de la fase líquida (fraccionalización).
El refrigerante puede cambiar de fase en el cilindro:
El punto de burbujeo es cuando el líquido subenfriado es calentado y aparece la primera burbuja de gas. El punto de rocío es cuando el vapor es enfriado y aparece la primera gota de líquido. La diferencia entre temperaturas a una presión determinada se denomina «deslizamiento».
Se encuentra en la estratosfera, por encima de los 15 km de altura y con un espesor de 40 km. El ozono absorbe la luz ultravioleta-B, que es letal.
Los CFC, los HCFC, el metilcloroformo y los halones. Actúan como potentes gases de efecto invernadero, absorbiendo radiación infrarroja.
La línea de rocío es el conjunto de temperaturas a las cuales aparece la primera gota de líquido cuando el vapor sobrecalentado es enfriado. La línea de burbujeo es el conjunto de temperaturas a las cuales aparece la primera burbuja de vapor cuando un líquido subenfriado es calentado.
El ozono (O3) filtra naturalmente la radiación ultravioleta. Es extremadamente sensible a la acción catalítica producida por radicales libres de Cloro y Bromo.
La tecnología VRF (Volumen de Refrigerante Variable – del inglés Variable Refrigerant Flow) es un concepto referido a equipos de aire acondicionado desarrollado especialmente para residencias amplias y edificios comerciales de medio y gran tamaño. Se trata de un sistema multi-split, en el que la unidad externa se encuentra ligada a múltiples unidades internas, que operan individualmente por ambiente, por medio de los llamados sistemas de expansión directa, en los que el refrigerante “intercambia” calor con el aire del ambiente y luego retorna a su condición inicial en el ciclo del sistema de refrigeración.
VRF es un sistema de aire acondicionado de expansión directa. En él, el aire del ambiente intercambia calor directamente con el refrigerante, gracias a la acción de un componente que llamamos evaporadora. Los equipos VRF, en resumen, son diferentes y altamente ecoeficientes, principalmente porque con un único compresor ellos “abastecen” un número mayor de ambientes, en comparación con los equipos convencionales.
Los sistemas VRF, una de las alternativas para los proyectos de gran tamaño, hacen posible que con una única unidad externa operen más de 30 unidades internas, las cuales pueden ser controladas individualmente. La mayor diferencia entre los VRF y las aplicaciones con equipos split convencionales es que en estos últimos cada unidad interna debe estar conectada directamente a una unidad externa, multiplicando el uso de estas últimas. Además, las distancias de instalación entre las unidades externas e internas para el VRF no son tan limitadas como en el sistema convencional.
Los equipos VRF mueven el calor extraído de un cuarto al aire exterior, por medio del refrigerante que recircula en el sistema por su expansión y condensación.
Al contrario de los llamados sistemas de expansión indirecta (agua helada), el VRF mantiene la uniformidad en la capacidad de refrigeración ofrecida a cada unidad evaporadora. Al mismo tiempo, puede ser accionado por solo un usuario sin que otros componentes del sistema tengan que ser conectados al mismo tiempo, situación que sucede, invariablemente, en los sistemas de expansión indirecta. Otra ventaja es su precio accesible.
Los sistemas VRF cuentan siempre con al menos uno de sus compresores inverter, de forma que pueden modular la generación térmica y adaptarla perfectamente a la demanda sin necesidad de depósitos de inercia ni otros elementos intermedios que siempre suponen pérdidas.
El avanzado sistema de gestión eléctrico de los sistemas VRF permite que la unidad exterior conozca en todo momento el número de unidades interiores en funcionamiento y adapte el sistema según convenga, haciendo funcionar solo un módulo exterior, dos o los necesarios, incluso se llega a detener todo el sistema si no hay ningún equipo interior funcionando.
El sistema VRF tiene menos conversiones de energía intermedias hasta llegar a enfriar/calentar el aire del local, por lo tanto, menos pérdidas.
Al contrario que los sistemas aire-agua, los equipos VRF no necesitan bombas ya que el propio compresor hace circular el gas por la instalación, por lo tanto, un punto menos de consumo de energía.
El VRF presenta un pequeño inconveniente que no se suele tener en cuenta. Aunque el gas refrigerante (normalmente R410A) no es tóxico, en caso de fuga sí podría desplazar el aire de una habitación e inundar la misma con gas, de forma que no tendríamos oxígeno para respirar. Repito que no sucede nada por respirar R410A, pero sí sucede si no respiramos oxígeno. Por ello, el Reglamento de Instalaciones Frigoríficas establece un límite entre el gas total de la instalación y el recinto cerrado más pequeño (habitación), de forma que si se escapa todo el gas dentro de la habitación más pequeña, no sea tanto que desplace todo el aire de la misma.