Portada » Biología » Fundamentos Biológicos y Desarrollo Craneofacial en la Ortodoncia
El hueso, como tejido vivo, es objeto de constante reorganización, y los dientes se mueven imperceptiblemente durante toda la vida. Esta capacidad dentaria y de sus tejidos de soporte para reposicionarse y adaptarse a las demandas funcionales se debe al fenómeno de la migración o movimiento fisiológico. Debido al proceso de desgaste oclusal, los dientes continúan su erupción en busca de establecer un balance con los antagonistas.
El movimiento mesial de los dientes se produce durante toda la vida debido a:
Son las que no producen movimiento por sí mismas, pero sirven de soporte, guía y limitación a los movimientos.
Función en ortodoncia:
Son las que producen el movimiento del aparato masticatorio gracias a la contracción muscular.
Función en ortodoncia:
En el embrión en desarrollo, existen cinco arcos faríngeos o branquiales.
Las estructuras de la cara externa se derivan de:
Entre las prominencias maxilares existe un espacio cubierto por la membrana orofaríngea, conocido como estomodeo, precursor de la boca y de la glándula pituitaria.
El desarrollo nasal se desencadena por la aparición de protuberancias elevadas llamadas placodas nasales a ambos lados de la prominencia frontonasal. Estas se invaginan para formar fosas nasales, con prominencias nasales medial y lateral a ambos lados.
A medida que las prominencias maxilares se expanden medialmente, las prominencias nasales se acercan a la línea media. Posteriormente, las prominencias maxilares se fusionan con las prominencias nasales, y poco después se fusionan en la línea media para formar una estructura central continua.
Es el proceso del desarrollo dental durante la vida intrauterina. Se desarrolla por 4 etapas fundamentales:
Comienza a partir de la cuarta a sexta semana de vida intrauterina por medio de 2 capas germinativas: el Ectodermo y el Ectomesénquima.
Lámina Dental (4-6 semanas): La banda epitelial primaria se manifiesta por medio del engrosamiento del ectodermo perteneciente al estomodeo que recubre los procesos maxilares y mandibulares. La banda epitelial se divide en dos láminas: lámina vestibular y lámina dentaria.
Las prominencias maxilares se expanden medialmente para dar lugar a las plataformas palatinas. Estas continúan avanzando medialmente, fusionándose por encima de la lengua. Simultáneamente, la mandíbula en desarrollo se expande para aumentar el tamaño de la cavidad oral; esto permite que la lengua descienda y se separe de las plataformas palatinas en crecimiento.
Las plataformas palatinas se fusionan entonces entre sí en el plano horizontal y con el tabique nasal en el plano vertical, formando el paladar secundario.
La lengua se desarrolla a partir del Primer, Segundo, Tercer y Cuarto arco branquial.
A la quinta semana, por la cara interna de los arcos mandibulares se observan dos engrosamientos laterales llamados:
Los dos tercios anteriores de la lengua estarán formados por los abultamientos linguales y el tercio posterior por la eminencia hipobranquial. Al final, la cúpula desaparece.
La línea de fusión de las porciones anterior y posterior queda indicada por el surco en forma de V, que se denomina surco terminal. Este desarrollo insólito explica su complicada inervación:
Es una relación alternativa de partes desproporcionadas. Sus alteraciones pueden afectar a cuatro sistemas simultáneamente: dientes, hueso, músculos y nervios.
La cúspide mesiovestibular del primer molar superior debe caer en el surco mesiovestibular del primer molar inferior. Perfil facial recto.
El surco mesiovestibular del primer molar inferior está hacia distal (hacia atrás) de la cúspide mesiovestibular del primer molar superior. Perfil convexo.
Se puede observar la presencia de:
El surco mesiovestibular del primer molar inferior está hacia mesial (hacia adelante) de la cúspide mesiovestibular del primer molar superior. Perfil cóncavo.
Puede observarse:
Es una clasificación de malposicionamiento dentario de forma individualizada. Utiliza el término: «Versión».
Esta fase es intraósea, comprende desde el rompimiento del pedículo hasta la formación completa de la corona. Histológicamente, es el máximo desarrollo del órgano del esmalte. Cuando los gérmenes de los dientes temporales se forman, están en el interior de los huesos muy próximos al epitelio bucal. Inicialmente, hay gran espacio entre los gérmenes, pero con el crecimiento, los dientes se juntan, especialmente entre incisivos y caninos; este apiñamiento es luego atenuado por el crecimiento óseo.
Puede considerarse que está comprendida entre el comienzo de la formación del diente hasta el contacto del borde incisal o triturante con el corion de la mucosa bucal. Durante esta fase, se procesan intensas modificaciones en el órgano del esmalte. Después de las primeras aposiciones de dentina, siguen las del esmalte, el inicio de la formación radicular y la construcción del tejido óseo adyacente. Aquí, debido a la preponderancia de los fenómenos de resorción osteoclástica, el diente atraviesa la cripta ósea que lo envuelve, estableciendo contacto con el corion de la mucosa bucal.
Está comprendido entre el momento en que ocurre el rompimiento del epitelio bucal con el consecuente aparecimiento del diente en la boca, hasta el establecimiento del contacto de los dientes de un arco con los del arco antagonista. En este período se elabora la cutícula del diente (membrana de Nasmyth), el fragmento radicular está con aproximadamente 2/3 de su tamaño definitivo y se inicia la calcificación de algunos dientes permanentes (incisivos).
Corresponde al ciclo vital del diente después del contacto con el diente antagonista. A partir de este momento, cesa la erupción activa, iniciándose la erupción continua. La verdad es que el diente prosigue con menos intensidad su movimiento eruptivo, ya sea por causa del desgaste de su lado triturante o por ausencia del diente antagonista. El hueso alveolar sufre modificaciones arquitecturales para soportar los impactos de la masticación que se ejercen sobre los dientes en oclusión, así como se reorganizan las fibras del ligamento alveolodentario.
Desde el punto de vista clínico, la investigación de Nolla, realizada por medio de radiografías en dientes permanentes, nos proporciona una evaluación de los estadios promedios de calcificación individualmente. Los 10 estadios de desarrollo de Nolla están representados en los esquemas siguientes (Fig. 3.3 e inferiores Fig. 3.4, véase páginas 68 y 69) y comprenden:
Por los esquemas de Nolla se deduce que:
El conocimiento de los estadios de desarrollo de Nolla es de gran significado clínico, pues podemos acelerar o retardar el proceso de erupción de los dientes permanentes mediante la extracción de sus antecesores deciduos, en la época adecuada.
Se puede definir una oclusión normal individual como veintiocho dientes correctamente ordenados en el arco y en armonía con todas las fuerzas estáticas y dinámicas que sobre ellos actúan; la oclusión normal es una oclusión estable, sana y estéticamente atractiva. En este tipo de oclusión, la encía debe presentar un aspecto sano, es decir, con coloración rosada, sin sangrado y buena adherencia; el hueso alveolar íntegro, sin resorciones y la ATM libre de dolor, ruido u otra disfunción.
Vemos cómo ocluyen las cúspides y fosas superiores e inferiores sin movimiento. Es un proceso estático que lo vemos en los modelos. Se realiza sin acción muscular; es la que alcanza mayor superficie o mayor número de puntos de contacto.
Es la posición que tiene la mandíbula respecto al maxilar al momento de deglutir; es decir, la relación de mayor retrusión mandibular respecto al maxilar cuando los cóndilos de la mandíbula se encuentran en una posición de mayor elevación, más posterior y de mayor relajación en la cavidad glenoidea del hueso temporal. Esta posición queda determinada principalmente por la contracción máxima de los músculos masticatorios, especialmente por el temporal.
Contacto oclusal máximo o intercuspidación, independientemente de la posición condílea. Si el contacto oclusal máximo se produce cuando los cóndilos están en su posición terminal de bisagra, la relación céntrica y la posición céntrica coinciden.
280 días a partir del comienzo de la última menstruación, 266 días del día presumible de la ovulación, 9 meses. Fase de desarrollo anterior al nacimiento.
Periodo desde el nacimiento hasta la senilidad.
El maxilar superior es un hueso fijo (a diferencia de la mandíbula) y su crecimiento depende principalmente de las suturas que lo unen con los demás huesos del cráneo y de la remodelación ósea.
Dirección del crecimiento maxilar: Hacia adelante y abajo acompañando al crecimiento del cráneo. Esto permite que se mantenga la relación con la mandíbula y se forme una oclusión adecuada.
Resumen simple para ortodoncia: El maxilar superior crece principalmente por el hueso nuevo que se forma en las suturas y por la remodelación ósea, desplazándose hacia adelante y abajo. Su desarrollo depende tanto de factores genéticos como de la función oral y los hábitos.
La mandíbula crece de manera diferente al maxilar superior, porque es un hueso móvil y depende mucho de la función (masticación, respiración, deglución, fonación) y de los estímulos externos.
Dirección del crecimiento mandibular: Hacia abajo y adelante principalmente. Esto permite que la mandíbula se adapte al crecimiento de la cara y al desarrollo de la oclusión.
Resumen: La mandíbula crece gracias a la remodelación ósea y al crecimiento del cóndilo, desplazándose hacia abajo y adelante. Se adapta constantemente a las funciones orales y al desarrollo del resto del cráneo, lo que permite la correcta oclusión.
En los vertebrados superiores, el soporte estructural y la protección para los tejidos y órganos del cuerpo se dan por un esqueleto. Siendo formas altamente especializadas de tejido conectivo, representan un papel protector y estructural, y tienen funciones vitales de homeostasis de calcio y hematopoyesis. El esqueleto actúa como palanca en la cual los músculos y tendones se anclan para facilitar la locomoción.
Los huesos del cráneo, con excepción de los del condrocráneo, no son formados por precursores cartilaginosos; son derivados filogenéticamente de láminas dermales y provienen directamente de la osificación de centros que aparecen dentro del ectomesénquima de desarrollo de la cabeza.
El primer signo microscópico visible de la esqueletogénesis es el aglutinamiento de una población de células mesenquimales dispersas para formar una masa compacta celular o una condensación o blastema. Esta condensación es la tercera de cuatro etapas que pueden distinguirse en el desarrollo de un elemento esquelético:
La osificación intramembranosa es el proceso de transformación directa de tejido conectivo a hueso y es visto en la formación de huesos dermales o membranosos del esqueleto craneofacial (frontal, parietales, temporales y la mandíbula, junto con la mayoría de los huesos de la cara como los maxilares, nasales, cigomáticos, lacrimales, palatinos y el vómer).
El primer paso es la condensación y diferenciación de células ectomesenquimales en osteoblastos; estos sintetizan una matriz extracelular compuesta de colágeno tipo I, proteína no colagenosa y glicoproteínas, las cuales rápidamente se mineralizan para formar un centro de osificación. Este es una red de espículas óseas o trabéculas de tejido óseo con grandes espacios vasculares radiados desde el sitio inicial de osificación. La osteogénesis continúa hasta que se encuentra con huesos vecinos y se convierten en articulaciones fibrosas o suturas.
Proceso en el cual el modelo cartilaginoso semeja la forma final del hueso. El paso inicial en la formación del modelo cartilaginoso es la migración y condensación de células mesenquimales y su diferenciación en condroblastos, los cuales producen una matriz extracelular compuesta predominantemente de colágeno tipo II, tipo X y proteoglicanos condroitín sulfato.
En los huesos largos, la primera indicación de osificación es la formación de un collar óseo perióstico seguido por la hipertrofia y calcificación de condrocitos en la parte media de la diáfisis, seguido por la penetración del cartílago por vasos sanguíneos y su gradual reabsorción por células multinucleadas. En esta etapa los extremos del modelo, llamados epífisis, permanecen cartilaginosos, pero con el desarrollo de un centro de osificación secundaria dentro de ellas. Después del nacimiento, se forman los discos epifisiales, entre la epífisis y la diáfisis, que son los responsables de una continua elongación de los huesos.
El cartílago hialino se utiliza como plantilla para la formación de hueso. Resumen del proceso:
Se produce en la diáfisis (eje) de los huesos largos.
El esqueleto es continuamente remodelado, a través de la vida, por los osteoclastos (que reabsorben hueso viejo) y los osteoblastos (que forman hueso nuevo).
Entre las 10 y 12 semanas ocurre la formación y mineralización de los tejidos duros, y la organización de los tejidos blandos está muy avanzada. La formación de los huesos involucra histogénesis del tejido óseo y mecanismo de osificación. Los huesos que constituyen el cráneo tienen un origen intramembranoso y endocondral, y se derivan a partir del neurocráneo.
El crecimiento y osificación craneofacial ocurre por:
Formará los huesos de la bóveda del cráneo.
Se formará mediante osificación endocondral los huesos de la base del cráneo. Se forman estructuras cartilaginosas como:
Los huesos que se forman son:
Las áreas de osificación endocondral se fusionan en unidades morfológicas y antes de formar huesos anatómicos individuales dejan remanentes de condrocráneo que persisten como articulaciones cartilaginosas llamadas sincondrosis. Esas sincondrosis de cartílago hialino crecen continua y tridimensionalmente.
Cuando los huesos provienen de osificación intramembranosa, las áreas de osificación se encuentran y forman lo que se conoce como suturas, que son bandas de tejido conectivo uniendo superficies opuestas de periostio. El crecimiento óseo y su adaptación puede darse como resultado de una separación continua de los huesos en las sincondrosis y las suturas, provocado por estímulos externos, tales como el crecimiento de órganos adyacentes.
Derivados de:
Huesos resultantes: