Portada » Magisterio » Fundamentos de la Educación: Neuroeducación, Pedagogía y Desarrollo Motor
Las experiencias de aprendizaje son un conjunto de actividades que conducen a los estudiantes a afrontar una situación o problema complejo.
La Neuroeducación, vista desde una perspectiva como un modelo de enseñanza, comprende y describe los comportamientos cognitivos que se efectúan en el cerebro durante los procesos de aprendizaje que se llevan a cabo en las escuelas primarias.
Los procesos pedagógicos son acciones recurrentes relacionadas con cada momento de la sesión de aprendizaje. La planificación y evaluación son pilares fundamentales en el ámbito educativo, esenciales para guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje y asegurar su efectividad.
La motricidad fina es la coordinación de músculos, huesos y nervios para producir movimientos pequeños y precisos. Se refiere a la coordinación de los pequeños músculos de las manos y los dedos con los ojos. Esta habilidad es indispensable para la realización de actividades cotidianas como escribir, dibujar, manipular objetos pequeños o abrocharse la ropa.
La psicomotricidad es una disciplina educativa, reeducativa y terapéutica. Persigue normalizar y mejorar el comportamiento del niño, buscando el desarrollo armónico de la personalidad del alumno para que este sea capaz de expresarse en un contexto psicosociológico. Posee una visión globalizadora, pretendiendo evitar la concepción dualista del cuerpo, es decir, considera al cuerpo como una unidad (cuerpo y mente).
El desarrollo motor grueso implica el control y la coordinación de los grandes grupos musculares. Actividades como correr, saltar y lanzar son ejemplos clave.
La Neuroeducación es un campo fascinante que combina los avances de las neurociencias con las mejores prácticas educativas.
La integración de diferentes estilos de aprendizaje es crucial para una enseñanza efectiva: