Portada » Arte » Explorando el Renacimiento: Arquitectura, Escultura y Pintura
El Renacimiento es un movimiento artístico y cultural que comienza en Italia en el S.XV como consecuencia del desarrollo de ideas humanistas. Hay dos periodos: Quattrocento y Cinquecento. De esta última surge el manierismo. Pasa del teocentrismo al antropocentrismo, recuperando la cultura clásica, la perspectiva y la proporción en el arte. Su desarrollo fue clave por el apoyo de mecenas como los Médici en Florencia o Sforza en Milán.
La arquitectura renacentista del Quattrocento recogía la herencia del pasado clásico. Surge en Florencia gracias al gran número de artistas como Brunelleschi y Alberti. Durante el Cinquecento destacó en Roma Miguel Ángel.
Las bases de la arquitectura renacentista son orden, proporción, simetría y unidad. Sus características principales son:
Hay muchos tipos de edificios. Junto a las Iglesias hay palacios, villas campestres, fortalezas y bibliotecas.
Brunelleschi es considerado uno de los artistas que acabaron con el gótico e introducen el estilo renacentista. Nació en Florencia, donde realizó sus obras más importantes. Fue arquitecto, escultor, inventor de máquinas e ingeniero. Viajó a Roma para estudiar sus restos arqueológicos y vuelve a Florencia con gran formación. Éste, introdujo en sus obras las leyes de la proporción y la perspectiva que tomó de los clásicos. En sus realizaciones predominan las líneas rectas y volúmenes cúbicos.
Su obra más famosa es la cúpula de la catedral de Santa María de las Flores en Florencia. Sobre el tambor octogonal iluminado por 8 óculos, levantó hiladas de piedra y ladrillo horizontales. Así, obtuvo una cúpula exterior apuntada. En el interior creó otra cúpula semiesférica unidas las dos por un sistema de ganchos. El espacio entre las dos permitió contrarrestar el empuje, aumentar la altura y aligerar el peso. Tomó inspiración del Panteón de Roma.
Hoy día está considerada una de las obras arquitectónicas más novedosas de la historia por su concepción en forma de doble cúpula como por el tipo de construcción sin cimbras. Otros edificios significativos son la iglesia de San Lorenzo, la del Santo Espíritu y la capilla Pazzi, en Florencia.
El interior de la iglesia de San Lorenzo retoma la planta de cruz latina. El conjunto está regido por una perspectiva elaborada con métodos científicos. Tiene 3 naves separadas por arcadas de columnas corintias con cúpula sobre el crucero. La nave central tiene techumbre plana de madera decorada con casetones. Son elementos del propio autor la perspectiva, la proporción, la simetría y la sucesión de cubos espaciales. Adoptó la misma estructura proporcionada y simétrica en sus edificios religiosos con planta centralizada como en la Sacristía Vieja de la iglesia de San Lorenzo.
Alberti es considerado junto con Brunelleschi el otro gran arquitecto del Quattrocento. Sus obras principales son la iglesia de San Andrés en Mantua y palacio Rucellai en Florencia.
Miguel Ángel se consideró escultor por encima de todo. Siendo joven, entró en la escuela de artistas de Florencia amparado por Lorenzo de Médici. Con 23 años recibió el encargo de la Piedad del Vaticano. Más tarde haría la Piedad del Duomo y la Piedad Rondanini (en la que trabajó hasta pocos días antes de su muerte). Entre 1501 y 1504 realizó el David para la ciudad de Florencia. Uno de los proyectos más ambiciosos fue el sepulcro del papa Julio II, no lo terminó, y forma parte su famoso Moisés. Entre 1520-1523, hizo los sepulcros de los Médici en la iglesia de San Lorenzo en Florencia. Su estilo se caracteriza por la grandiosidad de las figuras, las anatomías tensas y dinámicas y la terribilitá (la plasmación del dramatismo y expresión de las pasiones interiores), lo que rompía con el clasicismo. Tuvo afán de perfeccionismo y experimentación. Originó obras sin terminar cuyo aspecto se convirtió en un recurso estético más del artista.
La Piedad está situada en la basílica de San Pedro del Vaticano. Está realizada en mármol y presenta a Cristo yacente en los brazos de su madre sentada. Es una composición piramidal formada por el cuerpo de la virgen. Contrasta la juventud de la Virgen (casi niña) siendo idealizada, frente a Cristo adulto.
