Portada » Psicología y Sociología » Fundamentos de Psicología y Sociología: Cerebro, Conducta y Aprendizaje
FRONTAL: Nos controla los movimientos, la toma de decisiones y la personalidad.
PARIETAL: Procesa sensaciones como el tacto, la temperatura, el dolor y también ayuda en la coordinación.
TEMPORAL: Fundamental para la audición, el reconocimiento de sonidos y también juega un papel en la memoria y el procesamiento de las emociones.
OCCIPITAL: Su función principal es procesar la información visual que recibimos del entorno.
CEREBRO: Piensa, decide, recuerda y controla lo que hacemos, cómo movernos o sentir.
CEREBELO: Regula la coordinación motora, el equilibrio y habilidades motoras. Controla el equilibrio para andar.
TRONCO ENCEFÁLICO: Controla funciones vitales como la respiración.
La teoría del cerebro triuno propone que el cerebro humano está compuesto por tres partes principales, cada una correspondiente a una fase diferente de la evolución:
Cerebro Reptiliano: Es la parte más primitiva del cerebro, responsable de la supervivencia. Controla funciones básicas como la respiración, el sueño, el hambre y la respuesta de «lucha o huida» ante el peligro.
Cerebro Límbico: Se encarga de las emociones y está vinculado a la memoria y el aprendizaje emocional. Procesa nuestras reacciones emocionales ante situaciones específicas, como el miedo o la alegría.
Cerebro Racional (Neocortex): Es la parte más reciente y evolucionada, responsable de los procesos mentales más complejos, como el pensamiento lógico, la planificación y la toma de decisiones.
Conductismo: Propone que solo podemos estudiar la conducta observable y medible de los individuos. Según esta corriente, el comportamiento es el resultado de estímulos del entorno, y se puede modificar a través de refuerzos o castigos.
Cognitivismo: Se enfoca en los procesos mentales internos, como el pensamiento, el recuerdo, el aprendizaje y la resolución de problemas. Considera que el comportamiento es influenciado por cómo percibimos, procesamos y almacenamos la información.
Psicoanálisis: Se basa en la idea de que los pensamientos y sentimientos inconscientes afectan nuestras acciones y emociones. Este enfoque explora los deseos reprimidos, los conflictos internos y las experiencias pasadas que influyen en nuestro comportamiento.
Conducta: Son las acciones observables y medibles que realizamos. El conductismo se enfoca principalmente en cómo modificar la conducta a través de refuerzos y castigos.
Pensamiento: Son los procesos cognitivos que ocurren en la mente, como el razonamiento, la toma de decisiones y la resolución de problemas. El cognitivismo estudia cómo influye el pensamiento en el comportamiento.
Emoción: Son los sentimientos que experimentamos, como la alegría, tristeza, miedo o ira. El psicoanálisis se enfoca en cómo las emociones inconscientes afectan nuestras acciones y decisiones.
Educación y Psicología del Comportamiento:
Reforzamiento positivo: En el ámbito educativo, se recomienda el uso de reforzamiento positivo para motivar a los estudiantes, lo que implica premiar los comportamientos adecuados, lo cual aumenta la probabilidad de que se repitan.
Castigo: El castigo debe ser usado con moderación y siempre como una consecuencia natural o lógica de un comportamiento inapropiado. Es importante no castigar excesivamente para evitar efectos negativos en la autoestima del estudiante.
El aprendizaje inductivo es un enfoque que fomenta el descubrimiento y la resolución de problemas. Este tipo de aprendizaje está basado en el constructivismo, que enfatiza la importancia de la experiencia directa y la reflexión en el proceso de aprendizaje.
Actividades recomendadas: Experimentación, resolución de problemas y proyectos (como los de Aprendizaje Basado en Problemas – ABP), permiten a los niños explorar temas y problemas desde una perspectiva práctica y activa.
Estimulación en el aprendizaje: El objetivo es motivar a los niños a buscar y descubrir información por sí mismos, lo que fortalece sus habilidades cognitivas y les permite desarrollar un pensamiento crítico.
Refuerzo positivo: Se utiliza para aumentar una conducta deseada, mediante la recompensa o el reconocimiento.
Castigo: Se utiliza para disminuir una conducta no deseada. Puede ser positivo (aplicar un estímulo desagradable) o negativo (quitar un estímulo agradable).
Sistema Nervioso Simpático: Activa el cuerpo para prepararse para situaciones de emergencia o estrés. Aumenta la frecuencia cardíaca, dilata las pupilas y prepara los músculos para la acción, lo que nos ayuda a reaccionar rápidamente en situaciones peligrosas. Si se activa de forma crónica (por estrés constante), puede tener efectos negativos en la salud, como hipertensión o fatiga.
Sistema Nervioso Parasimpático: Es el «freno» que ayuda al cuerpo a relajarse después de situaciones de estrés. Reduce la frecuencia cardíaca, estimula la digestión y favorece la regeneración y la reparación del cuerpo, promoviendo la relajación y el descanso.
El tronco encefálico conecta el cerebro con la médula espinal y es responsable de funciones vitales automáticas, como la respiración, la presión arterial y la frecuencia cardíaca. También regula otras funciones esenciales como la conciencia y el sueño.
Estímulo Incondicional (EI): Es un estímulo que provoca una respuesta automática, sin necesidad de aprendizaje (por ejemplo, el dolor o el hambre).
Estímulo Neutro (EN): No provoca una respuesta por sí mismo, pero puede convertirse en un estímulo condicionado si se asocia con un estímulo incondicional.
Estímulo Condicionado (EC): Un estímulo neutro que, al asociarse repetidamente con un estímulo incondicional, provoca una respuesta condicionada (por ejemplo, el sonido de una campana que provoca salivación en un perro si se asocia con la comida).