Hay una tensión de la figura de Cristo en escorzo que expresa el abandono de un cuerpo muerto. Contrastan el desnudo de Cristo y los ropajes de la Virgen drapeados. Las imágenes están desproporcionadas a propósito.
David está situado en la Galería de la Academia (Florencia). Es una escultura de mármol de Carrara de grandes dimensiones superando los 5 metros. Su rostro transmite fortaleza e ira, tensión y calma, preparándose para la acción. Representa a David en el momento anterior a su encuentro con Goliat. El desnudo conecta con el ideal de belleza renacentista, manifestando el conocimiento anatómico que poseía Miguel Ángel. Tuvo mucha fama y se colocó en la plaza de la Señoría de Florencia como símbolo de poder político de los Médici.
Miguel Ángel realizó 2 tumbas una enfrente de la otra para los duques de Médici (Lorenzo y Julio). En la de Lorenzo, está en actitud pensativa con las figuras de la Aurora a la derecha y Crepúsculo a la izquierda. En la de Julio, tiene una actitud activa y a su derecha tiene la alegoría del día y a su izquierda la de la noche. Aparecen idealizados.
El sepulcro de Julio II está en la iglesia de San Pietro in Vincoli. La obra no se terminó y solo quedan las estatuas de Moisés, Lía y Raquel. Moisés se caracteriza por su monumentalidad, su dinamismo y su contraposto. La fiereza de la mirada y las manos ejemplifican la terribilitá miguelangelesca, con esa potencia dramática en sus obras.
El hallazgo en Roma del Laocoonte, fue un cambio en la escultura del momento. Miguel Ángel, dio un giro a su producción artística, dotando a sus esculturas de monumentalidad e idealismo dramático. Éstas, las siguió la escultura manierista. Destaca Juan de Bolonia, escultor flamenco que llegó a Roma para estudiar las obras de la Antigüedad y de Miguel Ángel. La característica más importante fue la línea serpentinata, un giro en espiral ascendente elevando sus figuras. Su obra más destacada fue El rapto de la sabina, de la plaza de la Señoría de Florencia.
La pintura renacentista española se caracteriza por la abundancia de temas religiosos.
Como pintores renacentistas destacan Pedro Berruguete y Juan de Juanes.
Es el artista manierista más importante de la pintura española del Renacimiento. En el año 1560 se trasladó a Venecia, donde recibió la influencia de Tiziano y Tintoretto. Más tarde, en Roma, adoptó de Miguel Ángel la monumentalidad y el vigor de sus figuras. Finalmente, se instaló en Toledo. Su pintura se caracteriza por:
El Greco realiza obras religiosas y retratos, centrándose en el rostro. Destaca:
La obra presenta un fondo neutro y una iluminación focalizada en el rostro, los ojos y la mano del caballero, destacando su personalidad y el juramento. Su cromatismo es reducido.
Entre sus primeras obras españolas, destaca: “El expolio”: La composición se centra en la figura de Cristo, cuya túnica de color rojo se convierte en protagonista. Este, contrasta con el realismo del resto de los personajes. La composición romboidal y los escorzos de las figuras inferiores reflejan el manierismo. La inclusión de las Tres Marías, ajena a los Evangelios, generó el rechazo del cabildo y provocó una disputa para el pintor.
A pesar de ello, su prestigio fue creciendo, y Felipe II le encargó la pintura del “Martirio de San Mauricio y la legión tebana”. Este divide la escena en dos mitades, la inferior, con personajes conversando y la superior, representando la Gloria. El Greco mezcló en la escena santos con personajes reales y contemporáneos del pintor.
En Toledo realiza: ”El entierro del señor de Orgaz”: El cuadro se divide en dos partes: la terrenal y la celestial. En la parte inferior, San Agustín y San Esteban sostienen al noble de Orgaz, mientras un joven con una vela (posiblemente el hijo de El Greco) señala el acontecimiento. Detrás, personajes ilustres de la época, retratados con gran realismo, asisten al entierro. La obra destaca por el alargamiento de las figuras, que refuerza su espiritualidad, el colorido veneciano y los contrastes lumínicos propios del manierismo. A partir de esta obra la fama de El Greco irá en aumento. Ejemplo de ello son los Apostolados o la interpretación del Laocoonte.